El TransCurso se nutrió de experiencias previas de formación presencial que Fundación EDEX había desarrollado desde 2002 desde la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Ellas nos habían mostrado que las claves para aprenderlas y enseñarlas estaban en diseñar propuestas interactivas, de escucha, con entrenamiento y entretenimiento, con reflexión y espacios de expresión donde fueran las personas las que le encontraran sentido a las HpV en su vida personal, laboral y ciudadana.
Tomando en cuenta que se trataba de un curso en línea, estas claves se adaptaron al lenguaje multimedial y a las facilidades de interacción que permite este escenario. Hoy, cuando promovemos su XXVII edición, se aloja en nuestra Escuela junto a otros cursos como La Aventura de la Crianza, Prevención con “P” de Personas y Con Otros Ojos, este último incorporado durante la pandemia.
Una manera particular de hacer formación en línea
Desde la primera edición guardamos con celo la riqueza de aprendizajes, palabras, preguntas, llantos e ilusiones que las personas participantes iban compartiendo con generosidad, sin juzgarse ni a sí mismas ni a las demás personas, motivadas por la fuerza de la conversación. Intuíamos la existencia de una mina llena de saber-hacer sobre las HpV.
En 2019 fuimos a nuestra bitácora y nos dispusimos a leer testimonios de las 686 personas que realizaron El TransCurso en las 18 ediciones de sus 7 primeros años. El hallazgo más interesante fue el de los caminos propios: no hay recetas ni fórmulas sino personas y organizaciones capaces de hacer su mezcla de las HpV, dándole su particular desarrollo, como quedó reflejado en Te leo y me veo, la memoria que recoge una muestra de la riqueza encontrada al volver sobre lo escrito.
Lo interesante es que este alto grado de interacción se dio entre personas desconocidas entre sí, en la mayoría de los casos, partícipes de culturas lejanas y distintas, algunas muy comunicativas, otras silenciosas; personas de las que no sabíamos sino un nombre con una pequeña foto al lado. La conexión fue posible porque en dicha pantalla aparecían los relatos de seres humanos que se parecían entre sí; eran como ventanas a las que la curiosidad invitaba a asomarse para apreciar la diversidad de formas que hay de ser personas.
Una nueva década con impulso renovado
Comenzamos esta segunda década del capítulo en línea de nuestra Escuela, habiendo compartido aprendizajes con un total de 1.881 personas, de 21 países, en un total de 46 ediciones de nuestros cuatro cursos. Una década en la que la colaboración de numerosas personas, administraciones públicas y universidades ha sido fundamental para alcanzar buena parte de nuestros objetivos, consolidar un equipo internacional al frente de las tutorías y equilibrar las finanzas que hacen de la Escuela una iniciativa sostenible, al punto de que nos ha permitido conceder 611 becas a organizaciones del tercer sector de acción social, la mayor parte de ellas por el total del coste de la matrícula.
Una nueva etapa en la que la modalidad en línea se verá enriquecida en breve, con la incorporación de dos nuevos cursos: La Aventura de la Vida, que acompañará a maestras y maestros que aplican el programa de igual nombre, y Entre adolescentes, curso para agentes que trabajan educacionalmente con este grupo de edad.
Un nuevo tiempo, ahora que lo peor de la pandemia ha pasado, que nos permite retomar el encuentro piel con piel con quienes desean compartir la experiencia de aprender y enseñar Habilidades para la Vida. Así ha sucedido recientemente en Puerto Rico y en México, y así ocurrirá a lo largo de los meses de octubre y noviembre, cuando nos encontraremos con agentes de salud, educación y acción social en Coimbra, Lisboa, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Córdoba, Valladolid, Bilbao, Portugalete, Sestao, Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona y Zaragoza.
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