¿Has visto una consola de sonido de las que se usan para producir música o hacer radio? Tiene varias clavijas con las cuales seleccionar lo que quieres destacar. Así puedes subir el volumen de la voz y dejar de fondo una guitarra suave, o solo percusión o voz. Con ella son posibles infinidad de combinaciones. Esta es una de las metáforas que ha utilizado Pete Docter en INSIDE OUT (o Del revés o Intensamente), la película producida por Pixar para Disney.
A la hora de aprender, tienen mucho valor las metáforas porque al usarlas podemos ver en nuestra mente las cualidades que tiene una cosa, en otra; en este caso, las de la consola de música, en la consola emocional de las personas. Al tener una pantalla, puedes ver, por ejemplo, cómo los hombros se te caen y te desanimas cuando sube la clavija de la tristeza; o cómo la tripa se te revuelve cuando sube la clavija del miedo o del asco. La pantalla de la consola emocional es nuestro cuerpo.
Si aprendemos a escuchar y a observar el propio cuerpo y el de las otras personas, a identificar las señales que nos envía constantemente, estaremos en el punto de partida del manejo emocional; sabremos darnos cuenta qué emociones y sentimientos suenan y danzan por dentro y podremos decidir a cuál subir o bajar volumen, o cómo mezclarlas a nuestra manera en nuestra consola emocional.
En 2015 vimos la primera parte de esta película donde transcurre la vida de Ryley durante la infancia, con una consola de 5 canales: el de la ira, el miedo, el asco, la tristeza y la alegría. En aquel momento, escribimos este post. En 2024, en la segunda parte, observamos a una Ryley con 13 años cumplidos, ingresando a su adolescencia y la consola aumenta a 10 canales. Se han sumado la envidia, la vergüenza, el aburrimiento, tímidamente la nostalgia y, arrolladoramente, la ansiedad.
Otras metáforas interesantes
Esta nueva versión viene cargada de más metáforas y personajes significativos para aproximarnos al mundo emocional humano, como la forma que gráficamente toman los recuerdos. Los pintan redondos, transparentes, como video-esferas en las que Ryley puede volver a verse protagonizando los capítulos vividos. Según hayan sido de su agrado, se guardan más cerca o más lejos y van conformando bellas montañas de diversidad de colores y tonalidades.
Junto a los recuerdos aparece la siembra de creencias. Empieza cuando el recuerdo de una vivencia se lleva al terreno propicio para sembrar, el de la identidad. Allí se deposita suavemente, y con el tiempo se cultiva hasta que germina cual cuerda musical o liana del bosque. Basta tensarla suavemente para escuchar la nota de un…” soy una buena persona” o, “no soy tan buena”. Con todo ello se construyen las islas de su personalidad que cambian día a día, según los recuerdos sembrados.
Señalemos que también tiene metáforas, como la del cuartel general, que valdría la pena jubilar y reemplazar por otra no bélica, capaz de enriquecer nuestro imaginario emocional.
La vergüenza
Otro recurso creativo es el personaje caricaturesco que da vida a la vergüenza. Es grande, rosa, inspira ternura y se le muestra tan capaz, como a todos los demás personajes. ¿Cuál es el potencial de esta emoción en particular que ha saltado a la escena en esta segunda entrega del film? En algunas culturas nos vendría bien sentirla con más frecuencia e intensidad, por ejemplo, a la hora de incumplir las reglas del juego en el deporte, en el tránsito vial, en la desigualdad social y, en general, en todos aquellos actos que representan abuso de unas personas sobre otras. Paradójicamente, en otras culturas nos convendría no sentirla tanto, para casos como los relacionados con la educación sex-timental.
La ansiedad
Otro personaje por destacar es el que representa a la ansiedad. En esta película la pintan como un torbellino, imparable, incansable, que no se calla y que termina por agotar el cuerpo habitado. ¿Es una emoción? ¿Aparece con la adolescencia? Estas son algunas de las preguntas que han entrado al debate tras la proyección de Outside 2. Lo que mejor ha hecho este film ha sido, justamente, poner en el centro de la conversación social este tema que incide en la salud mental de las personas y que tras la pandemia viene creciendo. Al igual que las demás protagonistas de esta cinta, la ansiedad es valiosa como información que necesitamos aprender a comprender y a manejar. ¿Qué la aumenta? ¿Qué la disminuye? ¿A qué presiones y situaciones del mundo exterior respondemos con ansiedad?
Aquí es cuando la metáfora de la consola, con su respectiva pantalla a la que llamamos cuerpo, nos ayudará a detectar su presencia. Si fuese prolongada, como con todas las demás emociones, es necesario fortalecer nuestra habilidad para mezclar, subir o bajar volumen y así evitar que una sola emoción lo gobierne todo, nublando el pensamiento, silenciando a las demás y haciéndonos olvidar que es en ese mix en donde está el camino.
Vamos siendo
Esta idea, que solemos utilizar a menudo en nuestras formaciones, queda implícita en Outside 2: a sus 13 años, Ryley no puede seguir siendo la misma que era cuando niña. Ahora es una adolescente y mañana será una persona adulta. Transformarnos es la tarea de la vida, adaptarnos a los nuevos acontecimientos, madurar creencias, pensamientos y sentimientos. Vamos siendo otras con las huellas que van quedando en nuestro ser en cada una de las etapas y de acuerdo con nuestras experiencias. De igual manera, las emociones que nos van habitando van siendo distintas como lo son también las maneras de manejarlas.Nos ponen en movimiento
“No debemos olvidar que los términos motivo y emoción se originan en la misma raíz latina moveré, que significa “mover”. En este sentido, las emociones son, literalmente hablando, lo que nos impulsa a alcanzar nuestros objetivos, aquello que moviliza nuestra energía, y nuestros motivos, a su vez, impulsan nuestras percepciones y modelan nuestras acciones”[i].
Para cerrar, viene bien recordar estas palabras de Daniel Goleman para dar valor a la conversación sobre la educación emocional. No se trata de silenciar las emociones, manteniendo sus clavijas siempre abajo. El arte, como el de un disc-jockey o DJ, es saber qué hay en cada canal (escuchar cada emoción), mezclar, hasta obtener esa música emocional que nos pone en movimiento y en dirección a lo que nos interesa ir siendo, según las circunstancias, según el cultivo de la propia identidad.
* GOLEMAN,D.(1999)La práctica de la inteligencia emocional. Editorial Kairós. Barcelona.124.
El tiempo sigue su curso, transcurre, a veces sin darnos cuenta. Como dice ese viejo danzón de Liliana Felipe, “todo pasa, hasta la ciruela pasa”. En un “abril” y cerrar de ojos, El TransCurso ha cumplido 12 años. Se trata del primer curso online de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, de Fundación EDEX, llamado así porque es una de las palabras para nombrar el paso del tiempo y eso es lo que, junto al entrenamiento, requieren las personas y las sociedades para lograr destreza a la hora de gestionar las emociones, tensiones y problemas; a la hora de pensar y de comportarse crítica y creativamente. Estas habilidades para la vida son como músculos que al fortalecerse permiten protagonizar relaciones de igual a igual, con empatía, sin violencia, desde la autodeterminación y la cooperación.
Quizás, lo que ha permitido no sentir el paso del tiempo es que cada una de las 30 ediciones realizadas en estos 12 años, ha sido única. Si bien los contenidos, el equipo docente y la pedagogía han ido transformándose gradualmente, son los grupos los que hacen de esta formación una experiencia singular. Su buen o mal resultado no lo determina únicamente la base que encuentran en la plataforma, con su diversidad de recursos. Son también los aportes de cada persona tras realizar los experimentos, son las maneras en que allí mismo, cada participante se relaciona e interactúa en los foros, utilizando estas habilidades.
Cada grupo que ha estado en El TransCurso ha sido diverso en nacionalidades, creencias, edades y oficios. Durante tres meses de sus vidas comparten con gente interesada en lo mismo: en aprender a construir espacios de confianza en la escuela, en el trabajo, en la familia, en sus comunidades; espacios donde las personas puedan expresarse, escucharse, estar o no de acuerdo, donde crean en el poder de la conversación y de la colaboración.
Ha coincidido que la fecha en la que El TransCurso inicia su primera edición en 2012, un 23 de abril, sea la misma en la que finaliza la trigésima edición, en 2024. En este enlace puede ver la celebración de esta docena de años.
Que sea esta una oportunidad para saludar y agradecer al grupo de Ex-TransCursionistas, de los 23 países que han sido parte de esta historia, y también a los diversos gobiernos e instituciones aliadas que la han hecho posible, especialmente a la Cátedra de Promoción de la Salud, de la Universidad de Girona, que conjuntamente con EDEX, certifica esta formación.
Como se ve en la programación de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, El TransCurso ya tiene previstas las fechas de dos ediciones más: la 31, en septiembre de este año y la 32, en enero de 2025. Esperamos seguir celebrando esta ruta que aporta a la promoción de la salud y al desarrollo humano y social. Uno de los retos propuestos hace 4 años, tras la publicación de Te leo y me Veo, se va logrando: enfatizar no solo en las transformaciones individuales sino también en las colectivas.
A veces creemos que nada podemos hacer frente a las desigualdades, violencias o dificultades psicosociales, sin embargo, desarrollando destreza en estas habilidades para la vida, estaremos en capacidad de no quedarnos de brazos cruzados y realizar mejoras o transformaciones graduales, pequeñas y a la vez significativas, al alcance de nuestras manos y de nuestras comunidades.
Las hay para llamar, para cocinar, para comprar, para orientarnos en un lugar que no conocemos, para adelgazar, para meditar, para aprender un idioma, etc., etc. Hoy las App o aplicaciones móviles intentan echarnos una mano frente a diferentes desafíos o necesidades que las personas tenemos. ¿Habrá alguna que promueva el entrenamiento de las Habilidades para la Vida? Sí, también la hay. Está recién preparada y ya puedes descargarla gratis y probarla. Se llama Sirimiri.
Imagina que un día en la pantalla de tu móvil aparecen unas pequeñas nubes. Las tocas suavemente y empiezan a caer gotitas, suaves, pequeñas, que se convierten en audios. Das clic en el play, escuchas una historia de un hecho cotidiano, de no más de un minuto y enseguida te aparece una propuesta para experimentar un comportamiento nuevo en tu vida cotidiana. Destinas una semana a hacer dicha prueba que te invitará a relacionarte distinto con alguien, con tu entorno o contigo. Luego, vuelves al móvil, lo tocas de nuevo y ahora se te abre una grabadora de audio en la que usando tu propia voz, cuentas lo que has aprendido con este experimento. Ese audio se aloja sólo en tu teléfono, nadie más tiene acceso a él. A la semana siguiente, haces lo mismo, ves la nube en la pantalla, escuchas, experimentas, reflexionas y evalúas así, cada semana, cómo va tu entrenamiento en tus Habilidades para la Vida.
Hemos de remontarnos al 2012, cuando Fundación EDEX puso en marcha la modalidad on line de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, ofreciendo la 1ª. edición de El TransCurso, un espacio virtual para formarnos en habilidades para la vida, que está próximo a concluir su XXX edición, tras haber compartido el entrenamiento en HpV con un alumnado compuesto por cerca de un millar de profesionales de muy diversas disciplinas y casi una veintena de países.
Al finalizar cada una de las ediciones, no son pocas las personas participantes que desean dar continuidad a aquellas 12 semanas de formación, conscientes de que, como sucede en el entrenamiento físico, no basta acudir unos meses al gimnasio sino que resulta necesario sostener la práctica en el tiempo. Desechada la posibilidad de crear un TransCurso Nivel II, en el seno del equipo internacional de docentes de la Escuela se fue gestando la idea de crear una App. Una aplicación disponible en los teléfonos celulares, sencilla y capaz de aportar a las personas, participantes o no en nuestros cursos, desafíos para mantener vivo su aprendizaje de estas habilidades psicosociales.
Lograrlo tenía de por medio un desafío: mantener la pedagogía propia de los cursos presenciales y virtuales de la Escuela, basada en la experimentación cotidiana de las posibilidades que las HpV pueden dar a cada persona y colectivo. Así, se ha perfilado una App que cada semana propone un experimento ligado a la vida cotidiana para que cualquier persona explore otra forma de relacionarse consigo misma, con las demás y con sus entornos. Con esta práctica periódica logrará un ritmo que le permitirá sostener en el tiempo su capacidad para reconocerse siempre cambiante, como lo son sus entornos, las personas y las condiciones en las que construye la vida.
Al plantearnos el reto de hacer una App, decidimos optar por el lenguaje sonoro que permite “ver” con los oídos. De esta manera, hemos dejado descansar a los vídeos y a la escritura, habituales en El TransCurso, y creado una App sonora para escucharnos y hablarnos al oído, con pausa e imaginación, invitando a la reflexión desde la emoción.
En efecto, a partir de relatos cortos dramatizados abrimos la puerta a las invitaciones que nos hacen los experimentos. Al final de cada uno de ellos se ha adicionado un momento de pausa, clave en el proceso de aprendizaje en el que cada persona dialoga consigo misma sobre lo que facilitó o dificultó su proceso, en el marco de la confidencialidad. Esos registros propios quedarán sólo en el teléfono de quien descarga la App, sin acceso alguno para quienes la hemos creado y gestionado, quienes no tenemos otro interés que facilitar procesos de crecimiento personal y comunitario.
Faltaba ponerle un nombre que hablara de ese proceso lento que implica entrenar estas habilidades para la vida. Por eso, echamos mano de lo que en el País Vasco llamamos txirimiri, esa llovizna persistente que parece que no moja pero que, poco a poco, nos va empapando. La metáfora nos gusta: se trata de un leve remojo cotidiano que lleva de la mano 12 experimentos, que solo es posible realizar a razón de uno por semana para que ese saber-hacer vaya calando en nuestro interior. De ahí su nombre: Sirimiri, lluvia de experimentos para refrescar la vida. Disponibles 12 experimentos, sin coste alguno, en las tiendas de Android y Apple. Búscala.
En dos de los lugares que he visitado (Valladolid y Gran Canaria) durante estos días de gira por España, como integrante del equipo técnico de Fundación EDEX, hemos cerrado las 8 o 10 horas de trabajo en grupo, con la inspiración de aquello que Albert Einstein solía decir: “comprendes realmente algo cuando eres capaz de explicárselo a tu abuela“. Han sido encuentros de formación girando en torno a la conversación, pedagogía por la que hemos optado, desde hace ya cerca de 20 años, para aprender y enseñar Habilidades para la Vida. Nos complace la oportunidad humanizante que esta pedagogía conlleva a la vez que en ella misma hay siempre espacio para la práctica de las 10 destrezas psicosociales que propone este enfoque.
Te invito a asomarte a estos relatos con los cuales, además de conversar y recordar a estos seres clave en nuestras historias, hemos evaluado lo que han sido estos talleres con los equipos de profesionales que aportan a la promoción de la salud de sus comunidades. Enhorabuena para todos. Aquí dejo sólo una docena de ellos, tomados de más de 40 que me llevo como tesoros en mi chistera. Muchas gracias al Servicio de Promoción de la Salud del Gobierno de Canarias y de la Junta de Castilla y León:
La próxima semana en Sestao y Portugalete, en el País Vasco.
Cada vez que ponemos en juego las 10 habilidades para la vida (hpv) se nos abre un conjunto de invitaciones que resultan especiales porque amplían nuestra capacidad humana. Aquí, dos de ellas:
Escuchar
La primera de estas invitaciones: ESCUCHAR, así en mayúsculas, usando conscientemente nuestro par de orejas, que implica en simultánea dejar en pausa la lengua un buen rato para no cortar el impulso que trae el río de la expresión de la otra persona. En las diferentes formaciones que facilitamos, presencial y virtualmente, trabajamos en ello, porque, generalmente, a la hora de comunicarnos tenemos más horas de entrenamiento hablando que escuchando, y es muy grande la tentación de interrumpir, de aconsejar y, sobre todo, de juzgar, ya sea para alabar o condenar, para celebrar o alertar.
Salir del juicio
Cuántas veces al día nos atormentamos juzgándonos a nosotras mismas por lo que hicimos o dejamos de hacer, de ser o de sentir. Cuántas más, atormentamos a otras personas juzgándolas también: que así no, que te has equivocado, que eres injusta, que estás muy delgada… Esta es la segunda invitación que nos deja el ejercicio de las habilidades para la vida: guardar el dedo acusador y señalador de lo que desde nuestro punto de vista no está como creemos que debería estar. Salir del juicio es dejar de intentar abrirle los ojos a las otras personas que no han visto “mi luz”, lo que nos acerca al fanatismo. En esta entrevista, le preguntan a Amos Oz cómo curarnos de esta enfermedad y él responde que bastará con llenarnos de curiosidad y de asombro, las dos raíces que sostienen la creatividad.
No sólo empatía
A simple vista estas dos invitaciones – escuchar y salir del juicio- nos permiten protagonizar la empatía, y con ella establecer relaciones interpersonales gratas y respetuosas. Si lo vemos con otros ojos, también nos abren la puerta a todas las demás habilidades para la vida. Eso tienen estas destrezas psicosociales: están conectadas, se jalonan entre sí, sin saber muchas veces cuándo pasamos de una y entramos a otra. Ser capaces de no darnos tanta importancia porque la tenemos por igual todas las personas, facilita que además sean relaciones entre iguales que no se opacan ante el pensamiento único e irrefutable.
Sin embargo, no es tan evidente la incidencia de esta dos invitaciones en la creatividad, una de las habilidades para la vida a la que no se le suele dar la importancia que merece, a la que se ve únicamente como atributo del mundo del arte.
También creatividad
Crear, creernos con capacidad para adaptarnos, para transformarnos y transformar el entorno, se nos dará mucho mejor cuando decidamos salir de la censura propia y ajena. Sobre estos temas giran los aportes que nuestra colaboradora Virginia Imaz Quijera nos ha hecho en la 8ª. Edición de Con otros ojos, curso en línea de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida.
Con ella, y desde su experiencia como educadora y artista, vamos descubriendo cómo se nos dificulta a las personas no ser creativas, que todas lo somos y que los mayores boicoteadores de esa capacidad de crear-nos es el juicio (inicial y final), el miedo al qué dirán. Un ambiente que nos saque de ese modo será un espacio tranquilo, de paz. Como lo expresa Virginia, será lo más parecido a estar en el paraíso.
