Colaboración con otros planes
Son diversas y variadas las actuaciones que hemos llevado en los últimos años para acompañar procesos de diseño y/o fortalecimiento de Planes locales, atendiendo siempre a una lógica participativa acorde con el modelo de prevención comunitaria en el que enmarcamos nuestro compromiso con la prevención:
– Arrecife, 2022: En el proceso de reforzar procesos de trabajo en red para la dinamización del vigente Plan de Prevención de Adicciones del Ayuntamiento de Arrecife 2021-2024, en octubre de 2022 fuimos invitados a dinamizar una sesión con agentes sociales que titulamos: Prevenir el abuso de drogas (y otras conductas de riesgo), un compromiso compartido.
– Canarias, 2018-2019: Por invitación de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario participamos en el proceso de elaboración del IV Plan Canario de Adicciones 2022-2024, con especial dedicación al ámbito educativo.
– Gijón, 2018:En el marco del proceso de elaboración del II Plan Municipal de Adicciones para la Prevención de los Problemas por Consumo de drogas, juego y otros comportamientos con potencial de abuso 2019-2024, fuimos invitados por la Fundación Municipal de Servicios Sociales a dinamizar una sesión de trabajo del Consejo Municipal de Adicciones para definir el modelo general del Plan, que titulamos: Actuar ante las drogas en el ámbito local.
– Barbastro, 2017: En el proceso de elaboración del I Plan Local de Prevención de Adicciones 2018-2022, fuimos invitados por el ayuntamiento a dinamizar una sesión de trabajo con agentes sociales titulada: Prevenir el abuso de drogas, un compromiso comunitario, para establecer el marco general inspirador del plan.
– Portugalete, 2016: Participamos en el proceso de elaboración del IV Plan Municipal de Prevención de Drogodependencias del Ayuntamiento de Portugalete – Cartografía abierta para una estrategia local 2017-2026, aprobado el 26 de enero de 2017, tras la dinamización de diversos procesos participativos.
Otros procesos relacionados
Por otra parte, en el contexto de procesos como los indicados hemos tenido ocasión de participar en dinámicas como las siguientes:
– Huesca, 2022: Presentar la ponencia El sabor local de la prevención en el marco de la Jornada de Presentación del II Plan Municipal de Prevención de Adicciones 2022-2030.
– CICAD, 2021: Como resultado de la experiencia que estamos presentando, CICAD, en el marco de su programa SAVIA (Salud y Vida en las Américas) nos invitó a revisar el documento Guía para una intervención territorial frente al problema de las drogas. Hacia una política local.
– FEMP: En el mismo sentido, el Área de de Drogodependencias de la Federación Española de Municipios y Provincias nos invitó en varias ocasiones a formar parte del grupo de expertos responsable de seleccionar las iniciativas ganadoras de su Convocatoria de buenas prácticas locales en drogodependencias.
Procesos en los que seguiremos aportando, a partir de la convicción de que en materia de prevención del abuso de drogas nadie tiene todas las respuestas, pero todas las personas e instituciones tienen alguna. A partir de esa certeza, la responsabilidad técnica se centra en integrar las diversas aportaciones, enhebrándolas con el hilo de la evidencia.
Según la Encuesta sobre adicciones de Euskadi, 2017, cuyos datos principales se avanzaron en septiembre de 2018, el consumo de cannabis ha aumentado en el País Vasco con respecto a la encuesta anterior, realizada en 2012. Si atendemos a los datos incluidos en el último estudio sobre consumos de drogas por la población española de 15-64 años, EDADES 2017-2018, también muestran un incremento con respecto a la anterior encuesta, tanto entre quienes lo han probado alguna vez, como entre quienes lo han consumido el último año y el último mes.
A partir de esta evolución, y más allá de cualquier tentación alarmista, a la hora de trabajar con adolescentes en prevención cabe hacerse una pregunta: ¿la decisión de comenzar a consumir (explicada en gran medida por la curiosidad y la influencia grupal) es consciente? Es decir, ¿es informada y autónoma? Con el convencimiento de que no siempre es así pusimos en marcha la iniciativa que aquí presentamos.
Se trata de la exposición itinerante “Cannabis – Lo que hay que saber” que, con apoyo de la Dirección de Salud Pública y Adicciones del Gobierno Vasco, hemos instalado en diversos municipios de nuestra comunidad durante el último trimestre de 2018. De esta manera, un total de 1.400 adolescentes de Agurain, Bilbao, Murgia y Nanclares, gracias al compromiso de los equipos de prevención de sus respectivos ayuntamientos y de sus centros educativos, han tenido ocasión de participar en una experiencia cuyas características principales son las siguientes:
Se trata, sobre todo, de que cada visitante puede someter a juicio crítico sus opiniones, sus (pre)juicios, sus experiencias, a partir de las dinámicas grupales utilizadas, y salir de la visita con cierta motivación por incorporar una mayor información a su toma de decisiones.
