En el momento de elaborar esta entrada, el Portal incluye un total de seis programas, además de otros seis incorporados directamente desde Xchange. Dos de esos doce programas son promovidos en España por Fundación EDEX.
Desde la creación del Portal, el programa de prevención universal en ESO, Unplugged, cocreado en el marco de un proyecto europeo al que fuimos invitados a participar, fue incorporado directamente a partir de su presencia en Xchange, donde fue renovado en 2023.
El programa La aventura de la vida, cuya primera edición data del curso escolar 1989-90, y que ha experimentado un sinfín de desarrollos desde entonces, fue incorporado al portal en 2021.
Una propuesta preventiva para Educación Primaria y otra para el primer ciclo de la Educación Secundaria que forman parte de la Caja de herramientas preventivas que proponemos al profesorado de nuestro país, así como a otros agentes sociales.
Confirmamos así nuestra apuesta por la prevención universal basada en la evidencia, a partir del modelo de educación en habilidades para la vida en el que se sustentan todas nuestras propuestas educativas, tanto en el ámbito de la prevención del abuso de drogas como en las demás áreas que nos ocupan, del desarrollo socioemocional de niñas, niños y adolescentes, a la educación antirracista o la prevención del acoso escolar.
Confiamos en que también en el próximo curso el PNSD apoye la implementación de La aventura de la vida y Unplugged en el conjunto del país, en colaboración con administraciones públicas de diferente nivel.
Un estudio con una dilatada trayectoria
El estudio HBSC (Health Behaviour in School-aged Children) es una amplia encuesta escolar que se lleva a cabo cada cuatro años, desde la década de los ochenta del pasado siglo veinte, en colaboración con la Oficina Regional para Europa de la OMS. Su propósito es obtener información actualizada sobre la salud y el bienestar adolescente, y conocer los determinantes sociales de la salud que afectan a esta población. En marzo de 2024 se publicó un informe centrado en la violencia y el bullying, y en octubre de 2023 publicaron datos específicos sobre salud mental y bienestar.
El último informe, recientemente publicado, se centra en los consumos de drogas por parte de adolescentes de 11, 13 y 15 años de 44 países y regiones de Europa, Asia Central y Canadá. Analiza la situación del consumo de sustancias (tabaquismo, uso de cigarrillos electrónicos, consumo de alcohol, embriaguez y consumo de cannabis) por parte de dicha población en 2021-2022, y la evolución experimentada a lo largo del tiempo, indagando en el papel desempeñado por variables como el género, la edad y la desigualdad social.Los datos más relevantes
El informe, reconociendo considerables diferencias entre países, destaca los siguientes resultados:
− Aunque el consumo general de sustancias es mayor entre los niños que entre las niñas a los 11 años, la brecha de género tiende a reducirse o desaparecer a partir de los 13 años.
– Una cuarta parte de la población adolescente de 15 años ha fumado alguna vez en su vida, y el 15 % al menos una vez en los últimos 30 días.
– Más del 30 % de los y las adolescentes de 15 años ha consumido cigarrillos electrónicos alguna vez en su vida, y el 20 % los ha consumido en los últimos 30 días.
– El 57 % del alumnado de 15 años reconoce haber consumido alcohol alguna vez en su vida, y poco menos del 40 % lo consumió en los últimos 30 días, con mayor prevalencia en las adolescentes.
– Uno de cada cinco adolescentes de 15 años señala haber estado borracho al menos dos veces en su vida, sin diferencias de género significativas en la mayoría de los países y regiones.
– La prevalencia del consumo de cannabis, tanto alguna vez en la vida como en la actualidad, fue mayor entre los chicos que entre las chicas a los 15 años (13 % versus 11 % para el consumo alguna vez en la vida y 8 % versus 5 % para el consumo actual).
– Entre 2018 y 2022, hubo un aumento general en el consumo actual de alcohol y la embriaguez entre las chicas mayores. Por el contrario, se observó una disminución en el consumo de alcohol entre los chicos de 15 años.
– También se observó una disminución del tabaquismo actual desde 2018 entre los chicos de 15 años.
– Las diferencias socioeconómicas en el consumo de sustancias variaron según el tipo de sustancia. El tabaquismo mostró una mayor prevalencia entre los adolescentes de familias de bajo nivel económico, mientras que el uso de cigarrillos electrónicos, el consumo de alcohol y la embriaguez fueron más prevalentes entre adolescentes de mayor nivel.
Es necesario fortalecer la prevención
A la luz de los datos presentados, el informe destaca la necesidad de fortalecer las estrategias preventivas universales basadas en la evidencia, brindar apoyo a quienes ya consumen sustancias y hacer mayores esfuerzos para reducir el atractivo del consumo de drogas durante la adolescencia.
La convergencia de género registrada en muchos países y regiones desde los 13 años, con mayores prevalencias entre las chicas para sustancias tradicionalmente más consumidas por los chicos (por ejemplo, el alcohol), señala la necesidad de adoptar intervenciones que tengan en cuenta la variable género.
Como dicen los autores del estudio: “todas las intervenciones deberían basarse en la evidencia, de manera coherente con los estándares internacionales, adecuarse a las necesidades específicas de cada población, ser sensibles al género, apropiadas para las distintas etapas evolutivas y éticas”.
En esta dirección trabajamos, promoviendo una caja de herramientas preventivas para trabajar con niñas, niños y adolescentes, que incluye iniciativas como Unplugged, entre otras.