Escucha aquí un extracto de lo que fue su visita del pasado 3 de junio con este grupo.
Nuestro deseo para 2023 va por esa línea. Desde la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, de Fundación EDEX, queremos seguir apostando por el bienestar no solo individual sino también colectivo. En enero comenzaremos nuestros cursos presenciales y en línea enfocados a fortalecer esa capacidad que las personas podemos desarrollar para no solo vivir bien sino sobre todo para sentir que nuestra existencia tiene sentido. ¿Cómo construimos nuestro sentimiento de existir?
Robert Neuburger, escribe: “se trata en esencia de las relaciones que establecemos con los demás y aquellas que los demás establecen con nosotros, así como de nuestra pertenencia a grupos que nos reconocen y nos aceptan“*. Un colectivo o una persona que se entrena en las 10 habilidades para la vida, es capaz de protagonizar relaciones de igual a igual, más gratas, basadas en el cuidado. Puede empezar por transformar aquellas que tiene consigo misma y continuar con las que tiene con las demás personas en la familia, el trabajo y la comunidad. Es en el escenario de las relaciones en donde estas habilidades hacen su mejor aporte.Te invitamos a sumarte a ese deseo de mirarnos en plural, junto a otras personas, aportando a su bienestar y recibiendo lo propio de ese acto colectivo.
Así, con todo listo para recibir este 2023.
Felicidades.
—–
*Robert Neuburger. Existir, el más íntimo y frágil de los sentimientos. Pág. 9. Editorial Kairós. 2022.
El TransCurso se nutrió de experiencias previas de formación presencial que Fundación EDEX había desarrollado desde 2002 desde la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Ellas nos habían mostrado que las claves para aprenderlas y enseñarlas estaban en diseñar propuestas interactivas, de escucha, con entrenamiento y entretenimiento, con reflexión y espacios de expresión donde fueran las personas las que le encontraran sentido a las HpV en su vida personal, laboral y ciudadana.
Tomando en cuenta que se trataba de un curso en línea, estas claves se adaptaron al lenguaje multimedial y a las facilidades de interacción que permite este escenario. Hoy, cuando promovemos su XXVII edición, se aloja en nuestra Escuela junto a otros cursos como La Aventura de la Crianza, Prevención con “P” de Personas y Con Otros Ojos, este último incorporado durante la pandemia.
Una manera particular de hacer formación en línea
Desde la primera edición guardamos con celo la riqueza de aprendizajes, palabras, preguntas, llantos e ilusiones que las personas participantes iban compartiendo con generosidad, sin juzgarse ni a sí mismas ni a las demás personas, motivadas por la fuerza de la conversación. Intuíamos la existencia de una mina llena de saber-hacer sobre las HpV.
En 2019 fuimos a nuestra bitácora y nos dispusimos a leer testimonios de las 686 personas que realizaron El TransCurso en las 18 ediciones de sus 7 primeros años. El hallazgo más interesante fue el de los caminos propios: no hay recetas ni fórmulas sino personas y organizaciones capaces de hacer su mezcla de las HpV, dándole su particular desarrollo, como quedó reflejado en Te leo y me veo, la memoria que recoge una muestra de la riqueza encontrada al volver sobre lo escrito.
Lo interesante es que este alto grado de interacción se dio entre personas desconocidas entre sí, en la mayoría de los casos, partícipes de culturas lejanas y distintas, algunas muy comunicativas, otras silenciosas; personas de las que no sabíamos sino un nombre con una pequeña foto al lado. La conexión fue posible porque en dicha pantalla aparecían los relatos de seres humanos que se parecían entre sí; eran como ventanas a las que la curiosidad invitaba a asomarse para apreciar la diversidad de formas que hay de ser personas.
Una nueva década con impulso renovado
Comenzamos esta segunda década del capítulo en línea de nuestra Escuela, habiendo compartido aprendizajes con un total de 1.881 personas, de 21 países, en un total de 46 ediciones de nuestros cuatro cursos. Una década en la que la colaboración de numerosas personas, administraciones públicas y universidades ha sido fundamental para alcanzar buena parte de nuestros objetivos, consolidar un equipo internacional al frente de las tutorías y equilibrar las finanzas que hacen de la Escuela una iniciativa sostenible, al punto de que nos ha permitido conceder 611 becas a organizaciones del tercer sector de acción social, la mayor parte de ellas por el total del coste de la matrícula.
Una nueva etapa en la que la modalidad en línea se verá enriquecida en breve, con la incorporación de dos nuevos cursos: La Aventura de la Vida, que acompañará a maestras y maestros que aplican el programa de igual nombre, y Entre adolescentes, curso para agentes que trabajan educacionalmente con este grupo de edad.
Un nuevo tiempo, ahora que lo peor de la pandemia ha pasado, que nos permite retomar el encuentro piel con piel con quienes desean compartir la experiencia de aprender y enseñar Habilidades para la Vida. Así ha sucedido recientemente en Puerto Rico y en México, y así ocurrirá a lo largo de los meses de octubre y noviembre, cuando nos encontraremos con agentes de salud, educación y acción social en Coimbra, Lisboa, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Córdoba, Valladolid, Bilbao, Portugalete, Sestao, Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona y Zaragoza.
Finalizando el 2021, anunciamos el 30 aniversario de cooperación para el desarrollo mutuo de Fundación EDEX. Hoy les contamos cómo hemos vivido una de las iniciativas incluidas en dicho marco, realizada entre el 21 de febrero y el 2 de abril de 2022.
Celebrar juntándonos
Tras revisar algunas maneras de hacerlo, apostamos por la oportunidad de encontrarnos en el marco de la sexta edición de Con Otros Ojos, uno de nuestros cursos en línea. Convocamos a personas de 26 organizaciones amigas de 14 países con las que hemos podido colaborar en el pasado, en el presente y con las que esperamos seguirlo haciendo en el futuro.
A cada una de ellas ofrecimos becas que facilitaran la dicha del reencuentro. Algunas centran sus acciones en prevención del abuso de drogas, otras en apoyar el desarrollo juvenil, promover salud, derechos de infancia, igualdad; algunas se concentran en el mejoramiento de la educación y la transformación de los entornos desiguales e inequitativos. Todas ellas metidas bajo esa sombrilla grande del desarrollo humano que entiende a las personas y comunidades como protagonistas de sus existencias, un desarrollo humano visto como “aumento de la capacidad humana para actuar según el propio criterio…los individuos pueden configurar su propio destino y ayudarse mutuamente. No tienen porqué concebirse como receptores pasivos de las prestaciones de ingeniosos programas de desarrollo”, tal como lo expone Amartya Sen en su libro Desarrollo y Libertad.
Cooperar Con Otros Ojos
El curso inició el 21 de febrero con 40 profesionales de dichas organizaciones: 12 hombres y 28 mujeres. Puede sonar un poco extraño porque las personas se juntan a celebrar en un bar, en un restaurante o van al cine. En este caso lo hicimos, simbólicamente, en el marco de un curso que propone aproximarnos a la realidad Con otros Ojos.
Con Otros Ojos es una formación en línea en donde se parte del principio de que cada mirada humana da cuenta de una parte de la realidad, que al juntarlas y ponerlas a dialogar pueden dar origen a saberes y acciones nuevas, en lo personal y lo colectivo. Se trata de un diálogo en el que las partes se relacionan, de igual a igual, con tiempo para que cada quien se exprese y escuche, con espacio para crear puntos de conexión y desconexión, para ser capaces de construir algo que se nutra de los distintos puntos de vista pero que no sea ninguno de esos puntos de vista. Parecido al tipo de cooperación por la que hemos apostado, que no transfiere, sino que construye. Algunos aportes que fueron apareciendo en los foros lo confirmaron:
Habilidades para transformar nuestras vidas
Así, en plural y singular. Las habilidades para la vida, motor de aprendizaje de nuestros cursos, sirven para eso, para transformar cooperativamente la manera en que nos conectamos, relacionamos y convivimos. Es en el plano de las relaciones en donde podemos ver el fruto de este aprendizaje. Les dejamos con este extracto de lo que fue el evento de cierre de la sexta edición de Con Otros Ojos, a cargo de nuestro amigo y colaborador Eric Chartiot, con su espectáculo, la magia de la vida. En la agenda hemos ido colocando nuevas celebraciones y encuentros que les iremos compartiendo. Nos gusta celebrar estos 30 años y aprovecharlos para aprender más sobre esto de cooperar para el desarrollo humano mutuo.
El 15 de noviembre terminó satisfactoriamente la quinta edición de Con Otros Ojos y de igual forma, el 12 de diciembre, finalizó El TransCurso, Edición XXV, dos cursos en línea que hacen parte de la oferta de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, de Fundación EDEX.
Con palabras tomadas de las evaluaciones del proceso vivido por estos dos grupos, hemos construido este post que da cuenta de lo aprendido:
Los contenidos y los experimentos
“¡La verdad que me han encantado! Y cada uno de los experimentos me ha ayudado a evaluar y analizar cada área de oportunidad que tengo que trabajar en mí”. “Me ha gustado el equilibrio entre lo científico y lo humanista”. “Es lo que marca la diferencia con otros cursos”.
En paz
“Antes creía que era un ser humano robando aire en el mundo, simplemente. He podido ver que estoy en el mundo para aprender. No todo tiene que salirme bien siempre”. En este corto vídeo, un joven de Costa Rica nos cuenta cómo es que ahora “afronta los problemas con otros ojos“.
Relaciones renovadas
En estas semanas las personas han notado transformaciones significativas en las relaciones con el hermano, la madre, el esposo, el cuñado, la prima, los vecinos, con el tiempo y consigo mismas, como lo reafirma este testimonio procedente del País Vasco.
Me sentí
“Leído”; “Cuidada”; “Motivada”; “Muy bien. Fue algo difícil hablar de mí, pero una vez que se hace, se siente bien y relajada”.
Proyecto social
Así como algunas personas cambian su mirada sobre si mismas y sus problemas, las hay también que proyectan su mirada sobre su relación con el entorno social en el que habitan, en su rol profesional y ciudadano, como lo cuenta esta participante desde Chile.
Me gusta la metodología
“Uno puede trabajar de acuerdo con su horario y compartir y leer comentarios de otros; es muy enriquecedora y agradable”.
Nostalgia
“Me voy triste y feliz. Triste porque acaba y feliz porque me han ayudado a crecer en
conocimiento y como persona. ¡Muchas gracias!”
Son para toda la Vida
“No son contenidos para mes y medio” ni para tres meses. Estas semanas de formación en nuestra Escuela, son sólo el comienzo del entrenamiento. La evaluación que han hecho estos grupos deja ver que cada persona, con la ayuda de las demás, ha trabajado con interés, disfrute y entrega en lo que implica cuadrar sus propios lentes para ver la vida con los ojos de estas 10 Habilidades para la Vida. Como ha dicho una participante, “las Habilidades para la Vida llegaron a mi vida para quedarse”.
Han sido grupos diversos: en Con Otros Ojos, participaron 15 personas procedentes de Colombia, Costa Rica, Cuba, Brasil, España y México; con edades entre los 20 y los 50 años; unas, estudiantes de primer año de universidad; otras con trabajos enfocados al bienestar social. Así, ya son 150 las personas que han vivido esta experiencia. Y en El TransCurso, han participado 30 personas de Chile, Costa Rica, España, Honduras, Nicaragua y México, en edades similares, con las que nos aproximamos ya a las 1000 personas en estas 25 ediciones realizadas.
Para ser capaces de afrontar lo inesperado
La salud, como lo escribiera Alejandro Jadad, “no es un estado completo de bienestar, es la capacidad que tienen las personas o comunidades de gestionar aquellos desafíos físicos, mentales o sociales que se les presenten en la vida”. Las habilidades para la vida que trabajamos en nuestros cursos son herramientas para aumentar dicha capacidad (emocional, social y cognitiva). En este enlace puede ver la programación para el primer trimestre del próximo año. Las matrículas están abiertas.
Feliz navidad y próspero 2022
Así hemos querido despedir este 2021, recordando muy despacio algunas palabras de despedida que nos han dejado este último trimestre del año en nuestra Escuela. Para todas estas personas y para quienes lean este post, van nuestros mejores deseos para que estas celebraciones de fin de año sean vitales, que las vivamos con la templanza necesaria para gozar en el marco del cuidado. ¡Y mucha salud!
¿Cómo regresaré a casa? Esta pregunta brota del interior de PK, un extraterrestre a quien, recién aterriza en la Tierra, le roban un llamativo collar que contiene el control con el que podrá regresar a su planeta. Alguien le aconseja ir hasta Delhi, a miles de kilómetros, donde seguramente podrán pagar al ladrón por esta joya. Allí pide ayuda a un policía para recuperar su collar, quien al enterarse de que el robo ha sucedido en un poblado lejano le dice: somos humanos, no dioses. A partir de esa escena se desata la trama de esta película de la India.
En busca de dios
PK comienza a recorrer las calles de Delhi en busca de dioses. Cada pregunta obtiene respuestas similares, al estilo de “sólo dios puede ayudarte”; “entrégate a dios y tendrás éxito”; “solo dios lo sabe todo”. En su planeta no existe nada así y su asombro aumenta cuando descubre que alguien vende imágenes de dioses en una calle: – Necesito un dios para llevar; – ¿De qué precio? Hay de 20, 50, 100, 500; – ¿Qué diferencia hay entre el dios de 20 y el de 500? – Solo el tamaño, lo demás es igual.
Con dios materializado en una estatua, PK decide ponerlo a prueba pidiéndole comida. Tiene hambre. Mientras espera a que le llegue el alimento, extiende sus manos, sentado en el suelo, en la calle, con sus ojos cerrados. Alguien que pasa por allí pone un pan en sus manos y PK confirma la efectividad de esta imagen de dios, con lo cual decide pasar a la petición más importante: – Dios, robaron mi control para volver a casa. Por favor, encuéntralo. Cierra sus ojos, extiende las manos y nada. Esta vez no funciona. Cree entonces que se le ha acabado la batería a la estatua que ha comprado y regresa a reclamarle al vendedor:
– No hago cosas imperfectas; – ¿Cómo así? ¿Usted hizo a dios o dios lo hizo a usted?; – Nos hizo a todos, yo solo hago sus estatuas; – ¿Por qué las estatuas? – Para adorarlo, para expresar nuestros problemas; – ¿Tiene un transmisor por dentro? ¿Cómo puede oírnos?; – Dios no necesita un transmisor. Oye directamente; – ¿Y por qué la estatua? – ¿Qué le pasa? ¿Quiere arruinar mi negocio? ¿Tiene algún problema? – Me robaron mi control, señor, le pido a dios que lo encuentre pero no responde; – ¡¡¡¿Qué dice? ¿Está borracho?!!!
¿Ebrio?
Sus inusuales preguntas, su particular manera de relacionar la información que va obteniendo, su deseo de comprender cómo funciona todo en este planeta, tan diferente al suyo y su apariencia en general, hacen que todos le llamen Peekay (PK), que en hindi significa borracho. Estas dos letras dan nombre a este film indio que en el 2015, año de su estreno, fue la película más taquillera de la historia en ese país. Los escándalos, polémicas y prohibiciones que suscita, ayudan a aumentar el interés en ella.
Recurso pedagógico
Los extraterrestres como PK han sido recurrentes en el cine y en la pedagogía cuando queremos escarbar un poco para comprender costumbres, creencias, ideas que, a veces, no admiten cuestionamientos. Recuerdo mi primer taller de género, en Quito, en el que la facilitadora utilizaba un recurso similar: “¿cómo le ayudamos a comprender a un extraterrestre, que acaba de aterrizar en nuestro planeta, qué diferencia a un hombre de una mujer?” Así pone ese gran recurso pedagógico sobre la mesa (una pregunta abierta con extraterrestre incluido) y el grupo agrega la materia prima necesaria para contrastar, pensar y conversar. Los saberes, poco a poco, van siendo cuestionados en la medida en que cada persona se anima a lanzar su propio punto de vista. Un taller inolvidable.
Pregúntame lo que quieras
Niñas y niños, recién llegados a este mundo, son eso, extra-terrestres que todo lo quieren comprender. Migrantes que llegan a otras culturas, también lo son. Necesitan preguntar sin temor, como el novio o la novia en casa de su familia política o la persona recién contratada en la empresa. Con tanto extra-terrestre suelto (léase personas con deseos de comprender lo que les rodea) necesitamos más y más terrícolas que sepan decir, pregúntamelo todo, como lo hace PK con la periodista de este film.
Poco a poco ha de llegar ese día en que preguntar no sea leído como estar ebrio o loco, o como sinónimo de sabotaje o irrespeto, sino como ese intenso deseo de aprehender el mundo. Ese día la educación se saldrá de las instancias educativas y dejaremos de repetir y de obedecer tantas cosas que como loros repetimos, no solo con palabras sino también con comportamientos. Este tipo de procesos son los que facilitamos en nuestros cursos cuando nos entrenamos en las habilidades para la vida, especialmente en el pensamiento o comportamiento crítico.
En 1948, la OMS define la salud como “el estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad”. En 2008, Alejandro Jadad, asegura que desde ese marco de referencia ninguna persona puede ser calificada como saludable y es cuando la redefine diciendo que es “la capacidad de las personas o de las comunidades de adaptarse, o para gestionar los desafíos físicos, mentales o sociales que se les presenten en la vida”. Desde este punto de vista, Antonia Brico fue una persona llena de salud, capaz de afrontar tres desafíos tan importantes como los que listo a continuación:
Hija de emigrantes neerlandeses que llegan a USA en busca del sueño americano en los años 20, la pone en desventaja. En su casa y en las de sus vecinos, la comida y la vida digna escasean. Por suerte, su padre barrendero rescata un día un viejo piano de la basura con el que Antonia puede saciar su sed de música. Ella se rebusca en diferentes trabajos el dinero para aportar a la economía familiar, ahorrar, estudiar y afinar su talento.
Su segundo gran desafío en la vida aparece antes de los 20 años. De buenas a primeras, en tono de reclamo y de boca de quien cree su madre, se entera de que su progenitora la vende al mejor postor a los 2 años. Que su verdadero nombre no era Willy sino Antonia, marca el inicio de su nueva historia.
