Educar para vivir, educar para convivir.
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Tienen mala fama las colchas de retazos, pero nos gustan. En ellas se retoman telas, texturas y colores distintos, para crear una manta nueva, casi siempre colorida, irrepetible. Eso mismo es lo que compartimos ahora, una colcha de retazos que hemos tejido al juntar los aprendizajes que el grupo de estudiantes de la tercera edición del TransCurso (realizada en 2013), obtuvieron sobre empatía, una de las diez Habilidades para la Vida de las que habla la Organización Mundial de la Salud. Esta colcha tiene tres trozos.

Uno: ¿Con quién?

Personas que viven en la calle, familias que ocupan casas ajenas, adolescentes que parecen rebeldes, distraídos, distantes; pacientes, gente con la que no hablo, aficionados a clubes de fútbol, hijos, maridos. Estas fueron las personas que fueron seleccionadas por el grupo de estudiantes para hacer sus ejercicios de empatía: gente de cerca y de lejos, de quien sabemos mucho y poco, con quien compartimos todo y nada. ¡Qué gran diversidad!

¿Con quién es posible empatizar? Con cualquier persona, con cualquier grupo humano, sin importar la pre existencia o no de lazos, de prejuicios o de saberes. La empatía es posible con quien nos decidamos a ponerla en práctica. Los retos y las dificultades serán distintos, claro, pero la posibilidad siempre estará allí.

Dos: Ex presa

La empatía es la habilidad que tenemos las personas para que otras logren su expresión. Es el conjuro para que la diversidad humana aflore y florezca. La habilidad concentra su esfuerzo y atención en la otra persona, permite que ella se exprese y comporte como es, que fluya, que libere su ser y lo haga público. Y expresar puede ser entendido de distintas maneras. Desde la definición de diccionario (manifestar con palabras, miradas o gestos lo que se quiere dar a entender) hasta la sugerente propuesta que nos compartió Virginia Imaz, en uno de los chat que mantuvimos durante el citado TransCurso: “ex-presar, es decir, dejar de estar presa”.

Tres: ¿Para qué sirve?

Algunas frases tomadas de los escritos del estudiantado dejan ver lo que nos puede pasar cuando intentamos comportarnos en forma empática:

  • “Pude darme cuenta de lo equivocada que estaba”
  • “Reconozco que tengo prejuicios contra la policía”
  • “No acepto a los hipócritas”
  • “Fui capaz de sentir su miedo”
  • “Posiblemente la próxima vez entenderé cómo se siente”
  • “Detrás de esos actos hay una realidad, hay un porqué”
  • “No consigo empatizar, ya que creo que hay unos principios principales que no se pueden vulnerar”
  • “Pues mi grata sorpresa, es que estos ocupas son familias normales”
  • “Yo creo que de aquí no se va a sacar nada”.

Aceptar y rechazar; acoger y repeler; descubrir y negar; cambiar y reafirmar. ¿Para qué le sirve la empatía a quien la usa para relacionarse con otras personas? Puede llevarnos a aprendizajes y afirmaciones tan diversas y contradictorias como las que acabamos de compartir.

Sin embargo, en todos los casos el uso frecuente de la empatía es la oportunidad de aprender a convivir, no poniendo como condición el que nos parezcamos, ni el logro de acuerdos, sino potenciando la diversidad que tiene cada persona y cada comunidad humana.

La empatía sirve para comprender que todas las personas tenemos el derecho a no ser fotocopia de nadie, como escribiera Savater en Ética para Amador. Esto hace posible tener empatía y no estar de acuerdo con lo que dice la otra persona; o desbaratar prejuicios, espantar miedos, descubrir nuevos mundos. También, puede servir para determinar lo cerca o lo lejos que puedo y quiero establecer el límite de mis relaciones.

