Como todos los años, la Organización Mundial de la Salud convoca hoy, 31 de mayo, el Día Mundial sin Tabaco. En esta ocasión, el organismo internacional ha elegido como tema la protección de la población adolescente con respecto a los manejos de los que se sirve la industria tabaquera para hacerse con nueva clientela. Para ello, ha elegido como lema «Alcemos la voz», con el que invita a sacar a la luz estas manipulaciones
Cigarrillos con sabores llamativos, emplazamiento de productos de tabaco en series y películas, presencia en redes sociales a través de influencers pagados… estas son algunas de las argucias que utiliza la industria para compensar el impacto en su negocio de los avances de la salud pública. Sobre ellas quiere la OMS poner los focos.
Como recuerda la campaña, todos los años mueren a consecuencia de enfermedades provocadas por el tabaquismo 8 millones de personas en todo el mundo. Una auténtica sangría que constituye un tremendo varapalo para cualquier industria. De ahí que, para renovar su clientela, las tabacaleras inviertan cada año 8.000 millones de dólares en marketing y publicidad.
Desde una óptica preventiva, nos mueve la convicción de que hay que seguir avanzando en medidas de «prevención ambiental» encaminadas a hacer más fácil la opción saludable de prescindir del tabaco.
Del mismo modo, consideramos necesarias actuaciones educativas orientadas a promover entre chicas y chicos habilidades como el pensamiento crítico y la asertividad que les ayuden a identificar, denunciar y contrarrestar los intentos de manipulación de los que son objeto por parte de una industria que, a pesar de su evidente anacronismo, se resiste a bajar la persiana.
Con este propósito, promovemos la utilización en entornos formativos y en espacios de ocio educativo de la guía titulada «Si fumas… te la juegas», en la que planteamos una reflexión crítica sobre esos contenidos que la industria prefiere obviar.
Para conmemorar hoy, 31 de mayo, el Día Mundial sin Tabaco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone en esta ocasión como tema “Subir los impuestos del tabaco”. Una propuesta a la que, en España, se suma el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, que acaba de publicar su informe “Fiscalidad del tabaco y salud” en el que pone de manifiesto la vinculación existente entre ambas variables.
Recuerda la OMS que el tabaco es responsable de la muerte de cerca de 6 millones de personas cada año en todo el mundo (600.000 como consecuencia del tabaquismo pasivo). Una sangría insoportable para cuya reducción son múltiples y de diversa índole las medidas a adoptar. Medidas educativas como las que, por nuestra parte, impulsamos a través de los programas preventivos que promovemos. Medidas orientadas a favorecer el abandono del tabaquismo. Y también medidas en línea con lo que se conoce como “prevención ambiental” que persigue, de manera particular, rediseñar las condiciones contextuales en las que tiene lugar el contacto de la población con el tabaco, para hacerlo más improbable. Entre este conjunto de medidas adquiere pleno sentido el incremento fiscal que la OMS promueve a escala mundial. Según señala la propia OMS, “un aumento del 10% en el precio del tabaco causado por una subida de los impuestos disminuye el consumo de tabaco en un 4% en los países de ingresos altos y hasta en un 5% en los países de ingresos medios bajos”.
Fieles a nuestro compromiso con la educación para la salud, estamos convencidos de la necesidad de seguir apostando por iniciativas educativas que mejoren la cultura de niñas, niños y adolescentes sobre el tabaquismo como una de las principales causas prevenibles de enfermedad y muerte prematura. Iniciativas que, a través de la formación en habilidades para la vida, empoderen a las personas para sustraerse a las influencias sociales favorecedoras del consumo de tabaco. Al igual que apoyamos aquellas otras medidas de corte socioeconómico susceptibles de hacer más efectivos los programas educativos, como es el caso del incremento fiscal de los productos del tabaco.