Para una mujer de su época solo eran válidas dos acciones: casarse y tener hijos. Ser directora de orquesta, como ella quería, era demasiado para no ser hombre. Su tercer gran desafío fue serlo sin dejar de ser mujer. Su fortaleza estuvo en empeñarse en ello, en subir el volumen de su propia voz y de su propio deseo para frenar las voces que gritaban imposibilidad, agresión, abuso y desprecio. Logró su objetivo: dirigir orquestas, sobre todo la de su propia vida.
No es fácil dirigir nuestra propia orquesta, gozar de una salud así como la de Antonia. Pero es clave. Un camino para ello está en entrenarnos desde la infancia y hasta siempre en estas 10 Habilidades psicosociales para la Vida que trabajamos en nuestra Escuela. Con esta musculatura fortalecida podremos reconocer, crear, fortalecer y usar los recursos con los que contamos individual y colectivamente para afrontar desafíos como los que la vida le puso a Antonia. Es claro que muchas personas y circunstancias quisieron abusar de ella. Lo que no es tan claro es que ella nunca quiso abusar de ella misma. Una forma muy normalizada que tenemos las personas de abusar de nosotras mismas es renunciar a nuestros talentos, archivarlos, sacrificarlos, postergarlos. Ella se empeñó siempre en eso, en poder ser ella misma, a pesar de las circunstancias.
Conoce nuestros cursos. Pronto iniciará uno de ellos.Hace unos meses me crucé con Gloria, una exalumna de nuestra Escuela. Participó en la 2a. Edición de El TransCurso en 2012 y nos hicimos una cita en zoom para conversar sobre cómo había vivido su formación en Habilidades para la Vida y qué había pasado desde entonces:
– Gloria – Ex – TransCursionista: “Yo me apunté medio obligada en El TransCurso. La primera semana escribía por escribir hasta que la tutora se dio cuenta que me faltaba la esencia, me escribió y me metí. Fueron tres meses de crecimiento personal bestial. Me costó entrar pero gracias a la ayudita que me dio la tutora, entré y realmente lo viví”.
– Gladys: ¿Por qué crees que estabas así al comienzo?
– Gloria – Ex-TransCursionista: “Soy una persona educadora que estoy siempre al servicio de los otros y uno no se da cuenta que tiene que comenzar por uno mismo. Esa fue la gran revelación del curso. Y así lo hice. Empecé por mí misma. Y de hecho, lo terminé y aún me estoy formando. Ahora estoy estudiando educación emocional. Fuisteis mi fuente de inspiración, de verdad. Este trabajo creo que no acaba nunca”.
¿Cuánto tiempo se requiere para autoconocerse, para sintonizar con lo que queremos en la vida, con el tipo de persona que nos interesa ser y no ser, para identificar con qué recursos personales y sociales cuento para lograrlo? Como nada es inmóvil y los vientos no siempre estarán a nuestro favor, transformarnos, adaptarnos a nuevas circunstancias, necesidades o deseos, nos dará la posibilidad de seguir volando. Por eso, formarnos en Habilidades para la Vida no es un asunto de tres meses ni de seis años. Quizá, como lo dice Gloria, no termina y está llena de muchos “empiezos”, como la espiral.
Nuestra Escuela está disponible para que tengas un buen comienzo en esto de aprender a conectar contigo, con otras personas y con tu entorno social. Conoce la programación.
El cine, sin entrar a calificar si el bueno o el malo, es una de las fuentes que alimenta nuestra labor pedagógica en la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. En él se cuela la vida cotidiana, escenario por excelencia para aprender sobre comunicación asertiva, manejo de emociones y sentimientos, de problemas y conflictos, de relaciones interpersonales, de autoconocimiento y demás destrezas psicosociales. En el marco del Día internacional de las familias que se celebra este mes, dejamos caer aquí esta primera historia sacada de la pantalla para conversar:
Un haiku y un vídeo
A la profesora de lengua le llama su atención lo que escribe en clase una de sus alumnas: “Ave presa soy/Mi madre, mi dulce carcelera/Madre, déjame volar”. No le da importancia hasta que el profesor de historia le cuenta un día sobre un vídeo muy particular que Nando, hermano de la autora de este haiku, ha realizado en su hora de clase. En el mismo, muestra a su madre a la altura de reconocidos dictadores que busca la máxima opresión de sus hijos: “Harás lo que yo te digo”. (Escena de Yes day)
¿Cómo logra una familia inspirar metáforas como la de la prisión y la guerra o como la de la paz, o la confianza? Estas son algunas de las preguntas que nos acompañan en las ofertas formativas de fundación EDEX. Tener una familia no garantiza disfrutar de relaciones saludables. En algunos casos, al interior de ellas se cuecen todo tipo de violencias.
Algunas personas, de diferentes épocas y lugares, a medida que se van haciendo adultas, van identificando la necesidad de transformar las relaciones que han construido con sus familiares a lo largo de su infancia y adolescencia con el fin de mejorar integralmente sus vidas. Son huellas que suelen afectar las relaciones que tienen consigo mismas y con las demás personas.
Relaciones familiares
La pedagogía que trabajamos a la hora de acompañar los procesos de las personas que participan en nuestros cursos, parte de precisar tres metas retadoras: qué aspecto quiere transformar de la relación que tiene consigo misma; cuál de la relación que tiene con otra persona y cuál de la relación que tiene con su comunidad más cercana. Después de doce semanas, en el caso de El TransCurso, de seis en el caso de Con Otros Ojos y de cuatro cuando se trata de La Aventura de la Crianza, las personas perciben avances en sus relaciones familiares de este estilo:
Muchos más
Estas voces anónimas aquí compartidas son de hombres y mujeres entre los 19 y los 65 años, tanto de España como de países latinoamericanos, principalmente de México, Costa Rica y Colombia. Solo 10 como ejemplo, pero son muchísimos más los avances en sus relaciones familiares que nos reportan las casi 3 mil personas usuarias de nuestra Escuela. Son pasos que se vienen dando desde diferentes roles: de madres hacia sus hijos o de hijas hacia sus padres, de hermanos hacia hermanas y viceversa. Es interesante y emocionante ver que, sin importar la edad, nos empeñamos en mejorar las relaciones con nuestros familiares.
¿Quieres ser mi papá?
La celebración del Día internacional de la familia es una buena oportunidad para recordar que las Habilidades para la Vida nos permiten fortalecer, abonar, podar o arrancar de nuestro jardín las relaciones familiares que lo requieran. Sí, arrancar. A veces se han marchitado por ausencias o por violencias. Terminar, apartar, distanciar, olvidar, son también caminos tan válidos como el del sostenimiento. Es lo que ha hecho Vicenza, la protagonista de este film brasilero con su padre biológico. A veces, como le sucede a esta chica de 18 años, es posible tejer fuertes y bellos vínculos no mediados por la sangre. Familiar quiere decir cercano, hoy, presente, promotor de mi bienestar, persona positivamente significativa. Por ahora, les dejamos con las ganas de ver esta segunda historia brasilera ambientada en Santa Teresa, un emblemático barrio de Río de Janeiro. Buen provecho.
PRIMERA ESCENA
La mesa está puesta y la familia en pleno espera a que Brigitte sirva la cena de navidad. Al ver la comida, la abuela Hilde propone: – “¿Por qué no cocinar algo distinto?” – “¡Mamá!, Las papas y las salchichas son nuestra tradición. Es lo que comíamos cuando era niña“; – “La tradición no es excusa“, añade Hilde. “Comíamos eso porque tu padre gastaba todo el dinero en alcohol“.
Esta pequeña escena del segundo episodio de la miniserie alemana Visita de navidad (ÜberWeihnachten) nos muestra a
la vida cotidiana luciéndose como uno de los recursos pedagógicos más valiosos
para advertir cómo es que se relaciona una persona consigo misma, con otras y
con su contexto. Qué apasionante darse cuenta de lo mucho que desconocemos
sobre el origen de nuestras tradiciones. Una pregunta elemental como la
de la abuela Hilde, resulta crucial: “¿por qué no cocinar algo distinto?”.
Con ella surge una historia capaz de permitirnos modificar algo que quizás ya
no tiene sentido conservar.
Este es un ejercicio interesante cuando comienza un nuevo año o cuando
queremos reiniciar nuestras vidas: hacer un listado de costumbres y tradiciones
de todo tipo, no solo gastronómicas, sobre todo, de esas que socialmente nos
dicen cómo comportarnos con las personas de otra edad, género, orientación
sexual, condición económica o de otra capacidad funcional. Son infinitas,
también, las tradiciones que tenemos a la hora de amar, odiar o de afrontar
dificultades.
“El primer y gran cambio con este curso ha sido preguntarme todo, darle
lugar a tantas nuevas y posibles respuestas. Esto me ha llevado a vincularme
más libremente y a sentirme así en varias ocasiones”. (Participante –
El TransCurso – Edic.XXIII)
SEGUNDA ESCENA
Dylan tiene 5 años. Solo quiere lanzar con fuerza la pelota contra la pared. Su hermana mayor cree que lo hace porque está enojado con su mamá por haber dejado la ciudad en la que vivían y con ella a sus amigos del cole y a su abuela. Siente que nadie lo escucha y por eso no quiere escuchar a nadie. Un día, Daniel, el vecino, mientras ayuda en la reparación de la casa a la que se han mudado, le hace una pregunta al chico intentando dar conversación: – Qué mata más gente, ¿Los cocos o los tiburones? Transcurrieron muchos días para escuchar su respuesta. Dylan necesitaba indagar primero si Daniel era o no digno de su confianza.
¿Cómo saber si alguien es una persona de fiar? ¿Sabes si tú lo eres? La comunidad de vecinos sabe que Daniel lo es y por eso es un actor clave en el manejo de los problemas y conflictos que allí viven un grupo de jóvenes y también, familias como la de Katie, la madre de Dylan, que responde sola por sus hijos.
Esta segunda escena, tomada de la película inglesa Yo, Daniel Blake, nos acerca al sentido que tiene fortalecer nuestras Habilidades para la Vida y con ellas, esa parte ciudadana que es un determinante social de nuestro bienestar individual. ¿Qué tanto nos interesamos e involucramos en el mejoramiento de la calidad de vida de otras personas que no son parte de la familia o de nuestro pequeño círculo de amistades?
“En mi relación con la comunidad me propuse en este curso plantar
verduras, hortalizas y frutas en el espacio más cercano a la casa. He hablado
con la AAVV y no se oponen, al contrario, nos ayudarán con algunos materiales y
hemos acordado esperar a la primavera ya que van a hacer obras cerca de ese
espacio. Una vecina también se ha animado a hacerlo en el espacio de delante de
su casa”. (Participante – Con Otros Ojos 3a. edición)
TERCERA ESCENA
Esta última escena puede ser la tuya. Anímate a participar en alguno de los cursos que ofrecemos este inicio de año con los cuales podrás aumentar tus capacidades para protagonizar nuevas costumbres en tus relaciones laborales, familiares, ciudadanas y las que tienes contigo. Las puertas están abiertas para que formes parte de alguno de estos grupos. Haciendo clic en el enlace de cada uno, revisa fechas, objetivos y precios:
Con Otros Ojos – 4ª. Edición: Inicia el 15 de febrero Prevención con “P” de personas – 7ª. Edición: Inicia el 15 de febrero La Aventura de la Crianza – 5ª. Edición: Inicia el 12 de abril. El TransCurso – Edición XXIV: comenzó el 25 de enero. Esta es la primera edición en la que los contenidos están en castellano y catalán, gracias al apoyo de Dipsalut. La próxima edición iniciará el 20 de septiembre de 2021.Con varias escenas de la vida cotidiana tomadas del cine, de la música, de
la literatura y de la prensa iberoamericana, podrás disfrutar mientras te
entrenas en las Habilidades para la Vida y estrenas maneras para relacionarte
con otros seres humanos, otros seres vivos y contigo:
“Es la mejor propuesta pedagógica que he conocido en formato telemático.
No resulta fácil llegar al corazón, al sentido vivencial más íntimo en este
tipo de plataforma, y ustedes lo consiguen. Felicidades por ello!”.
(participante – El TransCurso, Ed. XXIII)
El 31 de mayo terminó la primera cosecha de CON OTROS OJOS, un curso en línea que gestionamos para compartir el aporte que las Habilidades para la Vida podían hacer a la convivencia en el marco del confinamiento por el COVID-19. Fueron 8 semanas en las que, gratuitamente, 60 personas de Costa Rica, Colombia, España y México aprendieron entre sí a estrenar miradas, a fortalecer sus capacidades para adaptarse y transformarse.
De los frutos que han quedado de esta primera cosecha, hoy, está lista la 2ª. Edición de este curso. No solo las personas participantes aprendieron a verse con otros ojos. El curso en sí mismo se dio cuenta que si bien nació como todo un “pandemial”, con tapaboca y en el marco de #yomequedoencasa, su aporte va más allá. Hemos revisado y ajustado algunos aspectos y esta segunda edición tendrá sólo 6 semanas de duración y aportará a gestionar tantas otras situaciones de la vida que aparecen así, de un momento a otro, que nos obligan a empezar de nuevo, a recalcularnos, a cambiar de país, a cambiar de profesión, a quedarnos a solas… Esta segunda edición aporta también a tantas otras situaciones que vivimos, ya no por obligación sino por decisión, que queremos transformar, especialmente en el campo de las relaciones humanas.
Tres historias para asomarnos a los frutos de la primera cosecha
La primera historia corresponde a una promotora de la salud, de 28 años, de Costa Rica que escogió como meta retadora consigo misma, vivir un proceso para aprender a hacer algo que no supiera hacer. Confiaba en que de ello aprendería mucho sobre ella misma y de la manera de enfrentarse a lo desconocido. Decidió sacar a flote una huerta casera, aprender a cultivar y cuidar. En su proceso de siembra contó con el apoyo de un compañero de curso de Colombia. Viendo germinar muy lentamente sus lechugas, chiles y berenjenas pudo observarse a sí misma mejor y descubrir claves para el cuidado de otras personas y de paso, cómo abonar su paciencia y gestionar las frustraciones propias de la vida:
“A pesar de ser un curso virtual, los experimentos me impulsaban a leer más y estar al pendiente de cuál sería el de la siguiente semana. La idea de trabajar 2 HpV en una sola unidad me pareció muy buena porque permitió enlazar y complementar su aplicación. A nivel personal, encontré tranquilidad y la capacidad de aprender a dejar ir lo que no puedo controlar. Es difícil, pero cada día me he prometido seguirlo trabajando”.
La segunda historia es protagonizada por un educador vasco de 41 años: “Tenía una visión muy negra de todo y lo que más me ha sorprendido es que se me ha regalado una valiosísima mirada, “con otros ojos”. He descubierto una amplia gama de grises que solo se consigue con la mezcla sorprendente del blanco y el negro. En muchas de las tareas que había que realizar, mi aita ha sido protagonista. Precisamente por ello he conseguido trabajar muchos aspectos de estas habilidades para la vida junto a él. Me parece increíble y a su vez maravilloso poder verle desde otro punto de vista, más empático, sentirle más como persona que como dictador, quererle más de cerca, observarle sin juzgarle a priori como solía ser costumbre. Supongo que será una tarea difícil, mantener esta situación y mucho más mejorarla, pero como ya he dicho antes, esfuerzo, ganas y pasión… y a por todas, ya que… “Tempus Fugit”… y aita no tengo más que uno”.
La tercera historia la protagoniza una mujer mexicana, psicóloga, de 26 años, que buscaba en diferentes redes y plataformas cursos para seguir formándose en su área profesional: “Mi interés era seguir aprendiendo y seguir adquiriendo conocimientos. No sabía que en este curso iba a ser el objeto de estudio, que la mirada iba a ser hacia mí y hacia las relaciones con las personas con las que convivo. Agradezco cada deleite de lectura y cada comentario que ha enriquecido mi forma de mirar y mi forma de sentir. Sin duda ha repercutido en la manera en que me relaciono con mi familia, especialmente con mi mamá, que fue una de las metas que me propuse al iniciar este curso porque es una persona a la que estimo mucho. Y no ha sido sencillo ni lo será porque juntas vamos aprendiendo a conocernos y a tratarnos de la manera más amable y respetuosa posible”. En nuestra memoria quedan las demás historias del resto de procesos vividos en estos dos meses en los que nos enfocamos en ver la vida y sus desafíos con otros ojos. Son tan diferentes como valiosas. Estas tres han sido solo una muestra de ello.
Abierta la 2ª. Edición
Si desea participar en la 2ª. Edición, el requisito más importante es ser una persona que desea fortalecer su propia capacidad para aprender a mirar la vida con sus más y con sus menos, con sus condiciones de juego siempre cambiantes; que desee entrenarse y aprender con otras personas que no conoce, que viven en otros países; que esté dispuesta a ser su propio “objeto de estudio”; que le interese cultivar su creatividad para romper sus rutinas; que quiera desarrollar su empatía para comprenderse mejor a sí misma y a las otras personas; que desee entrenar una forma de comunicación que le permita expresar mejor sus necesidades y escuchar las ajenas; que pueda dedicarse a la semana las 5 horas que se piden, sabiendo, que la metodología del curso le permitirá profundizar tanto como lo desee y su tiempo se lo permita.
¿Qué es mirar? ¿Para qué otros ojos? Te invitamos a matricularte para responder colectivamente a estas preguntas y desafíos.
“Este curso ha sido muy enriquecedor. Me apunté pensando que estaba enfocado en cómo trabajar en clase estas Habilidades, con los alumnos, y me sorprendió la metodología. No tardé mucho en darme cuenta que esa es la metodología necesaria y más adecuada. ¿Cómo voy a transmitir a mis alumnos algo que no aprendí ni viví en primera persona?” Mónica
Comenzando mayo se despidieron de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, 36 personas, mayoría de ellas catalanas, pero también vascas, mexicanas, costaricenses, colombianas, guatemaltecas y dominicanas. Se apuntaron en El TransCurso, Edición XX, que inició el 6 de febrero de 2020. Han sido tres meses de un compartir intenso, comprendiendo cómo son sus relaciones cotidianas consigo mismas, con otras personas y con sus entornos, y a partir de ejercicios, lecturas y escrituras vividas en interacción, transformando algunas de ellas.
