En dos de los lugares que he visitado (Valladolid y Gran Canaria) durante estos días de gira por España, como integrante del equipo técnico de Fundación EDEX, hemos cerrado las 8 o 10 horas de trabajo en grupo, con la inspiración de aquello que Albert Einstein solía decir: “comprendes realmente algo cuando eres capaz de explicárselo a tu abuela“. Han sido encuentros de formación girando en torno a la conversación, pedagogía por la que hemos optado, desde hace ya cerca de 20 años, para aprender y enseñar Habilidades para la Vida. Nos complace la oportunidad humanizante que esta pedagogía conlleva a la vez que en ella misma hay siempre espacio para la práctica de las 10 destrezas psicosociales que propone este enfoque.
Te invito a asomarte a estos relatos con los cuales, además de conversar y recordar a estos seres clave en nuestras historias, hemos evaluado lo que han sido estos talleres con los equipos de profesionales que aportan a la promoción de la salud de sus comunidades. Enhorabuena para todos. Aquí dejo sólo una docena de ellos, tomados de más de 40 que me llevo como tesoros en mi chistera. Muchas gracias al Servicio de Promoción de la Salud del Gobierno de Canarias y de la Junta de Castilla y León:
- “Querida abuela… hace un día llegué a un espacio de encuentro circular. La diseñadora de palabras, radiaba de entusiasmo contagioso. Compartió humor, creatividad, relatos y todos bailamos tejiendo una linda comunidad abierta al cambio. Nos inter-regalamos sorpresa, vínculo y participación, como cuando contigo, abuela, creamos un cuento conjunto que continúa…para cantar y contar ante lo inesperado”.
- “Queridas abu: hoy me repensé, cargué las pilas, también me desnudé un poco. Volví a ser consciente de algunos errores y me propuse nuevos retos. Me reí, lloré, me resistí, soñé nuevas realidades y os recordé por aquellas cosas que compartisteis conmigo y hoy sigo teniendo presentes, como parte de mi espiral de vida. Hoy empieza el resto del camino, un camino en el que quiero cantar más dibujar más, ver más pelis, charlar más con la gente y recordar por qué tenemos dos orejas , dos ojos y solo una boca”.
- “Hoy he estado en una reunión donde nos juntábamos un grupo de personas para conversar sobre cómo conversar con los chicos y chicas con los que trabajamos, de cómo utilizar nuestros oídos y nuestra palabra para que tengan la confianza suficiente para conversar de lo que les preocupa, de sus cosas, cómo escucharles desde distintos puntos de vista y no solo desde el nuestro”.
- “Hoy he estado con un grupo de mujeres (amables, listas, ilusionadas, reactivas, divertidas, cercanas) pensando en cómo podemos mejorar un poco este mundo loco en el que vivimos. Parándonos a pensar en lo que hacemos bien y en cómo podemos trabajar mejor con otras personas. Nos hemos reído y en algún momento nos hemos emocionado. Ha sido como un respiro en la trepidante vida que llevamos y sobre todo me ha permitido recordar lo importante que es pensar en las personas y en las oportunidades que a pesar de las dificultades podemos tener para trabajar con esos chicos y chicas que forman parte de nuestro trabajo. Recuerdo abuela que nunca entendiste muy bien cómo ejercía la medicina; pues esto es, preocupándome o pensando en cómo poder ayudar”.
- “Hola abuela. Hoy ha sido un día distinto a otros. Ha comenzado como otros, desayunando con los niños y llevándolos al colegio, pero no he ido a trabajar. Venía un poco agobiada por todo el trabajo pendiente, pero como siempre, viene bien parar y aprender cosas nuevas. Hemos recordado el curso del año pasado, nos ha sacado sonrisas, nos hemos reído haciendo unas dinámicas y hemos aprendido el conversar. Primero, sobre cómo captar la atención, cómo tener encanto para que nos escuchen y, después, cómo escuchar a los demás”.
- “Abuela, he estado dos mañanas en formación de HpV: he podido pensar, sentir y experimentar más allá de lo habitual; confiar aún más en las potencialidades del ser humano; regar el optimismo en mi alma que contagiará a otras…me sigo encontrando con nuevas maneras de prescribir salud, educación e intervención social..”
- “Abuelita…me gustaría que volvieras, te encarnaras de nuevo, 1 minuto, para contarte lo que he vivido en el taller de habilidades para la vida. Con lo aprendido he llegado a tocar el cielo, ahora soy un poco más habilidoso para subir la escalera hasta alcanzarte”.
- “Querida abuela: no te imaginas la experiencia maravillosa que he vivido estos dos días. Hemos trabajado con un grupo de personas, muchas de ellas desconocidas para mí, pero la sensación fue de conocerlas de siempre. Hemos aprendido a querernos más para poder querer a las otras personas. Hace años que nos dejaste, pero si pudiera traerte de nuevo, practicaría contigo todo lo que he aprendido, me siento más humanizada y más feliz. Un beso grande”.
- “Hola abuelita: ayer y hoy estuve en un curso con mucha gente, de muchos lugares de Gran Canaria ¡y no te vas a creer para qué era el curso! Vino una maestra de muy lejos que ha viajado por muchos países a enseñarnos cómo conversar mejor (con nuestros padres, hijos, vecinos e incluso con los desconocidos que nos rodean cada día, en el trabajo, en el mercado, a la puerta del colegio. Vino a enseñarnos a hablar con encanto, como cuando tú nos contabas cuentos, utilizando buenos datos y construyendo confianza. Han sido dos días maravillosos”.
- “Pues abuela, este curso de habilidades para la vida me ha recordado el valor de la conversación en las relaciones humanas, de las palabras dichas con encanto, con gracia y humor, del poder de sorprendernos y aprender de todo y de todos. Más que nada, recordar que los “bichos humanos” (como decía Gladys, la profesora), somos sociales, que no hay un “yo” sin un “tú”, sin un “nosotros”. Esa es la mayor fuente de salud y bienestar que podemos encontrar…además es gratis, abuelita”.
- “Hola yeya…tengo que entrenar. Así que ahora iré 3 veces a la semana al gimnasio (biceps, triceps, cuadriceps, …) y todos los días también a entrenar la felicidad (a escuchar más y mejor, a abrir mi creatividad, mi mente, mis relaciones interpersonales, a manejar mis tensiones y emociones)”.
- “De estos dos días me llevo la satisfacción de compartir un espacio donde se le da importancia a la palabra como elemento innegociable en la relación con los semejantes, donde las orejas estén más abiertas para escuchar, sin tanta censura hacia mí y hacia las demás personas…”
La próxima semana en Sestao y Portugalete, en el País Vasco.