La foto “teenagers” es de chiesADIbeinasco
1. Solicitar a los países dedicar al menos el 25% de su estrategia y presupuesto de reducción de la demanda de drogas a la prevención para 2030.
2. Promover un enfoque de prevención dirigido a todas las edades del desarrollo y favoreciendo una prevención más temprana.
3. Fomentar la investigación y la evaluación para evitar estrategias de prevención ineficaces o contraproducentes.
4. Ampliar la visión de las respuestas preventivas para desplazar el enfoque centrado en las drogas hacia el individuo y la comunidad.
5. Incorporar enfoques interseccionales en la prevención que abarquen todos los colectivos en riesgo.
6. Impulsar sistemas de prevención que involucren múltiples actores y que documenten la efectividad y rentabilidad para su implementación global.
7. Proporcionar cobertura universal desde un continuum de atención.
8. Priorizar la acción en los países de renta baja y media.
9. Capacitar a las generaciones actuales y futuras de profesionales de la prevención.
10. Dar seguimiento del estado de las políticas de prevención a través de una supervisión responsable.
El periodo de adhesiones a la Declaración comenzó el 1 de enero de 2024, y en el momento de publicar esta entrada somos ya 1081 las organizaciones de los cinco continentes que la hemos firmado.
Un nuevo espaldarazo a la prevención por la que venimos apostando ininterrumpidamente desde la década de los 90 del pasado siglo XX con programas como La aventura de la vida y Unplugged, entre otros.
El último de estos desarrollos es la conocida como Declaración de Oviedo, firmada por instituciones y organizaciones sociales de los cinco continentes, que llama la atención sobre la necesidad de guiarse por la evidencia para «dar una oportunidad» a la prevención.
En lo que se refiere a la prevención universal en el ámbito educativo, existe consenso en las llamadas «ciencias de la prevención» en que educar a niñas, niños y adolescentes en habilidades para la vida es una estrategia clave para obtener resultados positivos. En este modelo pedagógico se basa nuestro programa ¡Órdago! Afrontar el desafío de las drogas.
Qué es
¡Órdago! es un programa educativo para la prevención del consumo de drogas, con especial referencia a alcohol, tabaco y cannabis.
A quién se dirige
Alumnado de 12 a 16 años que cursa de 1º a 4º de ESO.
Contenidos
Ocho actividades para cada uno de los cuatro cursos de ESO a los que se dirige, centradas en los siguientes ejes temáticos:
− Información sobre drogas.
− Autoestima.
− Creencias sobre las sustancias.
− Toma de decisiones.
− Actitudes antes los consumos de drogas.
− Presión de grupo.
− Influencias sociales favorecedoras de los consumos.
− Tiempo libre.
Herramientas
− Para el profesorado: una guía específica para cada uno de los cuatro cursos que, además de presentar el programa, detalla el desarrollo en el aula de cada actividad. Aquí pueden verse las guías de los cursos 1º y 2º de la etapa.
− Para el alumnado: un cuaderno específico para cada curso, con información y fichas de trabajo en torno a los temas de las actividades. Aquí puede verse el cuaderno correspondiente al curso 1º.
Una implementación sometida a revisión periódica
¡Órdago! ha sido utilizado a lo largo del tiempo en diversos territorios de Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Madrid, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana, gracias al apoyo habitual de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y de las administraciones públicas directamente concernidas. Una aplicación sometida a diversas evaluaciones en comunidades autónomas como Aragón, Asturias, Cantabria, País Vasco y Comunidad Valenciana, y en localidades como Móstoles y Fuerteventura, que mostraron resultados positivos.
Por otra parte, los materiales didácticos del programa han sido repetidamente renovados para asegurar su adaptación a los cambios sociales en cuestiones como el enfoque de género, los datos de consumo de sustancias o la incorporación de recursos audiovisuales complementarios, entre otras.
¡Órdago! forma parte de la caja de herramientas que, en materia de prevención, ponemos cada año a disposición de los centros educativos, ayuntamientos y gobiernos autonómicos interesados.
Para más información puedes contactar con nuestro equipo.
Entrevista a Fernando Martínez González. Director técnico del Comisionado para la Droga de Castilla y León.
Fernando Martínez es para nosotros un referente valioso en el campo de la prevención universal de las adicciones. Ahora que se jubila, no queríamos dejar pasar la oportunidad de conocer su valoración de la situación actual de los consumos de drogas y de la propia prevención.
¿Podrías presentar brevemente tu trayectoria profesional?
Llevo más de 36 años vinculado profesionalmente al campo de las adicciones. Actualmente soy el director técnico del Comisionado para la droga de Castilla y León. Empecé como técnico del servicio de salud mental de la Consejería de Sanidad y a lo largo de estos años he ido desempeñando distintos puestos de mayor responsabilidad hasta el actual en la Gerencia de Servicios Sociales.
En estas más de tres décadas he podido ver en primera persona cómo evolucionaba el Plan nacional y sobre todo el Plan sobre adicciones de Castilla y León.
Junto al equipo del Comisionado, me ocupo de la planificación, organización, coordinación, impulso y evaluación de las actuaciones preventivas y asistenciales que se llevan a cabo en la Comunidad Autónoma a través de programas, centros y servicios específicos acreditados. También es cometido nuestro gestionar los sistemas de información del Plan autonómico sobre adicciones.
¿Cómo ves la situación actual del fenómeno de las adicciones?