Sobre la marcha, el COVID-19 nos pilló y esto impregnó a esta edición de un halo especial. Manejar las tensiones y el estrés se volvió una práctica permanente; identificar las emociones y los sentimientos para expresarlos, era una acción vital; la empatía florecía para ayudar a la gente mayor del vecindario; la conexión consigo misma pedía un puerto para hacer pausas. De repente, teníamos en común el confinamiento y la necesidad de hacer piña. Por eso, despedirnos ha sido aún más emotivo. Para una ocasión así, organizamos un cierre al que pusimos voces a esas fotos pequeñitas de la pantalla. A veces, la palabra escrita se queda corta.
Por eso, a todas las personas que suelen leernos en este blog y en nuestras redes sociales, hoy las invitamos a escucharnos, a abrir bien sus orejas y su corazón para que sean testigas de esta diversidad de voces que se despiden de un curso en línea tras 12 semanas compartiendo, cada una con su propia melodía y estilo, pero todas con esa nostalgia que se siente al decir “hasta luego”.
Si otras personas quieren vivir esta experiencia, ya pueden matricularse en la edición XXV que iniciará el 20 de septiembre. Busca acá toda la información.
Nada sabemos de piedras preciosas pero un día escuchando a un experto en la materia nos llamó la atención cuando hablaba sobre el verdadero poder de un diamante, una esmeralda o un zafiro. A veces creemos que está en su belleza que nos hace lucirlas o presumir con ellas. Sin embargo, su poder está en toda la información que son capaces de revelar sobre el vientre que las fabricó: el planeta tierra.
Un planeta de relaciones
Contamos esto porque finalizando el 2018 sospechábamos que teníamos, al interior de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, una mina llena de piedras preciosas que debíamos excavar para conocer un poco más sobre la matriz que las había hecho posible: el planeta de las relaciones humanas. La mina eran los archivos de El TransCurso, tras 18 ediciones realizadas desde 2012 y, las piedras preciosas, aquellas palabras maestras escritas en estos 7 años, por las 686 personas que han vivido este curso en línea sobre Habilidades para la Vida (HpV).
Te leo y me veo es una publicación realizada a lo largo de 2019 y que hoy les presentamos, que da cuenta del sentido que ha tenido para estas personas hacer este curso en línea en el que han podido, por un lado, revelar cuáles y cómo son las relaciones que tienen y por otro, han iniciado un proceso de transformación en algunas de ellas, con el fortalecimiento de sus Habilidades para la Vida.
Consigo mismas, con otras personas y el contexto
En términos generales, estos cambios se reflejan,
especialmente, en su relación consigo mismas: las personas desean tratarse
mejor, cuidarse como cuidan a las demás y no dejarse de últimas en la fila.
También, en su relación con las demás personas, en donde se destaca la
necesidad y el deseo de transformar la relación con la madre, con la pareja,
con su jefe y con sus hijos o estudiantes adolescentes. Y por último, en la
relación que como ciudadanas tienen con sus contextos aparecen transformaciones
relacionadas con usar menos el coche, consumir menos, reciclar, aportar más al
colectivo con trabajo voluntario, denunciando injusticias y usando la serenidad
(que no conformidad) frente a los conflictos políticos, entre otras. Importa
señalar que han sido mayoritariamente mujeres las que han participado en El
TransCurso. Solo el 18% de sus participantes han sido hombres.
Su nombre
Se llama Te leo y me veo, memoria de un curso en línea,
porque así es la pedagogía que empleamos en El TransCurso. Cada semana, durante
3 meses, las personas escriben su propio texto tras realizar un ejercicio
práctico en alguna de sus relaciones, a la luz de un documento base que sirve
de marco conceptual. Y no basta con escribir su propio texto; es necesario
también, leer al menos un texto de otra persona participante en el curso. Y
allí es cuando muchas personas suelen decir: “cuando te leo, me veo” porque se
propicia un juego de espejos que permite apreciar que nuestras diferencias de edad,
de gustos, de maneras de ser, de nacionalidad, profesión, orientación sexual,
pensamiento político o religioso, hacen parte de ese componente que tenemos en
común: nuestra humanidad, diversa por naturaleza.
5 capítulos
Te leo y me veo contiene una Introducción y cinco capítulos. El primero de ellos habla sobre el TransCurso, para comprender mejor en qué tipo de circunstancia se da el aprendizaje e incluye una presentación breve de las 10 Habilidades para la Vida para que el lector conozca a partir de qué aporte las personas construyen su saber en esta formación. En el segundo capítulo se muestran extractos de los retratos hablados que las personas han construido sobre sí mismas que son a la vez lente y espejo para quien escribe y para quien lee. El tercer capítulo incluye una síntesis de los tipos de transformaciones que las personas deciden emprender cuando descubren qué tipo de aporte le pueden hacer las HpV a su propia vida. En el cuarto están las evidencias de lo que les ha quedado al finalizar el curso, dejando ver qué han logrado y qué les ha quedado pendiente. Y en el quinto se presenta una colección de piedras o frases preciosas que las personas fueron dejando caer a lo largo de las 12 unidades.
Memoria de un curso en línea
Los cinco capítulos de Te leo y me veo son un
recorrido por el camino andado, y sirven de memoria de siete años de El
TransCurso. Igualmente, son la materia prima para que otras personas construyan
su propio aprendizaje. Ojalá que cuando lo leas, te veas y sea un motor que te
impulse a iniciar transformaciones en tu manera de relacionarte.
Por cierto, el 25 de diciembre, cuando ya estaba cerrada la
edición de Te leo y me veo, recibimos un mensaje navideño, desde Costa
Rica, que habría podido ser parte de esta memoria:
“Los recuerdo con gran cariño
para estas fechas. Ya se me olvidó si fue hace tres o cuatro años que llevé El
TransCurso. Lo que sí recuerdo es todo el bien que generó en mi vida porque
abrí mi mente y me dispuse a aprender con mucha dedicación. Lo más valioso que
aprendí es escuchar, guardar silencio, hacer una pausa y estar consciente de
que no puedo tener una respuesta para todo. Esta enseñanza me ha generado
grandes beneficios en el diario convivir. Deseo que para el año que viene sigan
haciendo TransCursos y que se les matricule mucha, muchísima gente que al igual
que yo, queremos mejorar nuestras vidas cada día.”
Edición 20 y 21
Esperamos que así sea y podamos seguir haciendo más TransCursos. Si quieres que este 2020 sea el año de los cambios en tus relaciones, toma nota de las fechas de los dos cursos que realizaremos: la edición 20, iniciará el 3 de febrero y terminará el 1 de mayo. Y la edición 21, iniciará el 21 de septiembre y terminará el 18 de diciembre. Toda la información podrás verla en este enlace.
De otra parte, pueden escuchar aquí una entrevista sobre el libro que nos ha hecho la periodista Teresa Yusca en el programa “Vivir para ver” en Radio Euskadi.
Y aquí puedes ver el facebooklive del lanzamiento que se realizó el jueves 2 de abril. Si deseas obtener el libro aquí lo encuentras.
No siempre es una desventaja ocupar el último lugar. Es lo que pasa con diciembre. Es un mes que se espera con ansias porque cierra etapas y porque sorprende con sus celebraciones. La que más nos gusta es la del 10, en la que se conmemora la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Tras una guerra, como la que finalizó en 1948, la humanidad se la inventó para garantizar lo fundamental: el derecho a existir, tal y como somos las personas: diversas.
Y nos gusta recordar esta gran “garantía” que tenemos las personas porque es la que llena de sentido el trabajo que hacemos en Fundación EDEX en torno a las 10 Habilidades para la Vida (HpV). Humanamente hablando, de nada sirve entrenarnos en creatividad, empatía o en cualquiera de estas habilidades psicosociales si con ello ponemos en riesgo la autonomía o la vida propia o ajena. Por eso, los derechos humanos y la ética del cuidado son los dos grandes pilares que sustentan nuestro trabajo.
Para qué sirven y para qué no sirven estas HpV
En un primer momento, las 10 Habilidades le sirven a un colectivo
o a una persona para darse cuenta del tipo de relaciones que ha venido tejiendo
a lo largo de su vida. Podrá reconocer si han sido relaciones en las que se
sienten con menos o más derechos que las demás personas; si están basadas en la
confianza o en el miedo; si roban o aportan energía, o si las partes pueden ser
auténticas o si fingen ser lo que no son.
Luego de reconocer el estado de sus vínculos, tanto en calidad como en cantidad, las Habilidades para la Vida permiten diseñar y poner en marcha un proceso, a la medida, no estandarizado, con el que es posible, gradualmente, transformar las relaciones que se quiera: consigo mismas, con otras personas o colectivos y con el contexto. Y el resaltado está cargado de sentido. Sabemos que podremos tener algunos resultados si en verdad nos importa tener una relación de igual a igual con alguien. Sin esa voluntad no habrá avances porque no siempre será fácil. Lo cierto es que el camino para lograrlo será muy enriquecedor.
El fortalecimiento de la autonomía
En las diferentes formaciones, tanto presenciales como en línea, que realizamos en la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, algunas personas esperan que estas 10 destrezas les ayuden a transformar a otras personas, por ejemplo a su pareja, a su jefe, a su hijo adolescente o a sus estudiantes “desobedientes”. Y más temprano que tarde descubren que “solo” sirven para cambiar la relación que tienen con estas personas. Y decimos solo, entre comillas, porque no es poca cosa. Cuando nos empeñamos en transformar la relación “con” y no a la persona o colectivo, corremos el lindo riesgo de influirles; así serán ellas mismas quienes decidan emprender sus propias transformaciones. En cambio, cuando el empeño lo ponemos en cambiar al otro, estamos echando por la borda la razón de ser de estas habilidades para la “vida”, que no es otra que el fortalecimiento de la autonomía, de la propia capacidad para decidir.
Matrículas abiertas
Si en este momento deseas iniciar un proceso de entrenamiento para transformar las relaciones que tienes contigo, con otras personas (conocidas o no, cercanas o lejanas) o con el contexto (en tu rol ciudadano), de manera que “garanticen” tu particular forma de ser y la de las demás, puedes matricularte en alguno de los tres cursos en línea que aquí presentamos. En los respectivos enlaces encontrarás las fechas de inicio, los contenidos, la duración, el precio de la matrícula y demás características de estos cursos. Si deseas tener información sobre formaciones presenciales, puedes escribir a edex@edex.es
Esperamos que este 2020 que está por comenzar, sea una buena
oportunidad para abonar viejas relaciones o sembrar nuevas.
A nombre de todo el equipo de Fundación EDEX, felices fiestas.
*La espiral es la imagen de nuestra Escuela porque nos recuerda el giro sobre nuestro propio eje y la aproximación permanente hacia las demás personas.
Hemos cerrado este año con un ciber encuentro de todo el equipo de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. El resultado: muchas risas, mucho aprecio y, como es usual en estos días, muchos regalos. Para aumentar nuestra alegría queremos en este post compartirlos contigo y con todas las personas que nos han acompañado este 2018.
Desde Salamanca, Hilario nos ha metido a todos, en forma de hojas diversas y coloridas, dentro de esta bonita encina. Desde Ciudad de México, María Teresa, nos ha cubierto del amor de Popocatepetl e Iztaccihuatl. Desde Girona, Odette nos ha regalado la metáfora del vuelo de los ganzos. Desde Santander, Gonzalo, nos ha dejado la invitación para leer este libro y desde Costa Rica, Priscilla nos ha hecho este gran poema fotográfico.
La montaña de regalos crece con estas palabras de Elías que nos llegan desde Yucatán. Desde Aragón, Nacho nos regala su corazón, que se ha venido abriendo cada vez más compartiendo con este equipo y María José, desde Barcelona, nos llena una cajita con música y libros. Desde Colombia, Iván nos ha dejado un chiste, un beso robado y un libro, y Gladys, una frase, una imagen y un enlace.
Y para finalizar, tres regalos más: el de Natalia, desde Uruguay, que es este hermoso dibujo, hecho por su hija Renata, de 7 años, en el que aparecemos todos nosotros. Lo hizo mientras hacía un esfuerzo por comprender en qué trabajaba su madre. Ya tiene claro que no trabaja con una máquina (computadora) sino con “GENTE”. También nos ha regalado una palabra, arrobamiento, que pueden saborearla en el diccionario.
Desde Asunción, Fabiola, nos ha enviado de regalo la metáfora de la naturaleza para que nos mantengamos frescos y podamos crecer, reverdecer y dar frutos como ella sabe hacerlo. Por último, recibimos el regalo de Itxaso y Emilio: con la modestia bilbaína nos recuerdan visitar el centro del mundo, ¡¡¡jejeje!!! , justo donde está Fundación EDEX.
Muchos abrazos y muchas Habilidades para la Vida en el 2019.
Hay una frase de Montaigne que dice: “la palabra es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha”. Habrán visto que en este blog mencionamos con frecuencia 4 palabras sobre las cuales gira nuestro quehacer en Fundación EDEX: “Habilidades para la Vida”. En este post queremos iniciar aclarando nuestra mitad sobre ellas, esperando aportar así a la mitad que le corresponde a quienes lean esta entrada.
¿De qué habilidades hablamos?
Cuando hablamos de Habilidades para la Vida (HpV) nos referimos a las siguientes 10 destrezas: el autoconocimiento, la toma de decisiones, el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la empatía, el manejo de las emociones y los sentimientos, el manejo de las tensiones y el estrés, la comunicación asertiva, las relaciones interpersonales y el manejo de los problemas y los conflictos. Son las mismas 10 habilidades que en 1993, la OMS agrupó en una iniciativa que denominó así: “Habilidades para la Vida”.
¿Y para cuál vida?
Cuando decimos que son para la vida estamos pensando en esa fuerza vital que pueden tener nuestras relaciones de manera que sean gratas, ricas y, sobre todo humanas -no inhumanas. Que hagamos lo que hagamos, las personas no nos pisoteemos ni a nosotras mismas ni a ninguna otra persona ni al entorno (éste último entendido como planeta tierra, planeta país, planeta ciudad, planeta barrio, planeta familia, planeta nosotros, etc.). Por eso los dos grandes marcos de esta propuesta son la ética del cuidado y los derechos humanos.
Un camino para la transformación
El entrenamiento en estas 10 HpV en niñas, niños, jóvenes, docentes, familias y demás líderes sociales es una de las maneras o caminos para ir haciendo las transformaciones necesarias para lograr este tipo de relaciones. No es el único, es sólo el que Fundación EDEX ha elegido para afrontar desafíos como los que tenemos hoy relacionados con los consumos, las adicciones, la exclusión, las violencias…
¿Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida?
Aclarado lo anterior, nos resta señalar, también, que aunque desde el año 2000 hemos venido trabajando en este marco conceptual, fue la primera edición de El TransCURSO, uno de nuestros espacios de formación en línea, el que formalizó el comienzo de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, en 2012, Desde entonces, Fundación EDEX dinamiza este espacio para que las personas y organizaciones de América Latina, el Caribe y España interesadas en aprender y en enseñar estas Habilidades, lo puedan hacer tanto presencialmente como en línea. En las dos modalidades, la pedagogía permite el co-aprendizaje, la conversación y la construcción de sentido en la vida personal y colectiva.
Después de poco más de 2.000 días de trabajo, han sido más de 8.000 personas certificadas de 22 países diferentes: cerca de 1.000 en línea y las restantes de forma presencial.
Tres de nuestros cursos en línea están por comenzar
En los respectivos enlaces encontrará la información de cada uno. Le invitamos a revisarla detenidamente.
Algunos testimonios de las últimas ediciones
Para terminar, un puñado de testimonios de personas que han hecho estos cursos y que nos permiten acercarnos a otras mitades del significado que tienen estas 4 palabras: “Habilidades para la Vida”:
* “Me pareció muy atractivo el aprender de nosotros mismos también mirando a los demás, poner en la práctica personal los contenidos teóricos…muy interesante”.
* “Excelente, me permitió valorarme, reconocerme, observarme y aprender a no juzgarme ni justificarme en otros/as personas. Leer a compañeras y tutores, recibir sus comentarios fue enriquecedor”.
* “Fue muy agradable y emocionante transitar esta experiencia. Me permitió vivir la magia de la crianza, todo ha cambiado, mi sentir, todo se ve distinto, he cambiado el lente desde donde miro. ¡Gracias y muchas gracias!”
* “Desde que ingresé a la institución donde trabajo he escuchado hablar sobre Habilidades para la Vida, incluso he trabajado con grupos, habilidades como el Autoconocimiento y la Comunicación Asertiva… Sin embargo, no había tomado la decisión de trabajarlas primero conmigo misma, craso error, pues la mejor manera de ayudar a otros es comenzando conmigo.
* “Lo que más me ha aportado el curso ha sido: claridad, ideas, ilusión, recursos y “un buen sabor de boca”.
* “Por primera vez en un conflicto emocional estoy intentando dejar reposar para tomar distancia.”
* “Este curso ha sido una super herramienta para entender que mis niños no son fotocopias mías o de su mami, sino que son individuales y diferentes y, que ellos tienen la suficiente capacidad de autogestionarse, autocontrolarse, que ellos mismos pueden descubrirse, ser emprendedores, ser creativos y más, y que si yo no empiezo a ver eso en mí, primero, menos lo veré en mis hijos, este curso me ha dado un empoderamiento para asumir la crianza desde una perspectiva diferente, ahora veo más claro lo que es criar”.
* “Han sido foros muy abiertos, con una excelente participación y permitiendo la aportación de puntos de vista muy distintos (a la vez que, paradójicamente, similares)”.
Este primer semestre de 2018 nos hemos dado cita, en nuestra sala de reuniones virtuales, las personas que integramos el Equipo Docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida de Fundación EDEX. Queríamos conversar sobre la Empatía para evidenciar y aclarar algunas confusiones frecuentes que hemos venido identificando tanto en nuestros espacios de formación presencial y en línea como también en las redes sociales, en medios de comunicación y en espacios académicos.
