No tenía puntos de referencia ni herramientas para poder soñar, para poder proyectarme hacia el futuro, para poder vivir el presente, en el presente. Ru | Kim Thúy
Naciones Unidas celebra cada 18 de diciembre el Día internacional de las personas migrantes. Una realidad, la migración, que, según el informe World Migration Report 2020, publicado por la Organización Internacional de Migraciones, afecta en la actualidad a 272 millones de personas en todo el mundo, aproximadamente el 3,5 % de la población del planeta.
Hablamos de personas que dejan atrás su país en un deseo de superar lasdificultades que condicionan las posibilidades de desarrollo en sus lugares de origen, o sencillamente la falta permanente de trabajo, la miseria, el hambre. O escapan de un ambiente social irrespirable, cuando no de formas directas de violencia social o política. O se ven en la necesidad de poner tierra de por medio a consecuencia del impacto que la crisis climática tiene en sus territorios.
Sea una u otra la causa, o, más probablemente, una mezcla de varias de ellas, la llegada a su país de destino más o menos definitivo puede despertar en la población local todo tipo de recelos, desconfianzas, miedos. Reacciones emocionales que se ven agravadas en circunstancias como las que representa la pandemia por covid-19, que hace de la incertidumbre una de las pocas certezas disponibles y favorece el señalamiento de chivos expiatorios, pudiendo dar lugar a formas diversas de xenofobia y racismo.
Para prevenir estas reacciones con chicas y chicos de 11 a 14 años de edad creamos la iniciativa Los nuevos vecinos. Una propuesta educativa que pone a disposición de los centros educativos las siguientes herramientas:
Con esta iniciativa pretendemos promover un trabajo educativo intenso contra la xenofobia y el racismo, y a favor del diálogo entre personas y culturas.
Desde hace una década, EDEX impulsa en nuestro país el modelo de educación en habilidades para la vida propuesto en 1993 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un modelo que persigue desarrollar en niñas, niños y adolescentes un repertorio de destrezas para mejorar su competencia personal y social a la hora de afrontar los retos del entorno.
Las 10 habilidades propuestas por la OMS son las siguientes:
• Autoconocimiento.
• Empatía.
• Comunicación asertiva.
• Relaciones interpersonales.
• Toma de decisiones.
• Solución de problemas y conflictos.
• Pensamiento creativo.
• Pensamiento crítico.
• Manejo de emociones y sentimientos.
• Manejo de tensiones y estrés.
Ninguna de ellas es en sí misma suficiente para garantizar la salud emocional, sino que es su presentación equilibrada en una persona la que puede suponer una contribución notable a su competencia social y ciudadana.
Todos nuestros programas educativos se basan en este modelo:
• Educación para la salud: La aventura de la vida
• Prevención de adicciones: ¡Órdago!
• Promoción del bienestar adolescente: Retomemos
• Educación antirracista: Los nuevos vecinos
• Fomento del Emprendizaje social juvenil: Social Dreamers
• Etc.
Para avanzar en este proceso, presentamos ahora una nueva propuesta dirigida a adolescentes. En lugar de responder a un tema específico (drogas, sexualidad, convivencia…), pretende promover la salud emocional de chicas y chicos. Se centra, por lo tanto, en el desarrollo de las habilidades mencionadas, en busca de un mayor protagonismo en la gestión de su propia vida. La herramienta se llama Habilidades para la Vida y Adolescencia, y ha sido posible gracias al apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través de su Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
“Habilidades para la Vida y Adolescencia” da continuidad a la propuesta dirigida a niñas y niños bajo el título Habilidades para la Vida e Infancia. Al igual que esta, incluye dos componentes:
• 10 animaciones breves en soporte CD en las que se presentan 10 historias vividas por un grupo de amigas y amigos en torno a diversos asuntos relacionados con la socialización adolescente.
• Una guía que presenta 20 actividades a dinamizar en espacios educativos, a partir del visionado de las animaciones.
Todas estas propuestas y alguna otra que dejamos fuera para no resultar prolijos, conforman el “Proyecto Habilidades para la Vida” mediante el cual nos proponemos contribuir al fomento de la salud socioemocional de niñas, niños y adolescentes.