El fenómeno de las adicciones es muy dinámico y no ha dejado de evolucionar desde finales de la década de los 70 del pasado siglo. Ahora la heroína y los problemas orgánicos asociados a la adicción son menos importantes que en el pasado. El perfil de la persona adicta que es atendida en los centros asistenciales es ahora mucho más variado y la patología dual es más relevante. También hay una preocupación creciente por las adicciones sin sustancia: juego patológico, adicción a los videojuegos y uso problemático de las pantallas por las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación.
Pero a pesar de este dinamismo, no debemos olvidar que hay sustancias que se mantienen con unos consumos muy extendidos, como son el alcohol, el tabaco y el cannabis, y a las que deberíamos prestar una atención preferente por los importantes daños personales y sociales que ocasionan.
¿Cuál te parece que es “el estado del arte” en prevención?
La denominada ciencia de la prevención está proporcionando una ingente cantidad de conocimientos etiológicos, teóricos y metodológicos que hacen posible una toma de decisiones basada en la evidencia científica. No obstante, es frecuente que en general este conocimiento “académico” no llegue o no se tenga suficientemente en cuenta a la hora de llevar a la práctica las actuaciones preventivas. Creo que se ha progresado, pero no suficientemente, y el ritmo con el que se avanza hacia la prevención de calidad con aval científico es lento por decirlo suavemente.
Si me baso en mi experiencia más directa en la Comunidad de Castilla y León, que es la que conozco mejor, soy optimista. Es posible avanzar en una buena formación de los profesionales que llevan a cabo las actuaciones preventivas, contar con un menú amplio de programas de entrenamiento en habilidades basados en la evidencia a nivel universal, selectivo e indicado y aplicarlos con fidelidad. También es posible mantener la acción preventiva en red, incorporando nuevas actuaciones, durante más de 25 años en los principales espacios de socialización de menores y jóvenes.
En Castilla y León, por ejemplo, aplicamos tres programas de prevención escolar universal: Discover, desde el curso 1996-1997, Construyendo salud, desde el curso 1997-1998 y Unplugged, desde el curso 2015-2016. También aplicamos a nivel selectivo el programa Galilei desde el curso 2007-2008. Más de 378.000 estudiantes de 10 a 16 años han participado en estos programas durante este tiempo. A nivel familiar, aplicamos el programa de prevención universal Moneo desde 2004, los programas selectivos Dédalo y Alfil desde 2003 y hemos completado en 2016 la oferta de programas de prevención familiar indicada en todas las provincias de la Comunidad Autónoma, que se inició en 2004. En todos estos programas de prevención familiar han participado más de 41.800 familias durante estos años.
Sin embargo, creo que todavía queda trabajo por hacer para mejorar la cobertura de las acciones preventivas, impulsar la prevención ambiental y también para enmarcar estos programas de calidad dentro de actuaciones más integrales de base comunitaria.
¿Cómo valoras la importancia creciente que se está concediendo a la evidencia científica y al desarrollo de buenas prácticas?
Creo que es esencial. Deberíamos desterrar las acciones preventivas basadas en las “creencias” y sustituirlas por las que están basadas en la evidencia, y hacerlo de modo decidido acelerando el paso. Sin embargo, lamentablemente, la prevención basada en la ciencia es todavía una acción de “culto” reducida a un número reducido de entidades y profesionales.
Hacer prevención sin soporte científico no sólo es un fraude que crea la falsa creencia en los ciudadanos de que están protegidos frente a los trastornos adictivos, también tiene un impacto de “tierra quemada” para las actuaciones preventivas de calidad, que requieren de mayor esfuerzo y compromiso individual y colectivo.
Haciendo un ejercicio de prospectiva, ¿cómo imaginas la situación de la prevención en la próxima década?
Como he dicho antes quiero ser optimista y pensar que la prevención de calidad va a seguir abriéndose paso, aunque es posible que sea necesaria más de una década para apreciar mejoras sustanciales.
Pero no me gustaría ser ingenuo. Veo amenazas. El riesgo de retrocesos y la vuelta a actuaciones puntuales de mayor notoriedad, pero sin efecto preventivo demostrado. La banalización de ciertos consumos, como el de cannabis, y la presión para hacer más accesible su uso con los negativos efectos que ya conocemos con sustancias legales como el alcohol o el tabaco. El discurso de que la prevención no es efectiva y que hay que apostar por políticas de reducción del riesgo, o que lo nuevo, como las adicciones sin sustancia, que sin duda requieren una respuesta preventiva de calidad basada en un mejor conocimiento científico, desplacen la atención sobre la prevención de los consumos de sustancias, sobre todo de las más prevalentes, que están lejos de estar controlados.
¿Podría, en primer lugar, hacernos una breve semblanza profesional, destacando su trabajo en el ámbito del uso medicinal de los cannabinoides?
He sido profesor de farmacología y toxicología en la Universidad de Montreal desde 1980 hasta 2021. Como farmacólogo y experto en el cannabis, he sido el consultor en este tema y en el de las sustancias psicotrópicas para el Gobierno de Canadá de 2001 a 2015 y para el Gobierno de Quebec desde 2016 hasta ahora. Soy autor y coautor de 25 libros, el más reciente de los cuales, Usos medicinales del cannabis y los cannabinoides, ha sido publicado por ustedes, coincidiendo con los trabajos al respecto de la Subcomisión del Congreso de los Diputados de España. Con toda humildad, señalo que dicho libro es el único en el mundo que detalla las posologías del cannabis y de los cannabinoides necesarias para tratar cada una de las 37 patologías o estados clínicos en los que se han estudiado y utilizado estas sustancias.