A continuación, te invitamos a asomarte a algunos de los matices del debate. Fueron casi dos horas, demasiado extenso para publicarlo completo, así que hemos optado por seleccionar algunos aportes poderosos y matizados. ¿Qué es, qué no es y qué pasos podemos practicar o entrenar para ser personas empáticas? Aquí algunas respuestas posibles:
¿CON QUÉ SE SUELE CONFUNDIR LA EMPATÍA?
HILARIO GARRUDO: Yo creo que la empatía se confunde a menudo con aconsejar, justificar, hacer juicios de valor, con prescribir -que es la más sofisticada- partiendo de nuestras propias tesis. Decimos “te entiendo, pero lo que te conviene hacer es esto…” sin pararnos a pensar en sus necesidades y sentimientos. PRISCILLA PIEDRA: A mí se me ha ocurrido que el límite más borroso de la empatía es la justificación. Cuando trabajo con mujeres sobrevivientes de violencia, por ejemplo, hay un límite no sólo borroso con la empatía, sino también peligroso, que es justificar al agresor: pensar que comprender al otro es justificar cada una de sus acciones y decisiones. NATALIA LACRUZ: Yo agrego la palabra “conexión”. La empatía pone en juego nuestra capacidad de conectar con el otro. A mí me parece que es el mayor desafío… es una conexión sin consejos (excepto que la persona solicite explícitamente un consejo) y puede implicar no estar de acuerdo con el otro. Como no tenemos que compartir todos los puntos de vista con el otro para poder empatizar, la empatía es difícil de lograr pero no imposible.¿CUÁNDO SER O NO SER PERSONA EMPÁTICA?
IVÁN CHAHÍN: Me parece que el juego de las Habilidades para la Vida es como un juego de escaleras: sirven para ir y venir. Son puentes que podemos tender para hacer conexión entre los mundos emocionales, los pensamientos, los sentimientos que tenemos las personas. Y como puentes, no son lugares para permanecer en ellos todo el tiempo.HILARIO GARRUDO: Eso es…La empatía consiste en conectar y saber desconectar a la vez, es decir, a no quedarte ahí implicado, metido en el mundo emocional de la otra persona. Por ejemplo, a veces las personas adictas piensan que los terapeutas o los profesionales que les atienden debemos ponernos en su lugar; y bien, yo me puedo poner en su lugar, entender lo que sienten en un momento determinado, pero dejaría de ser un referente válido y por lo tanto un terapeuta eficiente o una persona que puede ayudarles al cambio, si no pudiera salir de ese estado emocional de sobreimplicación.
GLADYS HERRERA: Esto aplicaría también a otros roles, por ejemplo, para docentes o para una madre o un padre.IVÁN CHAHÍN: Me gusta la imagen con la que graficamos la empatía en el documento base de esa habilidad en El TransCURSO: es una toma (un enchufe), porque es un poco el juego: en qué momento me conecto (para no quedar inmerso en mi propio mundo emocional y creer que mi posición es la correcta) y en qué momento me desconecto.
NACHO CASTILLÓN: Para mí la empatía es fundamental para curar este mundo. Entonces, ahora mismo, me planteáis que no se puede ser continuamente empático…Yo me pregunto: Entonces, ¿qué? Hay que estar justo siempre en el equilibrio. Si somos demasiado empáticos generas dependencias, pero si dejamos de serlo pasamos a ser un poco indolentes, no te duelen los problemas ajenos… ya vendrá alguien que lo solucione… Desde mi punto de vista hay que tirarse a la piscina y ahora mismo no sé si hay que tirarse con bikini, con bañador, con toalla… Ahora mismo estoy en un mar de dudas, no tengo muy claro hasta qué nivel de empatía podemos soportar y qué es conveniente soportar, pero vamos, lo que es interesante es la reflexión. Yo creía que lo tenía claro y ahora mismo no lo tengo y siempre que me pasa eso es porque me espera un aprendizaje.PRESAS O EX – PRESAS
IVAN CHAHÍN: Virginia Imaz, en alguna de sus conferencias, en relación con la empatía decía que cuando una persona recibe una conexión empática logra EXPRESARSE, es decir, ser ex – presa. Así como se habla de ser EX – Marido se podría hablar de ser EX – presa, o sea, has dejado de ser presa gracias a que otra persona aparece y se conecta contigo y dejas de ser presa o preso de tu propia mirada o sentimiento y fluyes a través de ella. Para mí esa es la ganancia de entender la empatía como un momento. Es un momento de liberación para la otra persona, es un momento en el cual yo puedo establecer esa conexión, facilitar que la otra persona fluya y en la cual, lo que yo gano, principalmente, es el reconocimiento de que estamos construidos de la misma fibra, del mismo grupo de emociones porque eso me permite comprender a la otra persona, pero también comprenderme a mí mismo.
NACHO CASTILLÓN: Yo he sentido eso mismo que acaba de decir Iván. Cuando una persona te cuenta algo y siente que tú le entiendes, yo siento esa mirada, “ah, qué buen médico eres”, pero no porque lo sea, a lo mejor es porque se sienten escuchadas. Lo ves en esa mirada y te sientes tan reconfortado. Eso que ha dicho Iván me ha encantado, quitarles esa presión que tenían y permitirles ser ex – PRESAS.
CÓMO SER PERSONAS EMPÁTICAS.
MARÍA JOSÉ CUARTERO: Aquí estamos hablando muy bien sobre la teoría, muy sentados, muy didácticamente, pero luego la cotidianidad nos lleva. Creo que es muy importante cuando hablamos de destrezas, que las vayamos convirtiendo en hábitos cotidianos y teniendo en cuenta los valores, como decía Hilario. ¿Cómo me posiciono? No juzgando al otro, no creyéndome superior, no creyendo que mis valores son mejores que los tuyos.Otra posición que me gusta mucho para la empatía es la que nos propone también Virginia Imaz, la del asombro, que por cierto evita que juzguemos, abriendo bien los ojos y diciendo, ¿cuéntame?, ¿qué está pasando? Con esa posición es más fácil que pueda desarrollar mi empatía.
HILARIO GARRUDO: Yo comparto tres de los pasos que nos habéis enviado en la convocatoria para este debate: 1. CALLAR. Para mí lo más difícil, a veces, es callarse. Como ha comentado antes Nacho, tú escuchas, tranquila y serenamente sin emitir o intentando emitir lo menos posible, estímulos visuales o no verbales para no condicionar. Para mí esa es la primera, y la más difícil: callar.
GLADYS HERRERA: Ahí tenemos una ventaja, Hilario, al estar ONLINE. Tenemos tiempo de pensar. No se ven las caras de aprobación o desaprobación.
HILARIO GARRUDO: Sí, claro. Una vez que somos capaces de callarnos, que a veces en esta sociedad nuestra donde todos sabemos de todo es lo más difícil, lo segundo es ESCUCHAR. Y yo creo que lo tercero…sería EL ACTUAR, “poner la empatía en movimiento”. Yo actúo o hago algo que promueva que la otra persona actúe porque si no, no se ha producido la empatía. Desde mi punto de vista la empatía tiene que transformarse en acción. Yo la entiendo como la posibilidad del cambio; si yo por mucho que sea empático, y entienda a la otra persona, no posibilito un cambio en su forma de pensar, de sentir o de actuar, me he quedado un poco “corto” en la práctica de la empatía. Esa es mi teoría. ¿Qué opináis?
ODETTE CERRO: Me ha parecido entender que se está hablando de la empatía como un motor de cambio y para mí eso podría ser un error porque con empatía yo no pretendo nada. No es suficiente lo que dices, sino que además debes cambiar, entonces tampoco estoy entendiendo el dolor del otro. Pasa por entender cómo funciona el otro y entonces que el otro se dé cuenta y eso puede provocar que el otro quiera cambiar, pero no porque yo de entrada quiera que cambie. ELÍAS A. GÓNGORA: Creo que otro punto importante es notar que hablamos de la empatía muchas veces cuando fallamos y en las emociones negativas, pero la empatía también es para las emociones positivas. Podemos tratar de ser empáticos también cuando la persona está alegre, cuando la persona disfruta la vida y aprender mucho de ello también.GLADYS HERRERA: Eso que dice Elías me gusta. A veces, solemos decirle a alguien que llega feliz: “ya… cálmate no es para tanto…”.
ELÍAS A. GÓNGORA: no podemos tener una receta única pero sí principios claves. Creo que es una habilidad que tiene mucho que ver con la emoción, incluso en su raíz etimológica, se relaciona con el afecto; y siento que también es muy importante la compasión, pero más en el sentido oriental, que es parecida al perdón. Perdonar no quiere decir olvidar totalmente una experiencia, es más ser sensible al otro para aprender y superar comprendiendo.
GONZALO SILIÓ: No creo que la empatía sea un fin, es solo una herramienta, un camino, un primer paso. Todos somos muy empáticos con las miles de muertes en el mediterráneo, pero solo algunos se comprometen por cambiar este genocidio y algunos pocos, menos se juegan la vida por salvar otras. José Antonio Marina, prefiere hablar de compasión que de empatía, porque según dice la primera lleva a sentirnos afectados por lo que sentimos en otros, en cambio la empatía es una comprensión que puede provocar comportamientos de toda clase.PRISCILLA PIEDRA: Retomando los pasos que propone Hilario, ¿qué sigue? Pasar de la emoción a la necesidad: ya comprendo la emoción de la persona, pero qué es lo que necesita. No necesariamente yo se la debo brindar. Eso pasa mucho también en el tema que decía Gladys de los padres porque ser papás es reconocer qué le hace falta, qué necesita, pero no necesariamente yo se lo tengo que dar.
JUAN RADDAMÉS: Yo suelo decir que la labor del psicólogo es como la de la lamparita que se usa para buscar en un lugar oscuro: dar un poco de luz para que la persona encuentre lo que está buscando y en el caso de la empatía creo que es un tema que nos desafía mucho a nosotros los profesionales de la psicología y de la educación porque muchas veces con los estudiantes terminamos aconsejando, dando una norma de cómo hacer las cosas.¿Y LIGADA A QUÉ VALORES?
HILARIO GARRUDO: Hay un valor que podría ayudarnos a posibilitar ese cambio del que estamos hablando, sin imponer, sin prescribir y es ir con Humildad. Creo que es un valor a desarrollar, ser humildes a la hora de acompañar. Las personas captan si tratamos de dirigirles o sencillamente les acompañamos desde la humildad y el respeto.
GLADYS HERRERA: En el marco general que proponemos para el entrenamiento en Habilidades para la Vida están los derechos humanos y la ética del cuidado. A veces confundimos el cuidar a alguien con “ven y yo lo hago por ti” o “haz lo que yo te digo”.
Esta es una conversación que no se agota. Si quieres hacer tus aportes, es tu turno. Publica aquí abajo tu comentario sobre lo que para ti es y no es la empatía y sobre qué pasos dar, entrenar o practicar para desarrollar los músculos que nos permitan ser personas empáticas.
Seguiremos propiciando más oportunidades para conversar en torno a otras Habilidades para la Vida. A inicios de septiembre, antes de iniciar la Edición XVII del TransCURSO, nos reuniremos nuevamente. Gracias equipo
A veces pasan cosas que al no ser contadas parece que no han sucedido. Por ejemplo, nos han dicho que Antoine de Saint – Exupéry era aviador, francés y autor de El Principito. Pero casi no se sabe que estuvo casado con Consuelo Suncín, una mujer nacida en El Salvador, uno de los 7 países centroamericanos del que les queremos hablar en esta entrada. Allí han venido pasando muchas cosas, en los últimos ocho años, en materia de Habilidades para la Vida.
OPS/OMS y su iniciativa Rostros, Voces y Lugares
Fundación EDEX ha tenido el placer de visitar este país en 6 oportunidades. Las tres primeras visitas entre 2010 y 2011, para apoyar la formación en Habilidades para la Vida (HpV) en el marco de la iniciativa Rostros Voces y Lugares promovida por OPS/OMS. Rosario de Mora, a 21 kilómetros de la capital salvadoreña, fue uno de los 7 municipios centroamericanos que participó en dicha iniciativa. En pocos meses se formó en Habilidades para la Vida a niñas, niños, jóvenes, docentes y personal de salud, implementando programas como Retomemos y La Aventura de la Vida en los principales centros educativos de la zona. Como puede apreciarse en la sistematización del proyecto, se fortalecieron la confianza, la comunicación y la participación entre los tres sectores de la alianza. Esto, en un lugar donde el miedo, el silencio y el dolor suelen tener tanto protagonismo, fue un impulso para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que en ese momento buscaba la mencionada alianza.La cooperación al desarrollo: alianza con CIDEP
Fue a principios del año 2016, en el curso de nuestra cuarta visita a El Salvador, cuando tuvimos la ocasión de conocer a CIDEP, institución creada en 1989 por iniciativa de seis organizaciones sociales vinculadas a los Derechos Humanos con el objetivo de consolidar una alternativa que, desde la diversidad de expresiones de solidaridad y apoyo mutuo, respondiera más eficientemente a las necesidades de desarrollo de la población.
La relación establecida entre EDEX y CIDEP se materializó, en 2107, en el proyecto “Mejoradas las condiciones formativas y de integración social de los jóvenes adolescentes“, cofinanciado por el Ayuntamiento de Portugalete, en el marco de la Cooperación internacional al desarrollo. El trabajo se desarrolló con 850 adolescentes entre 13 y 16 años en cuatro centros educativos del Sistema Integrado Escuela Inclusiva a Tiempo Pleno (SIEITP) en el municipio de Zaragoza y pivotó sobre la propuesta Habilidades para la vida y adolescencia. Mediante la misma se persigue promover nuevos valores y mejorar la competencia psicosocial del alumnado en orden a mejorar su participación activa y respetuosa en sus centros escolares, sus comunidades y en sus hogares, para favorecer su permanencia en el sistema escolar y prevenir su afiliación a grupos de violencia.Fue la oportunidad, también, para conversar con personal directivo y técnico del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y Adolescencia (ISNA), del Ministerio de Educación (MINED) y de CIDEP, dar a conocer el trabajo que EDEX viene haciendo en torno al entrenamiento en Habilidades para la Vida y estudiar nuevas oportunidades de colaboración.
“Empezaré primero por mí y luego con mis estudiantes”
A lo largo del presente año, con el apoyo económico del Ayuntamiento de Portugalete, estamos desarrollando un nuevo proyecto: “Contribuir a mejorar la calidad educativa de las y los estudiantes de educación básica del Centro Escolar Católico Ciudad de los Niños Rafael Campos”, ubicado en el municipio de Santa Ana, administrado por el ISNA. En este caso, el mejoramiento de la calidad educativa se apoya tanto en la adecuación del espacio físico y la dotación de material educativo, como en el fortalecimiento de las Habilidades para la Vida de docentes, niñas, niños y adolescentes en orden a promover su participación activa y respetuosa en el centro escolar, en sus comunidades y en sus hogares.
Fue en el curso de esta nuestra quinta estancia en El Salvador que compartimos sesiones de formación con su equipo técnico y docente, que nos obsequió con testimonios como este: “Aún cuando dos días no son suficientes, logró llevarme a un punto que fue el que más me gustó: el autoconocimiento. Me hizo ver lo valiosa que soy como persona. Gracias por hacerme volver la mirada hacia la mujer valiente, luchadora y guerrera que soy. Gracias por las herramientas. Empezaré primero por mí y luego con mis estudiantes”.
En el curso de esta visita nos reunimos, también, con la directora de comunicaciones del MINED y adelantamos un posible acuerdo para la emisión de nuestra serie de dibujos animados Cuentos para conversar a través de la Televisión Educativa de El Salvador.
Con Glasswing International
El pasado mayo tuvo lugar el último de nuestros encuentros con agentes de la sociedad civil salvadoreña. En este caso, convocados por Glasswing International para formar en Habilidades para la Vida al personal técnico del proyecto binacional Senderos Juveniles de Centroamérica (Youth Pathways Central America, YPCA) implementado por Catholic Relief Services (CRS) en asocio con Fe y Alegría, la Fundación Nacional para el Desarrollo de Honduras (FUNADEH) y YouthBuild International, con el financiamiento del Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL). Durante tres días de taller nos acercamos a las diez HpV para encontrar en ellas un puente para el trabajo de prevención del abuso de drogas apoyado en el programa Retomemos.
Un campo abonado
Estas seis visitas han preparado el terreno para sembrar en el seno de organizaciones de la sociedad civil, educadores y gobiernos salvadoreños el enfoque de Habilidades para la Vida que habrá de favorecer el empoderamiento de niñas, niños y jóvenes, de manera que puedan ir mejorando, gradualmente, las relaciones que tienen consigo mismos, con sus entornos escolares y familiares y con su contexto en general.
Increíble, pero cierto: estas cosas, aunque no nos las cuenten en los medios de comunicación, están sucediendo. Por eso queríamos contárselas. ¿Qué para qué sirven? Para no creernos el cuento de que todo está mal y que no hay nada qué hacer. En El Salvador, muchas cosas valiosas se están gestando para aprender a convivir, para protagonizar nuevas relaciones humanas, nuevas relaciones sociales. Como Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, iniciativa de Fundación EDEX, hemos tenido el privilegio de hacer parte de este proceso. Gracias a todas las personas e instituciones que nos lo han permitido.
Buscar adentro
¿Y si además de buscar afuera dejáramos energía y espacio para buscar por dentro? Allí es posible encontrar las llaves que abren las compuertas de la intuición masculina y femenina que hay en cada ser humano; por dentro podemos encontrar a un hombre o una mujer llena de capacidades insospechadas para maternar o paternar; sobre todo, encontrar motivos y recursos para gozar y disfrutar de esa fuente de alegría y de aprendizaje que es una niña o un niño con su espontaneidad, su deseo de juego y su constante curiosidad. Los mayas decían que nuestros hijos vienen a enseñarnos lo que no hemos logrado aprender.
Un curso para conectarse
La Aventura de la Crianza es un curso online (sí, un curso) que le ofrece a mamás y a papás la oportunidad y el espacio para buscar dentro de sí mismos la tranquilidad, el encanto, la confianza y la curiosidad necesarias para acompañar en la vida a niñas y niños. Es un curso que les ayudará a hacer esa conexión imprescindible consigo mismos, con sus propios cuerpos, con sus pensamientos, emociones y sentimientos; con toda su creatividad y con toda su capacidad crítica y empática. Una vez hecha esta conexión, el vínculo con sus hijos e hijas fluirá y se fortalecerá con más facilidad. En ese propósito, las 10 habilidades para la vida serán los hilos para tejer gradualmente esos vínculos: consigo mismos, con sus hijos e hijas y con el contexto.
