El Cerro de la Muerte. Así es como las personas de Costa Rica le llaman a la montaña que hay que atravesar cuando se viaja desde San José hasta Pérez Zeledón. En días de buena suerte, suele despejarse y en un punto específico permite ver de un lado el Caribe y del otro el Pacífico, teniendo en medio las montañas y los valles. Un espectáculo que más hace pensar que se trata del Cerro de la Vida o de Buenavista, como también lo llaman.
El viernes 27 de septiembre pasamos por allí, luego de terminar la tarea con el Proyecto Mesoamericano, que nos dio la oportunidad de compartir con los grupos de trabajo de las regiones Caribe y Brunca. En dicho cerro hay un sitio de parada obligada, Los Chespiritos, un restaurante que siempre tiene comida caliente, variada y muy tica. Mientras comíamos, se acercó un señor a saludar. “Marco”, dije, al reconocerle. “Sí, soy Marco Antonio Elizondo, el orientador del liceo Sabanillas, en el cantón de Coto Brus”. Tuve la oportunidad de conocerle en el 2011 cuando empezamos a promover el desarrollo de HpV en la zona.
Un tesoro
Se sentó en frente, y nos contó matices de lo que ha sido su
trabajo con adolescentes en estos 8 años. “La formación en Habilidades para la
Vida la trabajo en las sesiones de orientación grupal, desde séptimo hasta undécimo
grado, cada que tengo la oportunidad. También con profesores y padres de
familia. Lo uso como una herramienta para todos, porque todos ocupamos
desarrollar las Habilidades para poder vivir, para convivir, ser más sanos
integralmente. Para mí, fue como encontrar un pequeño tesoro para trabajar y
para vivir. Lo más valioso es la vida de cada persona, entonces cuando esa
persona desarrolla esas habilidades puede vivir mejor, ser más feliz, más
productiva. Ahí está la riqueza de este tesoro”.
Marcos cuenta que algunos de sus estudiantes del 2011, hoy
ya están graduados de Universidad, que le buscan de vez en cuando en su
colegio, en la oficina donde siempre está, la misma en donde ellos pintaron un
árbol grande con 11 ramas, 10 con las Habilidades y una más, la rama once, a la
que Marcos llama la habilidad de lo espiritual. Cuando recibe sus visitas, dice
que “es una cuestión muy emocionante, algo que uno nota, que ellos agradecen, porque
uno va viendo cómo es que lo aplican en la vida, cómo les sirve para
desarrollarse mejor”.
Menú propio
Las sesiones que Marcos desarrolla en su trabajo como
orientador suelen mezclar aportes distintos. “Principalmente uso videos de Retomemos y las actividades que se
proponen. Cuando hay alguna situación de violencia trabajamos el manejo del
enojo, de la ira. Si es resolución de conflictos, uso el video y agrego alguna
experiencia, algún juego, que enriquece muchísimo el desarrollo de las Habilidades”.
Novedad con
experiencia
Desde el año 2016, el Ministerio de Educación Pública de
Costa Rica ha iniciado un proceso de transformación curricular que Marcos ha
vivido con alegría: “Lo que se pretende es que se desarrollen las lecciones de matemáticas,
español, ciencias, idiomas, todas, y que las personas desarrollen las
habilidades y las competencias. Que la persona no sea sólo de conocimiento,
sino que sepa hacer, que sepa desempeñarse. Fue algo muy emocionante, porque
esto es nuevo para mucha gente del Ministerio, es la gran novedad, pero yo ya
tenía varios años de trabajarlo. Lo viví con alegría al recordar que ya tenía
un camino recorrido, no solamente en el conocimiento sino sobre todo en la práctica,
que es lo más importante en las habilidades”.
Le ha tocado la
persona
La conversación se cierra mientras que él recuerda que las
habilidades no han sido su tema de trabajo sino algo que también le ha tocado
como persona: “Yo he intentado en la vida mía, siempre que voy a hablar de
algo, primero tratar de vivirlo, para que no sean palabras vacías. El hecho de
trabajar con eso, de estudiarlas, lo lleva a uno a revisar la propia vida, cómo
estoy en esa práctica, qué estoy haciendo. Siento que me ha ayudado mucho a
desarrollarme y a crecer como persona, no solo en el trabajo sino en la vida,
en la calle”.
Mientras nos estrechábamos las manos en la despedida, Marcos
agregó: “Quiero enviar un saludo a todas las personas a las que vayamos a
llegar con esta pequeña entrevista; yo les doy este mensaje: las Habilidades
para la Vida se practican, y así es como nosotros podemos desarrollarlas y
aprovecharlas”. La foto lo muestra una vez que terminamos la entrevista.
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