¿Cuál ha sido el proceso de análisis en el que basa su último libro?
Mediante la búsqueda en Medline y PubMed y otras importantes bases de datos que utilizamos los científicos, he identificado todos los ensayos clínicos controlados (es decir, comparativos con los medicamentos en el mercado o un placebo) efectuados a nivel mundial sobre el cannabis y los cannabinoides: un total de 334, a fecha de 1 de enero de 2022.
Basándome en la misma clasificación que han hecho las National Academies of Sciencies, Engineering and Medicine, de 2017, de Estados Unidos, que corresponde al último estudio realizado por un gobierno a nivel mundial, he clasificado los resultados obtenidos en cada patología o estado clínico en 4 categorías: Eficacia convincente, eficacia prometedora, eficacia insuficiente y eficacia ausente.
¿Podría señalar las patologías para las que habría evidencia convincente de utilidad?
Se trata de las siguientes: Náuseas y vómitos relacionados con la quimioterapia contra el cáncer, con la radioterapia o con la cirugía; anorexia y pérdida de peso; dolor crónico, esclerosis múltiple y epilepsia (cannabidiol).
En otros casos hace referencia a evidencia prometedora: ¿cuáles serían esas condiciones clínicas? ¿Qué haría falta para disponer de mayor claridad?
Si bien para disponer de mayor claridad al respecto hacen falta más ensayos clínicos controlados, encontramos evidencia prometedora en lesiones de la médula espinal, síndrome de Tourette, demencia y enfermedad de Alzheimer, ansiedad (cannabidiol), insomnio, psicosis (cannabidiol), glaucoma (eficacia de corta duración) y dependencia del cannabis (THC y dronabinol).
Recientemente se ha aprobado en España la regulación del uso medicinal de los cannabinoides, en determinados supuestos y circunstancias. ¿Qué opina del trabajo de la misma?
Muchas luces y algunas sombras, tras escuchar desde Canadá los testimonios de los 23 expertos y las preguntas de los diputados en las sesiones de la Subcomision. Todas las intervenciones fueron interesantes, y las que más me impactaron fueron la de la Sra. Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español del Cannabis Medicinal y la del Dr. Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España. La Sra. Pérez explicó cómo el cannabis alivia su dolor crónico, y el hecho de que tenga que comprarlo en el mercado negro, con el riesgo de adulteración que conlleva. El Dr. Aguilar, por su parte, propuso un plan realista para que los farmacéuticos españoles participen activamente en la dispensación del cannabis entre los pacientes.
Quiero felicitar a la Subcomisión por la celeridad con la que emitió sus conclusiones y por la pertinencia de sus recomendaciones, a pesar de la limitada información sobre el uso medicinal del cannabis y los cannabinoides de la que disponían algunos de los expertos invitados. En general, estoy de acuerdo con las recomendaciones: hay que distinguir claramente los usos medicinal y recreativo, debe ser regulado por la Agencia Española del Medicamento, ha de ser recetado por médicos bien formados sobre el tema y tiene que ser dispensado a los pacientes por los farmacéuticos, que son los especialistas del medicamento.
Hablemos de esas sombras que apreció en los trabajos de la Subcomisión
Hay dos aspectos que me sorprendieron y decepcionaron en la Subcomisión: el primero se refiere a la elección de algunos de los 23 expertos. No considero pertinente el invitar a tantos médicos y psiquiatras, que hablaron de los riesgos del uso recreativo del cannabis. Todos los que trabajamos en el tema del cannabis sabemos e insistimos en los riesgos agudos y crónicos asociados a su uso recreativo. La Subcomisión tenía que focalizar su trabajo en el uso medicinal del cannabis y su potencial terapéutico para las diversas patologías en las que se ha estudiado. Los pacientes nos explican que unas pocas inhalaciones u otras formas de administración de pequeñas dosis de cannabis o cannabinoides alivian los problemas que padecen. La Subcomisión no ha sido informada adecuadamente de los resultados obtenidos en los ensayos clínicos controlados del cannabis y los cannabinoides en las 37 enfermedades en las que fueron evaluados y en qué patologías se han obtenido resultados convincentes o prometedores. A título de ejemplo, ninguno de los 23 ponentes invitados mencionó la clara eficacia del cannabis y los cannabinoides en la estimulación del apetito en los pacientes que sufren de formas avanzadas de cáncer y SIDA.
Además, ningún experto mundial de los ensayos clínicos sobre el cannabis y los cannabinoides fue invitado a la Subcomisión. Como en otros países, se podía haber invitado al profesor Raphael Mechoulam, descubridor del THC, a la israelí Dra. Naftali, al profesor Donald Abrams, presidente de la última Comisión de EE.UU. que publicó en el año 2017 su evaluación de los usos medicinales del cannabis, al Dr. Franjo Grotenhermen, de Alemania o al Dr. Ethan Russo, el que hasta hace poco tiempo fue el director científico de la compañía británica G.W. Pharmaceuticals, que comercializa a nivel mundial el SATIVEX y el EPIDYOLEX, los dos únicos fármacos a base de cannabis autorizados y vendidos en España.
En segundo lugar, me ha llamado la atención la polarización del debate, cuando la cuestión del cannabis medicinal no es un asunto de índole partidaria, sino un tema importante y urgente de salud pública, como así lo han considerado los otros 61 países que ya han aprobado su uso medicinal. Ya es hora de facilitar el acceso al cannabis medicinal a los 300 000 pacientes españoles que lo usan para tratar sus enfermedades y mitigar su sufrimiento.