4 semanas que dejan huella
Es un curso de un mes (4 semanas) en el que más que adquirir conocimientos, van a compartir una experiencia emocionante con madres y padres que viven en contextos diferentes . No hay un horario de clase, no hay calificaciones, ni hay instrucciones que seguir. Hay que tener toda la disposición para aprender de sí y de otras mujeres y hombres que tienen ganas de maternar y paternar cuidando y acompañando a sus hijos sin descuidarse y abandonarse a sí mismos:
Así lo vivieron algunas de las personas que participaron en la primera edición de La Aventura de la Crianza. Si quieres tomar parte en la cuarta edición, puedes apuntarte aquí. Iniciaremos el 1 de julio de 2019 y terminaremos el 31 de ese mismo mes. Revisa en este enlace los objetivos, contenidos y precio.
Sí…desde el aula
Cuando escuchamos la palabra ciudadanía es posible que a nuestra mente vengan con más rapidez palabras como “voto”, “elecciones”, “impuestos” o “derechos”; y con mucha lentitud, palabras como “escuela”, “conversación”, “moral” o “didáctica”. Y éstas sí que tienen relación con la ciudadanía. Si a una niña o a un niño, en su paso por la escuela le han dejado siempre con la palabra en la boca, su manera de ejercer la ciudadanía será muy distinta de aquellos que han aprendido a expresar su pensamiento y a escuchar el de sus demás compañeras y compañeros de clase y el de sus docentes. Una escuela donde se construye un ambiente de confianza, de concordia, en donde las personas que forman parte de esa comunidad se sienten escuchadas y con capacidad para expresar lo que piensan, sin dudas, aporta a la ciudadanía, al ejercicio de convivir entre personas diferentes en un mismo espacio, con iguales oportunidades de participación.
Es lo que han venido haciendo, desde marzo de 2015, en el oriente de Colombia, al sur del Departamento de Santander, 90 docentes de la Provincia de Guanentá, en zonas rurales y urbanas, coordinados por el Grupo de Investigación Tarepe, de Unisangil, con apoyo de Colciencias y de una alianza estratégica de la que EDEX también ha formado parte.
Lo que más valoramos
En marzo de 2018 se completarán los 36 meses previstos para este programa denominado Ciudadanía desde el aula. Tras haber sido invitados a participar en varias de las formaciones ofrecidas al grupo de docentes del proyecto “Conversar es nuestro cuento“, a lo largo de estos años, aprovechamos la ocasión para compartir lo que desde EDEX más valoramos de esta experiencia:
Empoderamiento docente
Esto es lo que se empieza a ganar cuando la conversación entra en la escuela. En el aula lo han hecho de la mano de la serie “Cuentos para Conversar”, que pone al alcance de niñas, niños y docentes, situaciones de la vida cotidiana en las cuales proyectarse. Y fuera del aula, desde la manera en que se ha llevado a cabo el acompañamiento y la asesoría por parte del grupo Tarepe, de Unisangil. Han sabido concertar con estos docentes y con sus directivas, de igual a igual, buscando poner en práctica los mismos criterios aquí descritos: sin imponer, con confianza en su capacidad transformadora y con mucha creatividad.
Hoy estos docentes saben que a la escuela no sólo van a enseñar matemáticas, geografía, historia, o lenguaje. Que también les están enseñando a niñas, niños y jóvenes a relacionarse con las demás personas de una manera más tranquila, colaborativa y respetuosa.
Seguro que son muchos más los aspectos por destacar de esta experiencia que sin duda aporta a la ciudadanía en un país como Colombia donde hemos tenido décadas de entrenamiento en relaciones atravesadas por la violencia.
Cuando leímos las diferentes evaluaciones y comentarios en los foros de despedida, quedamos con un gran desafío: ¿cómo contar lo que ha sucedido? ¿Cómo escoger entre tanto testimonio valioso de aprendizaje y transformación? La sensación era como la que queda cuando leemos un libro y lo queremos subrayar todo. Así que hemos decidido, con el permiso de las personas que conformaron este grupo, construir una colcha de retazos con sus frases más reiteradas y más significativas (especialmente, a la luz del Nuevo Modelo Educativo Mexicano y de los objetivos que nos trazamos en este proceso, desde la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, de Fundación EDEX, junto con la Secretaría de Educación Pública y la Dirección General de Innovación y Fortalecimiento Académico (DGIFA)). Disfrútenla y arrópense con ella. Insistimos en que las colchas nos gustan mucho, aunque tengan mala fama, porque al juntar aportes individuales resulta un trabajo colectivo, único y colorido:
“Quiero decirles que me siento triste porque el curso se acaba. Al inicio me dio pereza pensar que serían ocho largas semanas”. “Yo también al principio pensé que el curso me iba a quitar tiempo, que no me iba a aportar nada como los cursos que en ocasiones nos dan, pero mira que chasco me llevé. Fue un curso muy atractivo”. “Unidad tras unidad las experiencias fueron más y más ricas y vivenciales”. “Este curso me ha ayudado a regular mis emociones ya que soy muy enojona y doy respuestas de mala manera”. “Quiero agradecerles el que me hayan permitido revalorarme, reconocerme, saber que puedo ser feliz y hacer que otros sean felices, pero todo esto no lo hubiera logrado sin ustedes”. “Ante tanta normatividad y situaciones que atender, perdemos esta sensibilidad. Me sentí muy a gusto”. “No hubo una preocupación por una calificación sino un compromiso conmigo misma por poner en marcha lo aprendido”. “A pesar del exceso de trabajo, me daba un tiempo para ingresar a la plataforma, ya no porque “tengo que”, sino porque “quiero, me gusta, me siento a gusto”. “Este curso me ha invitado a expresar en ocasiones lo que me hace sentir incómoda sin molestar a nadie, también a expresar lo que me agrada, lo que me gusta hacer y lo que no”. “Tuve la oportunidad de replicar el curso a mis compañeros y me fue muy bien, se mostraron muy motivados con el tema”. “Las conferencias estuvieron geniales”. “Estos cursos son los que nos hacen falta tomar, y los que necesitamos”. “Soy una persona bastante solitaria y por dos meses tuve una gran familia”. “Mi mente está inspirada para trabajar con los alumnos, apoyar a los docentes y ser una mejor persona”. “Este curso me encantó, fue totalmente distinto a los que he tomado”. “A pesar de la carga de trabajo en la escuela yo disfruté este curso pues fue como una relajación, era un tiempo para desprenderme de mi realidad y conectarme conmigo misma”. “No hubo palabras de más, ni de menos”. “Nos fueron llevando como la cebolla, capa por capa”. “Estoy plenamente convencida que primero tengo que desarrollar las habilidades para la vida en mi persona para ser un ejemplo para mis alumnos y mis hijas, así que sigo en mi proceso de aprendizaje”. “Me llevo nuevos recursos para mi práctica docente. Es una muestra de que sí se puede, a pesar de lo que nos bloquea el camino, llegar a una formación integral de nuestros alumnos”. “No fue un curso más, fue un regalo de vida”. “He jugado mucho más con mi hija”. “Mis compañeros de trabajo me hacen comentarios, que me ven diferente, que si algo pasó en mi casa o que si cambié de look, a lo que les respondo que solo he cambiado de actitud”. “En estos dos meses de trabajo he aprendido que así como enseñamos a leer, escribir o matemáticas, tenemos la gran responsabilidad de enseñar o compartir Habilidades para la Vida, pero, ¿cómo enseñarlas o compartirlas cuando nosotros las tenemos tan olvidadas, descuidadas o simplemente dormidas?”. “Si bien somos profesores también somos aprendices en este quehacer de vivir”. “Lo que me queda es quitar prejuicios, para mi es algo que me venía estorbando en mi vida y no lo había identificado”. “Los alumnos han bajado su nivel de respuestas agresivas ante un conflicto. Ahora, cada vez que se les presenta una situación de problema, los alumnos dicen “tenemos que resolverlo por la vía de la oportunidad y creatividad”. “Desde el primer día del curso, el presencial, me sentí con una energía renovada, regresaron a mí los deseos de superación, de ser mejor para poder impactar en mi entorno y así ayudar a las personas a ser felices”. “Me queda un sin fin de elementos que hacen un tanto más didáctica mi práctica, de hecho se vuelve lúdica, permitiendo a los alumnos estar más motivados en la clase”.“Tengo más claro que debo y quiero cambiar mi carácter, desarrollar más la empatía”. “Juzgo menos a las personas que no piensan como yo, soy más flexible cuando las cosas no me salen como las había planeado”. “He trabajado en demasía el manejo del estrés y emociones”. “Mi meta fue dejar de ser una persona indecisa y preocupona”. “En este curso nos trataron con respeto, le dieron valor a nuestras ideas, conocimientos y experiencias”. “Al principio comentar las tareas de los demás me costaba trabajo pero como avanzaba el curso me fue dando más confianza”. “Me quedan bonitas experiencias de haber trabajado con varios grupos actividades del Programa Nacional de Convivencia Escolar en relación a la empatía, al auto-respeto, al cumplimiento de la palabra”. “En estas semanas he aprendido a decir no y a valorarme mucho más”. “Traigo mi pulsera en la mano y cada que voy a decir algo desagradable o hacer algo que afecte a los demás, como por arte de magia la veo, la cambio de mano y ya en ese tiempo razono lo que iba a decir y ya no lo hago”.“Estoy completamente seguro que todos tuvimos un antes y un después del taller. Yo me quedo super agradecido y satisfecho de lo que viví en esta plataforma”. “A pesar de que no tuvimos sesiones presenciales se sentía tan cálido y personal, en ocasiones es más sencillo abrirse cuando nadie nos observa”. “Considero que es importante dar acompañamiento en la forma como deben trabarse los libros del Programa Nacional de Convivencia Escolar. También es conveniente dar seguimiento al impacto de las actividades de PNCE en las habilidades para la vida de los educandos”. “Los materiales proporcionados realmente permiten materializar en el aula el trabajo con las habilidades para la vida”. “Cada sesión fue una reflexión introspectiva que en ocasiones no era muy grata porque me tenía que autocriticar”. “Como sugerencia sólo considero que la moderación en foros debe ser más constante y cercana”. “Mis respuestas ante un conflicto son totalmente diferentes a las anteriores al curso, he podido constatar que manejar una comunicación asertiva me ha dado tranquilidad en mi entorno laboral”. “Ahora puedo decir plenamente hay cursos que valen la pena y que transforman nuestra vida. Gracias por ayudarme a descubrir “mi materia estelar” y ayudarme a brillar con luz propia”. “Me gustó porque hubo de todo en los documentos base: ligas para reflexionar, reír, cantar”. “Este curso fue un oasis en mi vida”. “Logré en este curso transformaciones que nunca me imaginé, como tomar decisiones sin miedo”. “Es el primer curso que tomo para mí, no para mis alumnos o la escuela, pero siendo mejor yo, se pueden establecer mejores relaciones en la escuela y formar así mejores alumnos y mejores ambientes de trabajo. No quiero que termine. Me hizo sentir viva”. “Considero que este enfoque “humano” es lo que hace falta. Conozco una supervisora que dice “maestros felices, alumnos felices” aunque lo dice mucho en broma, es una realidad, si nosotros estamos bien daremos el máximo”. “Estos dos meses, que se han pasado como agua”. “Y en esta estación nos bajaremos. Todos hemos llegamos a la terminal y emprenderemos nuevos caminos”. “El material es muy padre, atractivo y divertido para los alumnos, además de que es muy manejable e interesante! gracias por todo, no quisiera que terminara, pero en fin…”. “Confieso que he crecido como persona. Incluso en ocasiones me siento como si fuera otra persona”. “Creo que ya me había acostumbrado a esta interacción entre los del otro lado de la pantalla y yo… los extrañaré, en serio… y ni yo misma me la creo estar escribiendo esto, fue grato”.“Sugiero que la SEP realice los convenios necesarios para que también los docentes puedan tener acceso a este curso porque no hay como vivirlo para apreciarlo como se debe. Gracias por todo. Creo que aquí sí se hizo una buena inversión de los recursos destinados a la educación”. “¡Híjole, la despedida!”.
El verbo protagonista de este post es de los más conjugados en nuestras prácticas pedagógicas. Empieza por “E” y no es enseñar, pero con él se aprende mucho. Tampoco es “Enamorar”, pero quien lo conjuga conquista mundos y personas. Tampoco es “Emocionar”, aunque es emoción pura y sirve para lo que sirven las emociones, para hacer contacto. Si le preguntáramos a nuestro invitado cuál es su amigo favorito, probablemente nos diría que el verbo “Hablar”, un amigo con defectos y virtudes, como suele ser, porque aunque empieza con la letra muda, a veces, acaba con cualquiera, sobre todo cuando lo quiere decir todo.
Otra pista
Nuestro verbo invitado al post de esta semana es el verbo más parecido a “Amar”. Esta comparación, tan merecida, la leí hace muchos años en “La importancia de hablar mierda o los hilos invisibles del tejido social”, el título más curioso que he visto en mi vida para un libro, escrito por Nicolás Buenaventura, editado en 1995, en Colombia, por la Cooperativa Editorial del Magisterio:
“Pienso que el verbo más parecido a amar es escuchar. Por esa razón, si me tocara simbolizar a un amante, quizás pintaría a un hombrecillo con unas orejas descomunales, como antenas parabólicas. En verdad, el único regalo que uno le puede hacer al otro, legítimamente, es escucharlo palabra a palabra” (Les invito a leer todo el capítulo del Buen amor-págs. 53 a la 61)
A veces, no sabemos qué regalar a esos seres que tanto queremos – a nuestras niñas, niños y jóvenes- y nos “empeñamos” en gastar tiempo y dinero en todo tipo de juguetes y cachivaches. Y las llevamos puestas siempre. Para la próxima oportunidad, ya sabes, puedes regalarles –o mejor prestarles- tus OREJAS (como el título de una de nuestras historias de Retomemos).
26 de junio
Nos alegra que la UNODC haya decidido conjugar este verbo para su celebración del Día Internacional Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas durante el 2016: “Escuchar a los niños y jóvenes es el primer paso para ayudarlos a crecer sanos y seguros”. En el siguiente enlace accedes al video y al resto de información de su campaña, titulada “Escuchar primero”.
No hay duda que son muchas cosas las que podemos aprender de estas personas, descubridoras de este mundo adulto que damos por hecho. Sólo es cuestión de escucharles sus preguntas, sus ideas, sus conclusiones, con calma y mucha atención. Aprenderemos juntos. Donde hay escucha es posible la conversación, que es, justamente, la propuesta de comunicación que desde Fundación EDEX proponemos para la escuela, la familia y la ciudadanía en general.
Calla un poco
Aquí hay un ejemplo de lo que sucede cuando sólo recordamos que tenemos boca. Lo ha escrito una persona que ha participado en la 1ª. Edición de “La Aventura de la Crianza”, nuestro curso online para madres y padres que finalizó el pasado 10 de junio. Es pediatra y de su práctica diaria ha construido su relato:
“En cuanto entran el adulto (padre, madre o quien sea) y el niño (mi paciente) a mi consulta, lo primero que hago es preguntar: “¿Qué te pasa Juanito?” y enseguida me contestan los padres. Yo insisto mirando al niño: “¿No te encuentras bien?” Y si veo que la cosa continúa en broma, digo: “¡Estoy hablando con Juanito!” Siempre me dirijo al niño (lógicamente incluyo a los adultos en mi discurso pero el principal es el niño). Lo bueno es que más de una vez me ha pasado que los mensajes son contrapuestos y en este caso el adulto dice: “No le hagas caso, es pequeño y no se entera”. Es una lucha constante. Y claro, qué pasa con el tiempo… que llega el o la adolescente y cuando le digo: “¿Qué te pasa?”, le dicen a su madre: “Díselo tú que yo no lo sé”.
Promueve su expresión
Y aquí otro ejemplo de lo que sucede cuando nos disponemos a hacerles nuestro mejor regalo: escucharles: Lo ha escrito una maestra que participó en la X Edición del TransCurso, otra de nuestras ofertas formativas en línea:
“Me sirve tanto este curso…Esta semana invertí una hora de clase en invitar a unas niñas, que no se entendían, a conversar. Nos sentamos las 7 en el suelo. Pudieron explicar a su compañera que la quieren, pero que se sienten controladas por ella. Que no quieren perderla, pero que sus relaciones no son exclusivas con ella, que quieren poder liderar el grupo entre todas, que es una persona valiosa por si sola sin controlar los actos de los demás.
Pudieron expresarlo de forma asertiva, sin reproches, contando cómo se sentían ante su control. Paula calló mucho rato, finalmente llorando les explicó que su padre la infravalora tanto que en su casa se siente que no vale nada. Como contrapartida, quiere llamar la atención en clase y en su entorno, necesita controlar todas sus relaciones.
Sus amigas lloraron con ella. No sabían eso. En un momento determinado, empezaron a abrazarse unas con otras.
Poder expresar sus miedos delante de mí les dio seguridad. Me hizo feliz brindarles ese espacio y ese momento para hablar sin ser menos ni ser más. A la mañana siguiente tenían los ojos hinchados, pero habían dado un primer paso para sanear sus relaciones”.
Cuerpos dotados para la escucha
Nuestra biología lo tiene tan claro que no en vano nos ha puesto DOS orejas y una SOLA boca, para escuchar el doble de lo que hablamos. Desde nuestros programas y desde nuestras ofertas formativas en Habilidades para la Vida, en Fundación EDEX seguiremos conjugando en plural y en singular al protagonista de este manojo de palabras, que era muy fácil de adivinar, tanto como decidirnos a ponerlo en juego.
Visítanos en Facebook para conocer más sobre lo que hacemos para aprender a escucharnos mejor.