En esta reflexión reside uno de los motivos que hace más interesante lo que podemos obtener cuando somos personas empáticas. Se trata de aprender a convivir con otras personas y comunidades distintas, a garantizar que esa diversidad exista y tome su propio rumbo, a que la diferencia se entienda como ingrediente y riqueza de la convivencia, aprendiendo a descubrirnos, a confrontarnos, a poner en relación nuestros pensamientos y sentimientos sin pretensión de uniformidad.

Un adorno para la colcha

A manera de cierre e imaginando esta pequeña colcha extendida, le pusimos un adorno sugerente. Es un cuento escrito por Anthony de Mello, y habla por sí solo:

 El mono que salvó a un pez

  • « ¿Qué demonios estás haciendo?», le pregunté al mono cuando le vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.
  • «Estoy salvándole de perecer ahogado», me respondió.


Comentarios para "Tres retazos de Empatía para una colcha colectiva"

  1. TERESA VELAZQUEZ GARDUÑO

    enero 25, 2018

    ESTO QUIERE DECIR QUE PODEMOS TENER RELACIÓN CON CUALQUIER TIPO DE PERSONA YA SEA DE CLASE BAJA,MEDIA, Y ALTA, Y SER AUTENTICA Y HABLAR DIRECTO, SIN TRABAS NI PREJUICIOS SOBRE TODO RESPETANDO A CADA UNA DELAS PERSONAS YA SEAN NIÑOS , ADOLESCENTES , ADULTOS MAYORES ETC. MI RETO CON LAS PERSONAS ES SABER ESCUCHAR, SABER EXPRESARME PORQUE SE ME COMPLICA. TAMBIÉN TENEMOS QUE SER AUTÉNTICOS, HABLAR DIRECTO, NO ESCONDER NADA. POR ESO HE TENIDO PROBLEMAS PORQUE SOY DIRECTA Y NO ME GUSTA OCULTAR LOS PROBLEMAS GRACIAS BUENAS NOCHES ESPERO ESTE COMENTARIO SE BUENO PARA SER MEJOR PERSONA

    • Iván Darío Chahín

      enero 30, 2018

      Hola Teresa. Gracias por tu comentario. En efecto, la empatía es posible con cualquier persona y en cualquier circunstancia. Eso no quiere decir que siempre se logre. Lo que sí se puede asegurar es que mientras que más nos ejercitamos en la empatía, aumentan las posibilidades de lograrlo cuando lo necesitemos. Y como la empatía es tan cercana a la comunicación asertiva, cuando las dos encajan es posible dialogar sin ofender, conversar para crecer.

  2. SANDRA ROJAS

    noviembre 4, 2018

    Es importante en los tres retazos de empatía para una colcha.
    En el primer retazo tener una conversación con una persona cercana o lejana o con la que compartimos todo o nada es un reto el poder compartir con la diversidad de personas ser tú entre los otros.
    Es dejar de estar presa y fluir entre los otros en la medida que fluyas permites que los otros fluyan. Sirve para ser tú y permites que los otros también sean más auténticos.

    • Iván Darío Chahín

      noviembre 6, 2018

      Sandra, gracias por tu comentario y por compartir tu aprendizaje. Ser y dejar ser, buena clave para refrescar y hacer crecer nuestras relaciones.

  3. Gerardo Corrales Guevara

    julio 24, 2020

    Gracias por compartir esta experiencia con el grupo del Transcurso, efectivamente la empatía se convierte en una herramienta muy poderosa y si la sabemos aplicar de la mejor forma podemos generar relaciones de mayor y mejor calidad, teniendo como principio los principios humanos más sinceros y positivos.

    El mundo sería mucho más feliz si pudiéramos entender y conectar al menos con quienes están en nuestro entorno. Y desde luego entender que toda las personas tienen una historia de vida que debemos respetar y ser solidarios en todos los casos que podamos.

  4. Nos muestra que para poder tener una buena conexión de empatia que hace más interesante es que se trata de aprender a convivir con otras personas ya sean de diversidad diferente que tiene cada persona.

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