Con ánimo de contribuir a esta conversación aportando consideraciones basadas en la evidencia científica disponible, Fundación EDEX publica el libro Usos medicinales del cannabis y los cannabinoides. Su autor, Mohamed Ben Amar, farmacólogo y profesor en la Universidad de Montreal, Canadá, ha revisado concienzudamente la evidencia existente sobre la utilidad de diversos cannabinoides en el abordaje de un amplio catálogo de síntomas y patologías (náuseas y vómitos, dolor crónico, trastornos neurológicos…)
Para ello, ha analizado los 334 ensayos clínicos controlados realizados a nivel mundial hasta el 1 de enero de 2022, con más de 19 000 pacientes, con 37 enfermedades o condiciones clínicas diferentes, con la intención de dejar hablar a la Ciencia y exponer sus resultados. Tras este análisis, concluye en qué ámbitos existe una evidencia convincente o prometedora, en qué otros la evidencia es débil y en cuáles es inexistente. La lectura de unos y otros datos, presentados minuciosamente a lo largo de las 334 páginas del libro, resulta del máximo interés.
En un tiempo en el que tanto se habla de regulación, como muestra el hecho de que el Congreso de los diputados español haya puesto en marcha una Subcomisión monográfica en la materia, confiamos en que esta publicación contribuya a arrojar la necesaria luz sobre preguntas como la siguiente: en qué circunstancias y bajo qué condiciones algunos cannabinoides pueden ser de utilidad.
El autor
Mohamed Ben Amar es farmacéutico, especializado en biología clínica y en farmacología, diplomado por la Universidad Paul Sabatier (Toulouse, Francia) y por la Universidad de Montreal. Ha sido profesor de farmacología y toxicología en la Universidad de Montreal de 1980 a 2021 y es investigador sobre las sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central, los tratamientos farmacológicos del VIH/SIDA y la inmunoterapia del cáncer. Es autor o coautor de 25 libros, 121 publicaciones y 67 comunicaciones científicas. Desde 1988, Mohamed Ben Amar participa en calidad de experto en farmacología y adicción ante los tribunales de Quebec y de Nuevo Brunswick, y como experto en farmacología y toxicología ante Comités del Senado de Canadá. En la actualidad, es consultor del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Quebec en materia de sustancias psicotrópicas.
Es el caso de La Aventura de la Vida, una iniciativa de Fundación EDEX cuyos primeros desarrollos vieron la luz en 1989. Desde entonces, hemos tratado de mantener el pulso para que el programa se ajustara a las necesidades cambiantes del alumnado de Primaria al que se dirige. Lo cual ha requerido incesantes modificaciones e incorporaciones que han afectado a su contenido, a sus herramientas, a los ciclos de la etapa a los que se dirigía, a la adopción creciente de una naturaleza híbrida entre lo físico y lo digital, etc. Cambios que seguirá experimentando un programa que hace de la innovación una de sus señas de identidad.
En este proceso, La Aventura de la Vida, programa nacido en Bilbao, ha sido aplicado en la mayoría de las comunidades autónomas de nuestro país, en 17 países de América Latina y actualmente en la región portuguesa de Leiria, por iniciativa de administraciones públicas de carácter nacional, regional y local, en colaboración, en no pocas ocasiones, con organizaciones de la sociedad civil.
Como ratificación de esta política, nos complace compartir que el programa La Aventura de la Vida ha sido reconocido como buena práctica por el Plan Nacional sobre Drogas, y será en breve incorporado al Portal de Buenas Prácticas en Reducción de la Demanda de Drogas y otras Adicciones.
Al equipo de Fundación EDEX nos agrada sobremanera que dos de los programas que promovemos se encuentren incluidos en este portal: hasta ahora, Unplugged, al que a partir de este momento acompañará La Aventura de la Vida. Un respaldo a la prevención universal de las drogodependencias, que, desgraciadamente, no pasa por su mejor momento.
Con apoyo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y la buena acogida de instituciones y organizaciones sociales de territorios como Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid, Murcia, Comunidad Valenciana y País Vasco, un año más dinamizamos el programa Unplugged. Este programa es resultado de la iniciativa europea EU-Dap, en cuyo marco organizaciones sociales y universidades de siete países de la Unión Europea lo creamos, lo evaluamos e impulsamos su utilización en cada país.
Unplugged responde a la evidencia existente, de acuerdo con la cual los programas preventivos han de favorecer el abordaje de estas tres dimensiones:
Unplugged apoya sus propuestas educativas en los siguientes materiales didácticos:
Si consideras de interés utilizar Unplugged en tu centro, en tu municipio…, te animamos a ponerte en contacto con nuestro equipo.
En los últimos tiempos, la prevención del abuso de drogas ha ido poco a poco incorporando criterios basados en la evidencia científica disponible. Hemos ido dejando atrás épocas en que la buena intención parecía justificar toda acción autodenominada preventiva, para centrarnos cada vez más en modelos de actuación de cuya efectividad existan pruebas.
Es el caso del programa de prevención universal Unplugged, en cuyo diseño y evaluación tuvimos ocasión de participar en el marco del proyecto EU-Dap, y cuya aplicación en nuestro país gestionamos desde 2014.