Algo pasa en la escuela
En los Cuentos para conversar va a encontrar historias cotidianas: un amigo que quiere copiar la tarea de su compañera; otro que come más de la cuenta; alguno al que le molestan por tener los dientes grandes; aquella a la que le tocan su cuerpo mientras va en un autobús; uno que permanece solo y bajo llave en casa; otra que enferma y no puede ir a la escuela, y no falta quien pide a su papá que le ayude en las tareas. Situaciones comunes y corrientes, propias de la vida de muchas niñas y niños. Son 44 historias contadas en un máximo 3 minutos, de las cuales 38 están en dibujo animado, y pueden verse en el canal correspondiente de tv.edex.
Una vez que el relato es visto o escuchado, algo pasa en el salón de clases. Niñas y niños empiezan a recordar situaciones similares que han vivido; relacionan el relato con algo que sintieron, que no fue igual pero se le parece; hay quien no se aguanta las ganas y decide conversarla con quien tiene cerca.
Lo que parece y es un acto divertido y relajado (escuchar historias en un salón de clases) se transforma en la oportunidad de que la vida cotidiana ingrese al aula, para que niñas y niños empiecen a comentar lo que les pasa y a aprender de ello. Lo hacen en forma significativa al recordar, relacionar y conversar sus propias situaciones. A veces lo comentan en voz alta, delante de todo el grupo. Otras veces lo hacen en silencio, escribiendo en su cuaderno. Algunas más lo comparten en parejas, en pequeños grupos.
En esos momentos la persona docente escucha el doble de lo que habla; propone actividades, facilita que la conversación fluya para que niñas y niños le encuentren sentido a los hábitos saludables y fortalezcan sus Habilidades para la Vida. Por ejemplo, a veces aprenden por qué tiene sentido lavarse los dientes; otras veces aprenden cómo y cuándo pedir ayuda. Escuchándose, aprenden a solidarizarse, a comprenderse mejor, a conectar mejor consigo y con las demás personas. Esta información ayuda a sus docentes a conocerles mejor: quiénes son, qué piensan, qué sienten, cómo viven.
Cómo ponerlo en marcha
No hay magia para lograr este tipo de aprendizajes, lo que se hace es mezclar diversos elementos: por un lado, las historias que se narran con algunas ideas y ejercicios lúdicos asociados a cada una de ellas que vienen en la Guía didáctica que acompaña el estuche con el disco. Esto toma forma y color propio cuando cada persona docente le agrega su energía, experiencia y creatividad. La “fórmula” se completa con la participación activa de niñas y niños. El resultado: espacios cargados de buena energía para hablar, para aprender unas personas de otras y con otras.
“No me quiero ir. No quiero que el 11 de diciembre se “apague” la plataforma del “TransCurso”. Ha sido mi bastón, mi apoyo, mi escape. Durante estas semanas encontraba sosiego y descubría muchas cosas cada vez que me sentaba con las unidades. …¿Qué puedo decir?…ME QUEDA TOOODO…me voy con el corazón y con los ojos más grandes, con 2 orejas de verdad y 1 boca… ¡creo que esto me lo aplicaré siempre! Ya lo estoy transmitiendo cuando trabajo con los técnicos y los peques. Mando un abrazo virtual, bueno, prefiero un beso…. ¡espero que volvamos a coincidir!”
Estas fueron las palabras de despedida de una de las cuarenta y cinco participantes en la IX Edición del TransCurso, que terminó el pasado 11 de diciembre de 2015. Se parecen mucho a las palabras del resto del grupo: están cargadas de nostalgia por la partida, de alegría y sorpresa por lo aprendido y de esperanza y gratitud por haber encontrado en las 10 Habilidades para la Vida, herramientas para seguir transformando las relaciones consigo mismos, con las demás personas y el entorno (en ese orden).
Los deseos de continuar
¿Por qué no se quieren ir del TransCurso, si son 12 semanas (3 meses) y además es una formación a través de Internet? Probablemente, porque hay varias oportunidades para implicarse -en el proceso personal y grupal- y eso crea lazos. Y porque, además, resulta una experiencia emocionante y vital:
No se quieren ir, quizás también, porque se puede respirar una pedagogía en donde todas las personas aprenden y enseñan, como suele suceder en la vida diaria, sin pretensiones, sin calificaciones, muchas veces hasta sin darnos cuenta:
“He podido relacionarme con nuevas personas y leer sus apasionantes historias de vida. Me ha gustado que me dieran apoyo cuando lo requería y me ha gustado poder ofrecerlo. Pienso que a pesar de ser un curso virtual se puede crear un cálido clima lleno de humanidad. GRACIAS A TODOAS por hacerlo posible”.
Cambios que se notan
Y, finalmente, creemos que las personas no se quieren ir del “TransCurso” porque el entrenamiento en Habilidades para la Vida da buenos resultados en el plano de las relaciones: “mis hijos se sienten mejor con mis cambios”; “La relación con mi esposa ha mejorado, está asombrada de mi actitud”; “Hoy puedo decir que mi relación con mi familia mejoró gracias a que puse en práctica lo aprendido en el curso”; “Esta semana decidí divorciarme”.
A nombre de todo el equipo docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, gracias a las personas, que aparecen arriba en la fotografía, por habernos acompañado en el TransCurso entre septiembre y diciembre de 2015. Aprendimos mucho en su grata compañía.
Despedida y bienvenida a la vez
Resulta inevitable cerrar este post con más palabras de despedida de este grupo que son a la vez palabras de bienvenida para quienes se animen a formar parte de los nuevos grupos: el de la X Edición, que se realizará del 22 de febrero al 22 de mayo de 2016; el de la XI Edición, entre el 30 de mayo y el 19 de agosto o el de la XII Edición que irá del 19 de septiembre al 9 de diciembre de 2016:
“Como cada lunes a estas horas, desde hace varias semanas, me siento frente al ordenador y frente a la ventana de la habitación para iniciar la tarea semanal del Transcurso. Esta vez será la última. Hace mucho frío en el norte de España; pero, hoy, después de días de lluvia, ha salido el sol. Y eso me pone de buen humor. Simplemente quería despedirme de todos ustedes, escribiendo que ha sido un placer haber compartido un espacio virtual y un tiempo de aprendizaje y de crecimiento personal, grupal y metodológico. Anoche estuve viendo en la televisión una entrevista a Pepe Mújica, el ex-presidente uruguayo (siempre que le escucho, me entran unas ganas irresistibles de hacerme uruguayo). Decía: “tal vez sea el momento de dejar de pensar como españoles, como uruguayos, como chinos… y ponernos a pensar de un modo global y colectivo. Los problemas en África son nuestros problemas, la contaminación de los océanos es nuestra contaminación, las bombas que caen en Siria, están cayendo también encima de nuestras cabezas”. Eso es lo más preciado que me ha concedido haber participado en el Transcurso: ahora tengo los ojos más grandes. Un abrazo y hasta siempre”.
Con testimonios como los que hemos compartido, que se repiten edición tras edición, se renuevan los ánimos de EDEX, promotora del TransCurso y los de la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universidad de Girona, que nos acompaña en la acreditación. Si decides formar parte de estas nuevas ediciones, puedes matricularte únicamente, un mes antes de cada inicio, ingresando a http://escuela.habilidadesparalavida.net/login/index.php
Para más información escribe a escuela@edex.es
A partir de 2016, en 42 horas repartidas a lo largo de 7 semanas y en el marco de 4 capítulos, podrás participar en La Aventura de la Crianza, un curso digital que hemos diseñado, especialmente, para madres y padres de España y de América Latina, con interés en fortalecer sus propias Habilidades para la Vida (HpV).
Para nadie es un secreto que niñas, niños y jóvenes aprenden mucho más de todo aquello que no pretendemos enseñarles (con toda clase de explicaciones o palabras) pero que inevitablemente terminan aprendiendo: lo que comunican nuestras acciones, nuestros comportamientos. En teoría, la mayoría de las personas sabemos qué es lo que deberíamos hacer para relacionarnos bien, pero otra cosa es saber hacerlo.
En este curso, lo que lograremos, en primer lugar, es reconocer nuestras prácticas (sin culpa y con alegría). Luego, con el enfoque de las HpV y con la luz de 5 faros, iniciaremos un entrenamiento que nos permita llegar a relacionarnos entre iguales, donde todas las personas que hacen parte de la familia tengan voz, voto y, sobre todo, capacidad para cuidar de sí mismas y de las personas con las que convive.
Los cinco faros serán:
En la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida hemos venido cocinando, a fuego lento, esta Aventura de la Crianza. Será nuestra segunda oferta formativa digital, después de más de tres años de experiencia y centenares de estudiantes de España y las Américas participantes en nuestro TransCurso, al que confiamos igual en calidad y calidez. Iniciará el 28 de marzo de 2016 y terminará el 13 de mayo. Un mes antes de comenzar, se abrirá el período de auto- matriculación. Si quieres más información, escribe a comunicacion@edex.es
Queríamos dejarles esta información, puesta sobre la mesa, a manera de buena nueva, justo en estos días de Navidad en los que nos llegan diversas invitaciones para fortalecer lazos familiares. Suele decirse que no escogemos a nuestras madres o padres ni a nuestras hijas e hijos, pero sí podemos elegir qué tipo de relación tener con cada quien. La que propone este curso es una relación tranquila, gozosa y respetuosa que nos permita ser cada vez más felices.
Felices fiestas.
¿Qué tienen que ver un lápiz y un cubo de hielo o una cerveza, una lancha y un martillo? Aunque no lo parezca, todo en el universo está relacionado, sobre todo, yo, tú, él, ella y todas las personas entre sí. ¿Qué tienen que ver conmigo aquellas personas que no han nacido en mi país? ¿O las que tienen otra edad, género, religión, identidad sexual o politica? ¿Qué tengo que ver con las personas que actúan agresivamente o con las que aman apasionadamente? ¿Cómo pasar de un “juntos pero no revueltos” a un “juntos y además revueltos”? (Según el informe “Indicadores de Juventud 2013” del Observatorio Vasco de la Juventud, sólo el 6,5% de jóvenes (15-29 años) realiza tareas de voluntariado y al 41% no le gustaría compartir portal con población gitana).
Para aprender a relacionarnos con tantos parientes diversos que hacen parte de nuestra familia humana, para que las personas aprendamos a vivir juntas, mezclándonos en la escuela, en la calle y en el mundo entero, sin eliminarnos ni invalidarnos, son de gran utilidad las Habilidades para la Vida (HpV). En Fundación EDEX, hemos venido descubriendo que estas HpV sirven para que una persona o un colectivo sepan relacionarse de igual a igual con las demás y con sus entornos (sin sentirse ni más ni menos que nadie).
Dos programas, una intervención educativa
Los Programas “Retomemos, Una propuesta multiversal” y “Retomemos, Una propuesta al derecho y al deber” son herramientas que se dirigen a adolescentes de 13 a 16 años, por medio del profesorado y otros agentes socioeducativos. Hoy, Oihana Rementería Roces, miembro del Equipo de Formación de EDEX, con el apoyo de la Dirección de Juventud y Deportes del Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura y la Dirección de Víctimas y DDHH del Gobierno Vasco, imparte en Bilbao un taller que busca, en primer lugar, acercarse a la situación de la adolescencia respecto a la convivencia y la participación social; en segundo lugar, a las Habilidades para la Vida y, en tercer lugar, a las bases conceptuales de estos Programas y a su metodología.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, les compartimos nuestro deseo de seguir avanzando en el derecho y el deber de ser semejantes, dos asuntos que contienen buena parte del articulado de esta Declaración.
Antes que nada, les invito a ver la película en mención y, por supuesto, también, a conocer nuestra serie, que tiene protagonistas parecidos: la indecisión, con Isa, la indecisa, a la cabeza; las broncas, con Darío, el de los líos, como su representante; la mentira, en la figura de Rosa, la mentirosa; la tranquilidad, con el nombre de Beto, el coqueto y, la impulsividad, con el de Lida, la atrevida.
A continuación les comparto tres ideas que se reiteran en estas dos producciones que nos sirven para aproximarnos al manejo de las emociones y los sentimientos, una de las 10 Habilidades para la Vida que EDEX promueve en sus programas educativos y ofertas de formación:
En eso andamos en Fundación EDEX, a través de nuestros proyectos y de nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Nos emociona apostar por la promoción del bienestar social y personal a partir de la promoción de la inteligencia (que es emocional y racional), así, completa.
Durante 11 años, Virginia fue maestra. Hoy es payasa profesional, narradora de cuentos y fundadora de Oihulariklown, un grupo de teatro que se le conoce, sobre todo, por esto de las “clownclusiones” que son una práctica que mezcla el análisis institucional y las relatorías con la improvisación clown.
Cuando conferencistas y panelistas han hecho sus intervenciones, ella aparece, como por arte de magia, en la escena. Lleva consigo varias hojas de notas (la chuleta), que ha tomado de todas las presentaciones, su nariz de clown y una maleta de cachivaches que le ayudan a construir eso que ella llama “metáforas transformadoras”. Lleva escaleras de albañil, pollos, mundos inflables, cuentos y espejos, entre muchos recursos más, con los que le devuelve al público, “mezclados como ensalada”, un buen manojo de voces e ideas que se han escuchado durante el evento, con el aliño del humor.
De su trabajo destaco, especialmente, dos aspectos: el primero, que sea un cuerpo y una mente de mujer las que nos seduzcan a pensar sobre lo que pensamos, a relativizar nuestra mirada, a “aligerar el exceso de seriedad y gravedad” que se imponen en este tipo de eventos. Y el segundo, que nos haga reír, no sólo tanto sino sobre todo, tan bien reído (primero de sí mismos) y de manera tan oportuna: un cierre de Jornadas y Congresos con broche de oro.
Y lo de cerrar, es relativo. Su aporte, en realidad, abre la mente y el corazón de todas las personas participantes, nos despierta y nos deja con ganas de volver sobre el tema, con la motivación necesaria para avanzar en él.
En EDEX le hemos pedido que nos acompañe en los cuatro Seminarios Internacionales de Habilidades para la Vida que hemos celebrado entre 2005 y 2015. Es una manera de homenajear a la alegría que, desde nuestro enfoque pedagógico, es una de las invitadas que no puede faltar en todo proceso de aprendizaje, sobre todo en los que tienen que ver con las Habilidades para la Vida.
Virginia, también, nos acompaña, desde 2012, en nuestra oferta digital a través de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Para la IX Edición del TransCurso, que iniciará el próximo 14 de septiembre de 2015, está prevista como conferencista invitada para chatear sobre la creatividad en la vida cotidiana, que tanta falta nos hace a las personas cuando nos relacionamos con nosotras mismas y con las demás.
Les invito a escuchar, aquí abajo, a Virginia. En pocos minutos nos cuenta cómo logra lo mucho que logra con las clownclusiones y para qué sirven:
Entrevista Virginia Imaz
“Einstein decía que «la educación es aquello que queda después de olvidar todo lo que nos han enseñado». Comparte en este foro lo que ha quedado en ti después de este TransCURSO. Se reciben también despedidas y manifestaciones de aprecio o “desprecio” que broten espontáneamente”.
Con este texto y con esta fotografía, se plantea el foro titulado “Lo que nos queda” para que el grupo de participantes del TransCurso se despida y comparta su experiencia después de tres meses de formación –online- en Habilidades para la Vida (HpV). Y es de los comentarios allí publicados y de la evaluación que realizamos, de donde hemos extraído tres claves pedagógicas para el aprendizaje de estas habilidades: emoción, conversación y transformación. Con mucha alegría y satisfacción vemos que, tras siete ediciones realizadas, estamos cumpliendo los objetivos que nos planteamos. La docena de fragmentos seleccionados, que copiamos a continuación, son una muestra de los aprendizajes más reiterados por los grupos:
Tras leer estas palabras, que provienen de personas mexicanas, venezolanas, colombianas, españolas, nicaragüenses, uruguayas, ecuatorianas, brasileras, cubanas, paraguayas, dominicanas, costarricenses, argentinas, chilenas, puertorriqueñas, salvadoreñas y guatemaltecas, que han vivido con Fundación EDEX esta experiencia, todas ellas vinculadas, desde diferentes escenarios, con el mundo de la educación de niñas, niños y jóvenes, nos quedan, entre otros, los siguientes aprendizajes:
Hace unos días, Miguel Costa Cabanillas, a quien solemos invitar para que nos deleite con una conferencia-chat, a manera de cierre en el TransCurso, nos regaló generosa y espontáneamente estas palabras:
“He tenido el privilegio de asomarme al mejor curso del planeta Tierra –ni es broma, ni adulación, es sencillamente, admiración y reconocimiento- y, honestamente, no he visto a lo largo de mi carrera profesional un curso tan bien hilvanado, confeccionado, motivante, empoderador y validante. Es un curso único en eso de dejar huella en el alumnado y en los monitores. Los criterios me alucinan por vuestra capacidad e ingenio para comprometer a los participantes y promover un aprendizaje experiencial. Por otra parte, el tema (HpV) tiene una importancia estratégica de tal naturaleza que merecería evaluarlo –me imagino que lo estáis haciendo- y enviarlo a la OMS como ejemplo de buenas prácticas para el Desarrollo Humano. Un fuerte abrazo con deseo de que tengáis un gozoso 2015″.
Todo lo anterior nos motiva a continuar con este TransCurso, que el próximo 23 de febrero inicia su octava edición. De igual manera, ha sido el combustible para cocinar la segunda oferta online de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, esta vez dirigida a familias, que esperamos iniciar el próximo otoño. Conservaremos la cercanía, la emoción y el enfoque vivencial logrado en esta experiencia. Innovaremos en todo lo necesario para humanizar más nuestras maneras de aprender, de relacionarnos y de acompañar a nuestras niñas, niños y jóvenes.
Por estos días más de una persona prepara su equipaje para ir a visitar a sus familiares y amigos y compartir las celebraciones navideñas y de año nuevo. En EDEX no nos quedamos atrás. Hemos preparado nuestra propia maleta en torno al tema que le da sentido a nuestras acciones como organización: el de las Habilidades para la Vida. En ella hemos puesto 5 elementos que simbolizan lo que hemos aprendido este año y los retos que nos quedan para el siguiente:
Con la maleta hecha, EDEX está preparada para continuar su viaje, durante el 2015, por el país de las Habilidades para la Vida, que no es otro que el país de las relaciones humanas, justas, gratas, saludables, ciudadanas. Les deseamos unas fiestas en paz y llenas de mucho amor, suficiente para que queden reservas para los nuevos 365 días que tenemos por delante.
