Desde hacía algún tiempo, el CRAC (Centro de Recursos para Asociaciones de Cádiz y la Bahía) y EDEX-Centro de Recursos Comunitarios, compartíamos distintos espacios de encuentro en clave de Educación Popular en torno a la participación, la formación y el fortalecimiento del tercer sector, como la Escuela metodológica o el Foro Paulo Freire.
En aquellos escenarios, cada quien aportaba su experiencia y particulares fortalezas. Una de las que se nos atribuía a EDEX era la capacidad para editar y distribuir “materiales”, pues no en vano a la fecha habíamos producido decenas de títulos sobre desarrollo comunitario y educación en valores que se habían proyectado con éxito fuera del País Vasco. Seguramente fue por ello que Fernando de la Riva y la gente amiga del CRAC depositaron en nosotros su confianza para que editáramos algunos de los textos utilizados en sus procesos de formación -o que resultaban de los mismos-, como fueron los casos de “Para dinamizar las asociaciones”, “Herramientas para el trabajo del informador y dinamizador juvenil” y “Las reuniones”.
Poco tiempo después, EDEX invitó al CRAC a sumarse a la alianza con la Fundación catalana de l´esplai en torno a Fundación Esplai, y fue en el seno de la misma desde donde se acometieron diversas actuaciones orientadas a fortalecer el asociacionismo durante el propicio marco del Año Internacional del Voluntariado y siguientes. Una de ellas consistió en la producción de la colección “Cuadernos prácticos“, presentada como un “conjunto de cuadernos sencillos y útiles, centrados en temas y aspectos concretos de la vida de las asociaciones y colectivos sociales, y elaborados como herramientas para contribuir a mejorar su funcionamiento organizativo y su acción social”.
Dicha colección se inició con el rediseño, en 2001, del monográfico “Las reuniones“, al que seguirían, ese mismo año, dos nuevos títulos: “Los proyectos“ y “Los equipos”. La buena acogida que tuvieron entre las organizaciones del tercer sector y la apreciable colaboración tanto del Ministerio de Asuntos Sociales como de diversos gobiernos autonómicos hicieron posibles varias reediciones, y nos proporcionaron aliento para sumar nuevos títulos: “Redes asociativas” (2002), “Comunicación asociativa” (2004) y “Liderazgo asociativo” (2007), y hacerlo en todas y cada una de las lenguas de España.
Ediciones que en la mayor parte de los casos fueron acompañadas de encuentros de formación asociados a cada una de las temáticas, en los que a lo largo de los años tomaron parte activa centenares, quizás miles, de organizaciones de base de muy variado perfil a lo largo y ancho de nuestro país.
En el seno de Fundación Esplai, el trabajo colaborativo desarrollado por las entidades impulsoras en torno a los “Cuadernos prácticos” se organizó de modo que el CRAC seguiría ocupándose de la creación de los contenidos, –que, por otra parte, recogerían las aportaciones de sus socios, poniendo en evidencia la experiencia de trabajo a pie de calle de unos y otros-, en tanto que EDEX se responsabilizaría de acomodar éstos al formato convenido, traducirlos, diseñarlos, imprimirlos y distribuirlos, y la Fundación en su conjunto lideraría la iniciativa y se ocuparía de conseguir la financiación necesaria para su producción y para la multiplicación de su impacto.
Algunos años después, ajenos ya el CRAC y EDEX a Fundación Esplai, la colección “Cuadernos prácticos”, disponible tanto en soporte papel como en formato digital, sigue alimentando procesos de mejora en muchas asociaciones de la mano de cada una de las organizaciones que la hicieron posible, en especial el CRAC (desde 2011, Colectivo de Educación para la Participación), que muestra actualizados su diseño y contenidos.
De tanto manosearlas, las palabras corren el riesgo de perder sentido o acabar adoptando significados equívocos. Algo así ocurre con el término “emprendizaje”, a fuerza de repetirse hasta la saciedad como la supuesta solución a todos los males que en la actualidad nos aquejan. Otro tanto cabe decir del concepto “emprendizaje social”, explotado por intereses tan diversos (cuando no contradictorios) que no siempre es fácil encontrarles un nexo común.
Para nosotros, la clave definitoria del emprendizaje social es el empoderamiento ciudadano en la búsqueda de soluciones a problemas sociales no atendidos. Así, incluye a personas, colectivos, organizaciones de diverso tipo que ven posible impulsar proyectos orientados a mejorar las condiciones de vida de determinados colectivos, a afrontar problemas sociales que el mercado no considera rentables y que las instituciones públicas no consiguen resolver.
Con este telón de fondo, cuando se habla de emprendizaje social (y de emprendizaje en general valdría decir), es habitual que se asocie con personas jóvenes. Esto, siendo una parte importante de la realidad, no es, sin embargo, la realidad completa. De hecho, en todo el mundo hay un número considerable de experiencias de emprendizaje social que son realizadas por personas de todas las edades.
En el encuentro que presentamos vamos a centrarnos en iniciativas de emprendizaje social protagonizadas por personas mayores y/o dirigidas a ellas. Personas que, habiendo dejado atrás la edad de jubilación, siguen manteniendo vivo su espíritu inconformista y se sienten en forma para continuar protagonizando propuestas diversas de mejora social. Contribuyendo de paso a dotar a las personas mayores de una visibilidad social que a menudo les es negada.
Con el doble propósito de fomentar el interés por el emprendizaje social protagonizado por personas mayores y de contribuir al cuestionamiento de estereotipos discriminatorios y excluyentes, hemos organizado un encuentro cuyas claves son las siguientes:
A continuación, el programa completo.