Unplugged es hoy el único programa creado y/o aplicado en España que obtiene en el registro de programas de prevención basados en la evidencia promovido por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, Xchange, la máxima valoración: Beneficioso. Valoración que solo se aplica a programas que muestran resultados consistentes y sostenidos en al menos dos estudios de calidad excelente desarrollados en Europa. Un programa que cuenta con el apoyo del Plan Nacional sobre Drogas, y que recibió en 2018 el Premio a la Innovación Social que convoca cada año la Obra Social “la Caixa”.
Este mismo mes de septiembre, la Generalitat Valenciana nos ha comunicado que el Comité Técnico responsable acredita el programa para su aplicación en la comunidad autónoma. Algo que ya ocurriera en Castilla y León en 2015, por parte del Comisionado Regional para la Droga y la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado. Del mismo modo, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía lo incluye como recurso para el profesorado en su iniciativa Hábitos de vida saludable y el Gobierno de Aragón hace lo propio en su oferta de Programas de Promoción de la Salud en ESO.
A pesar de los tiempos que corren, y de las mil y una dificultades de toda índole que como sociedad debemos afrontar, la prevención del abuso de drogas sigue siendo necesaria, como señalamos en esta entrada, y deberá esmerarse, aún más si cabe, en visibilizar y reforzar todas aquellas iniciativas sobre cuya eficacia exista una razonable evidencia.
Con esta convicción lanzamos de nuevo Unplugged como una de nuestras iniciativas para abordar la prevención en este curso escolar 2020-21 plagado de incertidumbres.
En octubre de 2015, once profesionales de los ámbitos de la promoción de la salud y/o la prevención del abuso de drogas de seis comunidades autónomas, nos reunimos en Bilbao con el propósito de acordar criterios para la formación del profesorado vinculado al programa Unplugged. Profesionales procedentes de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón, de Promoción de la salud en el ámbito educativo del Ayuntamiento de Móstoles, del Instituto Foral de Bienestar Social de Álava, del Instituto Provincial de Bienestar Social de la Diputación de Córdoba, del Centro Provincial de Drogodependencias de la Diputación de Jaén, de Promoción de la salud de la Fundación Catalana de l’Esplai y de EDEX. De aquel primer Seminario nació la Guía para la formación, una herramienta para la capacitación de equipos técnicos y profesorado responsable de la dinamización del programa.
Los días 23 y 24 de febrero de 2017 volvimos a juntarnos en un segundo encuentro al que se sumaron las responsables técnicas del Servicio de prevención de las adicciones del Ayuntamiento de Llodio y de la Sección de Drogodependencias de la Junta de Castilla y León que implementa Unplugged en centros educativos de León, Salamanca, Soria y Valladolid. Compartir las experiencias dinamizadas por cada equipo y reflexionar acerca del modo más efectivo de acomodar la formación a las necesidades y posibilidades del profesorado, constituyó el leit motiv de este encuentro, celebrado, al igual que el anterior, en Bilbao.
Principales conclusiones
Si hiciéramos una nube de palabras con los conceptos más repetidos en el I Seminario, el término prevalente sería “flexibilidad”. La necesidad de adaptar el desarrollo de programas como Unplugged a las características de cada territorio, exige un proceso de apertura que, sin sacrificar lo sustancial, garantice la adaptación óptima en cada caso. Desde el punto de vista más específico de la formación tampoco podemos movernos en el terreno inalcanzable del desiderátum. Antes bien, teniendo claras las necesidades del profesorado a atender para que se sienta en condiciones de dinamizar las sesiones de Unplugged, esta formación tiene que estar sujeta a un proceso constante de adaptación.
Pues si en 2015 la palabra clave fue “flexibilidad”, en 2017 la elegida sería el verbo “enamorar”, a partir de la creciente evidencia acerca de que solo se enseña y, sobre todo, solo se aprende, aquello que apasiona, que motiva, que activa la curiosidad. No está de más recordar a estos efectos que la “filosofía”, tiene el significado etimológico de amor por el saber. Como afirma el neurocientífico Francisco Mora en el subtítulo de su libro “Neuroeducación”, “solo se puede aprender aquello que se ama”. Y esto nos interpela como responsables de formación en varios sentidos:
Avanzando hacia el futuro
En un proceso de reflexión necesariamente abierto, intercambiar procesos, compartir datos de seguimiento y sugerir posibles ajustes a incluir en los materiales didácticos, fueron otros componentes de este II Seminario. Un segundo encuentro que sirvió, en fin, para renovar el sentimiento de participar de una iniciativa relevante. Una iniciativa emocionante cuyos procesos y dinámicas básicos construimos conjuntamente. Una iniciativa con nombres y apellidos que esperamos fortalecer en los próximos tiempos con nuevas incorporaciones.
Hubo un tiempo, felizmente superado, en el que casi cualquier acción cabía en el escurridizo concepto de “prevención”. La buena intención de quienes trabajaban en el ámbito de las drogas parecía aval suficiente para poner en marcha cualquier propuesta, sin reparar en su respaldo conceptual ni en su eficacia. Seguramente algo queda aún de ese periodo, pero, por fortuna, las crecientes exigencias técnicas han ido depurando la mayoría de las intervenciones e identificando las buenas prácticas en las que merecía la pena invertir. Así, paso a paso, hemos llegado a la era de la evidencia, en la que se espera de quienes promueven programas preventivos que demuestren su vinculación con el saber científico disponible (siempre provisional) y la evaluación realizada (aun aceptando múltiples acercamientos). Un avance que no podemos más que aplaudir.