Hoy existe un grupo de 168 personas, en 17 países, que tienen algo en común: un día tomaron la decisión de matricularse en el “TransCurso”, un espacio online de formación que Fundación EDEX viene ofreciendo, desde el 2012, a través de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. De la mano de este grupo, una sospecha que teníamos está creciendo a pasos agigantados: las personas no hemos venido al mundo para lamentarnos de lo mal que están las cosas o para acostumbrarnos a ellas; hemos venido para lograr que cada día sean un poco mejores.
Una ruta posible para tal propósito es la de irnos de “turismo”, como diría Mafalda, por nuestra propia vida y protagonizar los cambios que queremos ver en el mundo. Esto no es algo que se logre de la noche a la mañana o en 60 horas, que es la carga horaria del “TransCurso”. Sin embargo, para muchas de estas 168 personas, la experiencia vivida durante estos tres meses ha sido con-movedora, es decir, lo suficientemente significativa como para moverse del punto en el que estaban e iniciar transformaciones. Así lo confirman los testimonios de quienes, en 2014, han participado, que coinciden con las de 2013 y 2012:
– “Este TransCurso me ha mostrado la variedad de rutas para ir mejorando en la vida. Mi familia nota cambios favorables en mi persona y eso me agrada pues observo una consolidación entre nosotros”.
– “Me voy de este Transcurso sintiéndome diferente, una mejor persona conmigo misma, pero sobretodo con las personas que me relaciono, como mi familia, mis hijos, mi pareja, con mis amigos, compañeros de trabajo; es sorprendente cómo, con acciones tan sencillas, aplicándolas cotidianamente, se puede generar un cambio tan sorprendente; gracias por devolverme esa capacidad de asombro ante lo sencillo, lo cotidiano y mirar con anteojos diferentes a las personas, a las situaciones, a la vida. ¡Nuevamente muchas gracias¡”
– “Tengo la sensación de que algo se ha desbloqueado en mi cuerpo y en mi mente… He disfrutado mucho con los ejercicios, con las sugerencias de otros compañer@s y ex alumn@s. Los xat-conferencia con vosotros… me sentaron como una inyección de vitaminas. ¡Exquisito! ¡Muchísimas gracias!
– “Es, sin duda alguna, el MEJOR CURSO en línea que he tomado”
– “Este curso es la experiencia más hermosa que me ha sucedido en los últimos años. Es para vivirlo, extasiarse de él, sacarle provecho, es para vivir mejor conmigo, con los demás y con mi entorno. ¡Gracias, infinitas gracias!”
– “Considerando mi carga de trabajo, me pareció excelente la flexibilidad para abordar las temáticas en cuanto al libre horario que cada uno ajustó a su tiempo.”
– “Lo único que puedo decir es que no me imaginé que aprendería tanto con este curso. Era bastante escéptica. Ahora reconozco que me siento como cuando comencé a estudiar inglés. Creí que nunca lo aprendería. Gracias”
– “Mi experiencia en este primer acercamiento a las Habilidades para la Vida es muy agradable. Salgo con “traje nuevo y a la medida”. Uno debe dejar de lado esa “ropa vieja” que está llena de ideas que no resultan favorables para reconocer la otredad y la diversidad cultural”
– “¡EsteTransCURSO fue como cuando comes algo que te encanta y sólo quieres seguir comiendo! Y lo más maravilloso es que en mi práctica docente he regulado muchas cosas con mis alumnos y en mi salón hemos logrado crear un clima lindo”.
– “No quería que terminara. Me siento nostálgica pero también transformada y con ímpetu de más transformación. En verdad disfruté mucho este TransCurso, me sentí muy arropada estas 12 semanas, dediqué tiempo de calidad para mí, disfruté, lloré, reí, recordé, suspiré, en fin……… muchos sentimientos”.
Como lo dejan ver estos testimonios, estas 168 personas tienen mucho en común -lo cual es reconfortarte-. Y también muchas cosas distintas -lo cual es estimulante (como anota Serrat en su canción): algunas son licenciadas en psicología, educación, farmacia, administración, psicopedagogía, odontología, antropología, derecho, sociología, medicina, economía; otras con maestrías en sexualidad, salud pública, educación física, arte, comunicación, promoción de la salud, psicodrama; unas hombres, otras mujeres; unas entre los 21 y 35 años y otras entre los 36 y 60. Toda esta pluralidad ha venido enriqueciendo al TransCurso, edición tras edición, con los aportes y evaluaciones hechas por los diferentes grupos; se han venido madurando y renovando sus abonos y recursos de manera que cada cosecha arroje mejores frutos. El grupo docente es igualmente diverso: 3 de América Latina y 2 de España, hombres y mujeres.
La séptima edición iniciará el próximo 15 de septiembre y terminará el 5 de diciembre. Este curso va dirigido a todas aquellas personas interesadas en con-moverse para iniciar pequeños cambios en sus vidas que repercutirán, sin duda, en el tipo de mundo que queremos construir. Y, sobre todo, a aquellas que tienen en sus manos el reto de acompañar la educación de niñas, niños y jóvenes. Como decía recientemente un tendero de un poblado vecino, “nada peor que un buen consejo acompañado de un mal ejemplo”. Entrenarse en las 10 Habilidades para la Vida es precisamente alcanzar gradualmente esta coherencia. Es dar pasos que nos acerquen, cada vez más, a esa persona capaz de enseñar más con sus actuaciones que con sus definiciones, consciente de su rol eterno de aprendiz.Las plazas son limitadas. Entre el 18 de agosto y el 13 de septiembre de 2014, puede darse de alta y completar su matrícula, aquí. Puede ver la información completa en nuestra plataforma: http://escuela.habilidadesparalavida.net/
“Una persona sola, da lástima”, dijo Gloria Esperanza Garavito cuando le preguntamos un día por qué insistía tanto en la importancia de la organización social. Como directora de Agrosolidaria, ella sabe que la mejor manera de crecer es buscando compañía, socias y socios que, con sus distintos aportes, echen a volar los sueños. Y eso tan elemental y profundo a la vez, lo sabe también la gente del Distrito Federal en México que coordina el “Proyecto para la Incorporación de la Perspectiva de Género en Escuelas Secundarias y el Impulso de la política de Igualdad Sustantiva de género en el quehacer institucional”.
Por eso, lo primero en lo que pensaron fue en conformar los Núcleos Transformadores, que como su nombre lo indica, tienen la difícil más no imposible tarea de transformar la cultura escolar. Dichos núcleos están integrados por personas docentes, directivas y representantes de las familias porque, como lo dice la Dra. Sofialeticia Morales Garza, asesora técnica de la Administración Federal, responsable de este proyecto, “no podemos descoser en la escuela lo que se cose en la casa o viceversa, sino que tenemos que llevar la puntada juntos. Y esa puntada, ese tejido de igualdad entendida como diversidad, como respeto, empieza en la casa pero se consolida en el trabajo entre pares, en la escuela y en el papel y modelo que las personas docentes representan”.
En un segundo momento, pensaron en formar a esos Núcleos Transformadores, e invitaron a Fundación EDEX para acompañar el proceso. Fue así como estuvimos en Ciudad de México del 17 al 28 de febrero de 2014 para dinamizar sendos talleres sobre Habilidades para la Vida, enfocados a aprenderlas y a enseñarlas. El resultado: 186 personas formadas que integran hoy la Red de Núcleos Transformadores ligados a 37 Escuelas Secundarias del Distrito Federal de 3 direcciones generales diferentes: la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST), la Dirección General de Servicios Educativos de Iztapalapa (DGSEI) y la Dirección Generalde Operación de Servicios Educativos (DGOSE).
Una de las personas participantes narra, de manera anónima y breve, la experiencia vivida en esos días de taller:
“Aprendí la diferencia entre la cantaleta y el encanto, cuál de estas me sirve más para el trabajo con adolescentes. También pasé por la parte de la sensibilización en que a veces no queremos observar nuestro entorno y nos centramos en nuestra persona, en nuestro punto de vista y perspectiva aferrándonos a cómo veo yo las cosas, sin aceptar la visión de la otra persona. Así mismo, se analizaron las habilidades psicosociales y cómo se interrelacionan entre sí. Cantamos, actuamos, hablamos, escuchamos, conversamos”.
Para acompañar su trabajo, cada uno de los planteles educativos participantes recibió materiales didácticos para trabajar las Habilidades para la Vida con adolescentes de primero, segundo y tercero de secundaria. Esta formación continuará con un acompañamiento virtual a lo largo de seis meses más, a través de un espacio privado creado para tal fin en nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Además, una persona de cada plantel educativo, que ha sido elegida por los respectivos núcleos, participará en la VI edición del TransCURSO, un espacio on line para formarnos en HpV.
Si quiere conocer más sobre lo aprendido y realizado en estos días de talleres presenciales, se ha creado “Personas Educadas”, un espacio público en Facebook que será alimentado gradualmente con los frutos del trabajo de las personas que conforman estos núcleos transformadores que ya empiezan a poner en práctica lo aprendido, tanto en sus escuelas como en sus casas. A la Dirección General Adjunta de Género, de la Subsecretaria de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México, agradecemos la confianza que han tenido en nuestro trabajo al invitarnos a trabajar en este Proyecto.
Lo usual es ver a la cebra tratando de huir de las fauces del león. Qué foto más pertinente para este inicio de año. Es la imagen que grafica el reto que tenemos los seres humanos para el 2014 y los años venideros: transformarnos en esas personas capaces de convivir pacíficamente, sin resultar amenazantes para las demás, como seres de compañía. Fundación EDEX quiere seguir apostándole a ese sueño de paz y convivencia de la mano de la formación en Habilidades para la Vida, un camino para seguir abonando y hacer posible relaciones gratas, basadas en la inteligencia emocional.
Desde Bilbao deseamos a todas las organizaciones, administraciones públicas y personas amigas, un maravilloso 2014. Esperamos seguir fortaleciéndonos en su grata compañía.
San Agustín decía que el mundo era un libro y que las personas que no viajaban sólo leían la primera página. Y mucha razón tenía porque conocer otras culturas, geografías y maneras de hacer la vida, es no sólo un placer y un privilegio sino además una oportunidad para ampliar la mirada frente al propio punto de vista y para disminuir los prejuicios que impiden reconocer el valor que tiene la diversidad propia de la vida y de los seres humanos.
Nagore García, en 2012 y Alicia del Álamo, en 2013, han podido leer una página más del libro de sus vidas. Las dos han viajado por tres meses a Bucaramanga, Colombia, durante el verano, en el marco del Programa Juventud Vasca Cooperante. Lo han hecho con EDEX como ONG responsable en Euskadi y con Proinapsa-UIS como ONG local, en donde han participado en proyectos de formación docente relacionados con la Educación para la Sexualidad y la promoción de los Derechos Sexuales y Reproductivos.
“Yo creo que he aprendido un poco más a vivir”, comenta Nagore. Y lo ha hecho después de afrontar en Colombia desafíos relacionados con el tráfico, la inseguridad ciudadana y las inclemencias naturales: “De alguna manera, vivir la cotidianidad de allá me ha abierto la mente a otras perspectivas y realidades. En ocasiones somos conscientes de la pluralidad de realidades, y sin embargo, no es lo mismo ser consciente a nivel intelectual/racional que vivirlo, ver como se traduce en experiencia encarnada”. Por su parte, Alicia destaca la actitud positiva de la gente colombiana que se reinventa: “aunque estés en crisis te pintas los labios, te pones tu mejor vestido y venga…Para’lante”; así mismo, invita a Colombia a trabajar más por la calidad y el acceso a los servicios de salud, a los que concibe no como un “lujo” sino como algo a lo que debe acceder todo el mundo.
Han sido dos experiencias distintas en un mismo lugar, vividas por dos mujeres jóvenes de Euskadi, diferentes también, que puedes conocer un poco más, en sus propias voces, escuchando sus testimonios, aquí abajo.
EDEX comparte los objetivos del Programa Juventud Vasca Cooperante y por eso desde 1997 ha participado acogiendo participantes y formando parte de la Comisión de Selección. En estos años ha compartido con 35 personas que como Nagore y Alicia han conocido “in situ” algunos de los proyectos en los que viene trabajando en diversos países. Han sido jóvenes y profesionales que han hecho aportes significativos a las experiencias visitadas y a las ONG involucradas, así como a la sociedad vasca en general. Algunas de ellas, tras continuar la lectura de más páginas de ese libro de la vida, aún continúan en este mundo de la cooperación al desarrollo.
La palabra “pre-pago” en Colombia está muy desprestigiada porque está asociada a la prostitución ejercida por mujeres jóvenes, universitarias, que cobran por una noche, altas sumas de dinero y por adelantado. Por eso, cuando María Consuelo nos contó que en su barrio Santo Domingo Savio, en Medellín, funcionaba la energía pre-pago, nos sorprendió. Ella es una mujer que tiene un puesto ambulante, a pocos metros de la entrada al Parque Biblioteca España, donde vende desde sombreros, llaveros, collares pulseras, hasta recargas para teléfonos celulares y para la energía pre-pago. Lo interesante de este servicio es que, ahora, cuando las personas no pueden pagar el consumo de luz y les suspenden el servicio, tienen la opción de hacer una recarga por mínimo de tres mil pesos (1,20 €) y al digitar el pin que se les entrega en el contador de sus casas, automáticamente reactivan el servicio.
Anteriormente, no había opción. Sin el pago total de la deuda, la prestación del servicio era imposible. Este es un ejemplo de manejo de problemas y conflictos, una de las 10 Habilidades para la Vida, puesto en el ámbito social. Ya la pobreza, en muchos barrios de América Latina, es suficientemente extrema como para que la relación entre las organizaciones prestadoras de los servicios, el Estado y la comunidad, también lo sea. Esto de la energía pre-pago propone una relación flexible, justa, en donde se procura que ninguna de las partes se perjudique.
Y como las Habilidades para la Vida son interdependientes, dar un manejo adecuado al problema de no tener el dinero para pagar la luz, es también disminuir los niveles de tensión y estrés de la población, por un lado y, por otro, aumentar la capacidad de las entidades públicas o privadas para conectar con las necesidades de las comunidades (empatía).
Pocas ciudades se han transformado como lo hizo Medellín entre el 2004 y el 2011. El equipo de gobierno, luego de analizar críticamente el destino de los presupuestos, tomó las decisiones necesarias para lograr un objetivo: transformar la etiqueta de la criminalidad que caracterizaba a esta ciudad, en la etiqueta de la convivencia, las oportunidades, la educación y la cultura. Esto fue lo que motivó recientemente que se le premiara como la ciudad más innovadora del mundo.
La innovación o creatividad de esta ciudad son hijas de la claridad que se obtiene cuando somos capaces de pensarnos como personas ciudadanas con derechos, antes que como personas que tienen o no tienen el dinero para comprar servicios como la luz, el agua o el gas, o como la educación, la salud y el transporte. Este es sólo un ejemplo de la dimensión política de las Habilidades para la Vida, es decir, de la capacidad que tenemos para transformarnos en aquello que queremos ser, no sólo como personas, sino también como sociedades.
Aquí podrá escuchar las palabras de María Consuelo que explican cómo se recarga la energía en su puesto de venta y cómo la construcción del parque biblioteca España le dio luz a su barrio: dejó de ser el sector del miedo y se convirtió en uno de los lugares más visitados en Medellín por turistas de todo el mundo.
En visita a la ciudad de Medellín, estuvimos conversando con Janed RiveraRestrepo. Ella es coordinadora de proyectos de “Con la Gente” y docente de la asignatura “Democracia y afectividad” de la licenciatura en educación pre-escolar de la Universidad San Buenaventura de Medellín. El texto que guía el desarrollo de su asignatura, es el de “Habilidades para la Vida, Manual para aprenderlas y enseñarlas”, de la Fundación EDEX.
EDEX: ¿Qué haces con este texto?
JANED: Lo que hago con este material es contribuir a la formación de las maestras en su vida o en su ser humano. Cualquier otro profesional podrá restarle sensibilidad y humanidad a su quehacer, pero un docente no. Y un docente que trabaja con primera infancia, menos. Entonces, el Manual de Habilidades para la Vida lo que brinda es esa posibilidad para revisar tu ser humano, revisar tus niveles, tus posibilidades, en términos de empatía, de relaciones con el otro, de pensamiento reflexivo, crítico, de autoconocimiento, de todas las habilidades; ponerlas en ti, revisarlas en ti, pasarlas por tu cuerpo y tu corazón para poderlas potenciar en los niños.
EDEX: Cuéntanos del trabajo final que realizan tus estudiantes.
JANED: Al final del semestre realizan una práctica con un grupo de niñas y niños entre los 3 y los 5 años, de una escuela de Medellín. Con ellos ponen a prueba un juego que han diseñado, previamente y a lo largo del semestre, con mi asesoría y acompañamiento. El objetivo de este ejercicio es desarrollar en el grupo, a partir del juego, una de las 10 Habilidades para la Vida. Se han diseñado loterías, rondas, carruseles y parqués (o parchís), entre otros.
EDEX: ¿Cómo ven tus estudiantes el enfoque de las Habilidades para la Vida?
JANED: Como la asignatura es “Democracia y afectividad” y democracia es formar ciudadanía, entonces, en ese orden, si formamos en Habilidades para la Vida, estaremos garantizando la formación de ciudadanía. Hace poco una alumna me dijo: gracias. No solamente por enseñarme a ser maestra sino a ser humana. Ellas sienten que trabajar en Habilidades para la Vida les fortalece el ser humano, el componente espiritual. Mis estudiantes tienen que referirse a la página de la Fundación EDEX todo el tiempo y esa es la biblioteca. Allí trabajamos. A parte, referencio también la experiencia que estamos trabajando “Con la Gente”. Como estamos haciendo la narrativa para la formación ciudadana y de capacidades para la vida en niños de transición a quinto de primaria, también estamos haciendo una apuesta para que los maestros reconozcan esas Habilidades para la Vida y que, al igual que hacemos con las estudiantes en la Universidad, las puedan pasar por la vida y trabajar con los niños. Nadie da de lo que no tiene.