Llegado este momento, tampoco sería buena noticia que la apelación a la evidencia se convirtiera en un desfiladero estrecho que frenara el paso de iniciativas potencialmente valiosas que, por distintos motivos, no hubieran podido mostrar el rigor conceptual y metodológico que hoy en día se reclama. No vayamos ahora a pasarnos de frenada, bloqueando el desarrollo de programas que pueden acabar resultando sugerentes. Como en tantos otros asuntos de la vida humana, estamos ante una cuestión de equilibrio entre el “todo vale” de otras épocas y el “rigor mortis” de una exigencia desmedida que podría acabar degenerando en arma arrojadiza. No olvidemos que también el concepto de evidencia tiene sus condiciones y limitaciones, como recuerda Domingo Comas en su texto ¿Qué es la evidencia científica y cómo utilizarla? No vaya a ser que, como reza la conocida sentencia, acabemos tirando al niño junto con el agua sucia.
En todo caso, bienvenida esta exigencia de calidad que pasa, entre otras cosas, por mejorar la base conceptual en la que los programas deben basarse y en el desarrollo de evaluaciones que ayuden a determinar los logros que cada intervención permite.
En esta lógica se inscribe nuestra vinculación desde su nacimiento en 2002 al proyecto europeo EU-Dap, en cuyo seno se creó el programa Unplugged. Unplugged es uno de los programas que aparecen en todas las revisiones de evaluaciones realizadas en los últimos años, como una iniciativa sólida a la hora de abordar en la escuela la prevención con alumnado de 13 años. Como todos los programas necesitará progresivos ajustes y actualizaciones, si bien su potencial es reconocido por los diversos estudios y evaluaciones realizados.
Algunas referencias internacionales a Unplugged:
De Unplugged ya hemos presentado en entradas anteriores de este blog sus principales señas de identidad, los seminarios dinamizados para darla a conocer, algunos de los apoyos recibidos y la app creada para complementar la dimensión informativa del programa, InfoDrogApp. En esta ocasión queremos destacar su continuidad en España gracias al apoyo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas al que, posteriormente, se han ido sumando diversas administraciones hasta convertirlo en una realidad que se concreta este curso escolar en la participación de 10.000 escolares y 500 educadores y educadoras. Un apoyo que hace posible el desarrollo del programa y la necesaria formación del profesorado participante.
Para reflexionar en torno a la formación del profesorado que puede hacer efectiva la dinamización en el aula de las 12 sesiones que dan forma a Unplugged, nos reuniremos en febrero de 2017 en Bilbao las personas vinculadas al desarrollo del programa en diversos territorios de nuestro país: Andalucía, Aragón, Castilla y León, Madrid y País Vasco. ¿Cómo organizar procesos formativos que, reconociendo las dificultades formales del profesorado para participar en este tipo de propuestas, permitan abordar con un mínimo de rigor aquellos contenidos que desde la prevención consideramos esenciales: manejo de técnicas interactivas que contribuyan al desarrollo en chicas y chicos de las habilidades para la vida en las que se basa el programa? Abordar estos procesos a partir de la experiencia de los equipos participantes centrará el grueso de un Seminario que nos permitirá también hablar de seguimiento y evaluación, revisar los materiales didácticos y aventurar posibles futuros.
Gracias al apoyo recibido en la convocatoria de Ayudas Sociales de Obra Social “laCaixa” correspondiente a 2014, los pasados 10 y 11 de junio presentamos el programa Unplugged en Andalucía. Las ciudades elegidas para estas dos sesiones fueron Granada y Sevilla, en las que participaron, respectivamente, profesionales de Almería, Granada, Jaén y Málaga, así como Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla.
Unplugged es el nuevo programa de prevención del abuso de drogas que proponemos para trabajar con escolares que cursan el Primer Ciclo de Educación Secundaria Obligatoria. Una iniciativa que viene a reforzar nuestras propuestas para abordar la prevención con adolescentes, que se materializan además en los programas ¡Órdago! y Retomemos, y de la que ya hemos ido dando cuenta en dos anteriores entradas: Unplugged, prevención basada en la evidencia con adolescentes de 12-14 años y Seminario-Presentación del programa de prevención de drogodependencias Unplugged.
Gracias al mencionado apoyo de Obra Social “laCaixa”, y en coordinación con la Consejería de Igualdad, Salud y Servicios Sociales de la Junta, pudimos compartir nuestra experiencia con un total de 70 responsables municipales de la iniciativa Ciudades ante las drogas, así como responsables provinciales de prevención pertenecientes a las diputaciones. Profesionales procedentes de las 8 provincias andaluzas, que han tenido ocasión de conocer de primera mano las características principales del programa: marco conceptual, historia, evaluación, resultados, materiales, proceso formativo propuesto al profesorado, etc.
Continuamos así un proceso iniciado el pasado mes de enero, con apoyo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas que nos permitió dinamizar otros tres Seminarios en Madrid, Móstoles y Bilbao. Contamos entonces con la participación de un total de 83 personas procedentes de 11 comunidades autónomas. En el de Bilbao también tomaron parte responsables de ONG de cuatro países latinoamericanos (Colombia, Costa Rica, República Dominicana y Uruguay), así como Peer van der Kreeft, uno de los líderes del proyecto EU-Dap del que procede Unplugged.
Como consecuencia de todo este proceso, equipos de Andalucía, Canarias, Castilla y León, Galicia y Madrid apoyan la puesta en marcha de un programa que, tras la capacitación del profesorado, comenzará a dinamizarse en las aulas de nuestro país a partir del próximo curso. Una iniciativa por la que se han interesado igualmente responsables de las políticas de drogas de otros territorios, con los que esperamos ir concretando estrategias de actuación en los próximos tiempos.
Si quieres conocer más detalles sobre este nuevo programa, te invitamos a visitar su sitio web.
Como contamos en la entrada Comprometidos desde 1996 con la promoción de la salud en Europa, corría el año 2000 cuando desde el Osservatorio Epidemiologico delle Dipendenze del Piemonte (Italia) nos invitaron a participar en la iniciativa EU-Dap (EUropean Drug Addiction Prevention trial) a presentar a la Comisión Europea. Una vez aprobada, entidades de nueve países (Alemania, Austria, Bélgica, España, Grecia, Italia, Polonia, República Checa y Suecia) comenzamos a trabajar, bajo la supervisión del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, para establecer la eficacia en Europa de los programas de prevención universal basados en el modelo de educación en habilidades para la vida como estrategia para contener las influencias sociales hacia el consumo de drogas.
Para ello, una vez creado el programa Unplugged realizamos una evaluación multicéntrica del mismo de acuerdo con una metodología experimental: distribución muestral aleatoria en grupo de intervención y grupo control de los 7.000 escolares de 150 centros educativos que participaron, validación a escala europea del cuestionario a utilizar, medición pretest/postest en ambos grupos y mediciones posteriores a lo largo de 18 meses. Las publicaciones en revistas científicas presentando diversos aspectos de tan inusual proceso pueden verse en esta página del sitio web de EU-Dap.
Como resultado del proceso descrito, el programa Unplugged ha tenido ocasión de mostrar resultados positivos en distintas variables, entre las que cabe destacar especialmente la reducción en el inicio al consumo de cannabis, así como la menor transición del consumo experimental al consumo de riesgo. Así, el alumnado que tomó parte en el programa mostró con respecto al grupo control:
Las principales señas de identidad de Unplugged son las siguientes:
Convencida de la necesidad de apostar por programas preventivos basados en la evidencia, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha decidido apoyar la implementación en España del programa Unplugged, con cargo al Fondo de Bienes Decomisados correspondiente a 2014. A partir de este apoyo comenzamos un proceso de lanzamiento que, en síntesis, incluirá las siguientes actuaciones:
Un proceso que se verá reforzado con el apoyo concedido este mismo mes por la Obra Social “la Caixa”. En próximas entradas seguiremos compartiendo los detalles. No sin antes invitar a contactar con EDEX a cuantas administraciones públicas, organizaciones sociales y centros educativos estén interesados en comprometerse con la prevención basada en la evidencia.
Tiene razón Naciones Unidas cuando propone como lema para la edición de este año del Día mundial contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas el siguiente: “Los trastornos por uso de drogas son prevenibles y tratables”. Sabemos bien que a lo largo de las pasadas décadas, tanto en nuestro país como en otros se han ido puliendo los diversos escalones de la cadena terapéutica necesaria para dar respuesta a los distintos momentos por los que puede pasar una persona que desea abandonar una relación con las drogas que valora como nociva. Del mismo modo que sabemos que la sempiterna crisis, excusa para todo tipo de desmanes, puede acabar desbaratando buena parte de las respuestas que las instituciones públicas y la iniciativa social pusieron en marcha.
Pero centrémonos en la primera parte, la prevención, que es la que a nuestra organización convoca. Particularmente la conocida como prevención universal, sin cuya consolidación mucho nos tememos que el resto de las “prevenciones” (selectiva, indicada, ambiental) tienen menos posibilidades de éxito. La prevención nunca ha pasado por buenos momentos, sostenidos en el tiempo. Ha sido, más bien, una estrategia aleatoria por la que, en ocasiones, se apostaba, para casi desaparecer pocos años después. De las críticas de todo tipo de las que ha sido objeto, una de ellas y no la menor ha sido su dificultad para mostrar resultados objetivos, basados en la evidencia y contrastados por la evaluación experimental de programas. Frente a los “datos duros” que, de acuerdo con esa línea argumental, exhibiría la clínica. En estas evaluaciones, inspiradas en el ámbito de las ciencias experimentales, se le pide a la prevención aquello que difícilmente puede mostrar: no tanto resultados, que los hay y bien positivos, cuanto una capacidad de control de las condiciones de aplicación de los programas que resultan, como mínimo, inverosímiles.
En todo caso, la disciplina que, con aportaciones de diversa procedencia, se ha venido a conocer como ciencias de la prevención, está mostrando el potencial de los programas preventivos basados en la evidencia, diseñados de acuerdo con criterios pedagógicos adecuados e implementados en la práctica según criterios razonablemente estandarizados (que garanticen, por otra parte, la necesaria, inevitable y aun deseable flexibilidad, aunque esto dificulte la evaluación “académica”).
Sí, la prevención universal funciona. Especialmente cuando se integra en procesos de salud comunitaria, se olvida del miedo como estrategia, promueve el desarrollo de habilidades para la vida (que, como dijo ya en 1993 la Organización Mundial de la Salud, resultan necesarias para “afrontar las exigencias y desafíos de la vida diaria”) y se mantiene en el tiempo, contando para ello con los recursos necesarios. En esa prevención creemos. A esa prevención nos apuntamos. Por esa prevención llevamos trabajando desde la década de los 80.
Tiene razón Naciones Unidas: los problemas relacionados con los usos de drogas son tratables. Y, sobre todo, son prevenibles.