Esta exposición puede verse como un complemento de la iniciativa de similar corte ¿De qué van las drogas? ¿De qué van los jóvenes?, de la que ya nos hicimos eco en esta entrada. Sobre nuestras demás propuestas en relación con el cannabis puede verse este otro post.
En 2016 el Ayuntamiento de Portugalete puso en marcha el proceso para la elaboración del que sería el IV Plan Local de Drogodependencias. Además de la reflexión del propio equipo responsable de la política municipal en la materia, para esta tarea se aprovecharon las conclusiones de los tres debates dinamizados entre 2012 y 2014 en torno a distintas áreas de interés, bajo la denominación “Hackeando la prevención de las drogodependencias”.
Para completar estas actuaciones, en 2015 y 2016 se dinamizaron otras tres sesiones, con jóvenes, profesionales del mundo educativo y agentes sociales, respectivamente. El documento final del Plan es resultado del diálogo entre las personas que tomaron parte en estas dinámicas, de la valoración de la propia experiencia local y de la investigación en torno a la evidencia científica disponible en este campo.
Tuvimos la suerte de ser invitados a acompañar este proceso desde el primer encuentro hasta el momento final de redacción del documento del Plan. Un proyecto al que hemos aportado nuestra experiencia en el campo de la prevención y la dinamización comunitaria, y que nos ha resultado útil para acompañar iniciativas de corte similar en otros territorios.
Un proceso participativo
Desde el primer momento estuvo claro que un plan de esta naturaleza no podía ser resultado de un trabajo aséptico de laboratorio. No podía ser una tarea acometida en exclusiva por un equipo técnico o por una consultoría externa. Por el contrario, necesitaba impregnarse de la contribución y la experiencia de la diversidad de agentes que trabajan en el municipio en áreas relacionadas con el desarrollo personal y comunitario, enriquecidas por las aportaciones de profesionales que realizan similar tarea en entornos próximos. De este modo nació y se pilotó la serie de seis encuentros de reflexión y debate que han servido de inspiración en la redacción final del plan:
Una propuesta abierta
Como resultado de todo este proceso se elaboró el documento que serviría de base al IV Plan, bajo el lema “Personas, drogas y conductas con potencial de abuso” que pretendía ser una declaración de intenciones con respecto a la centralidad de las personas en esta iniciativa. Una propuesta bautizada como “cartografía abierta” porque, como se dice en el texto, un plan de estas características no puede ser un catálogo cerrado, un listado de actuaciones prêt-à-porter elaborado por un equipo técnico en un despacho. Es, por el contrario, una hoja de ruta sujeta a las aportaciones y modificaciones que a lo largo de su ejecución vayan surgiendo.
El plan incluye un total de 57 actuaciones a impulsar a lo largo de la década comprendida entre 2017 y 2026, con la oportuna previsión acerca de la elaboración de planes quinquenales y programaciones anuales. Una estrategia que, haciendo bueno el proceso seguido para su creación y la apertura que reivindica, se verá necesaria e inevitablemente modificada a lo largo de la década.
En el sitio web del ayuntamiento puede descargarse el documento completo de este IV Plan Local de Drogodependencias – Cartografía abierta para una estrategia local 2017-2026.
“El hecho de que los seres humanos se hayan puesto a pensar juntos para llevar a cabo actividades cooperativas es el origen de la cultura humana.” ¿Por qué cooperamos? | Michael Tomasello.
Prevención y comunidad
El territorio local es un escenario clave para el desarrollo de políticas efectivas respecto al abuso de drogas. En él se ponen en acción los factores de protección y de riesgo que la investigación ha ido identificando a lo largo de las pasadas décadas. Y lo que es aún más relevante, en el municipio operan todos aquellos recursos que cabe activar para la puesta en marcha de iniciativas complementarias y coherentes.
En el barrio, el pueblo, la ciudad adquieren su perfil particular las escuelas, las familias, las opciones recreativas, los lugares de trabajo, las actividades dirigidas a enriquecer la vida juvenil, las propuestas de desarrollo cultural, las fiestas… Los espacios y dinámicas de socialización que proponen, sugieren, estimulan… a la ciudadanía sea cual sea su edad.
El municipio es, en definitiva, el lugar privilegiado para el desarrollo de planes adecuados, porque en él cobran vida todos los recursos y dispositivos con capacidad de influencia en el modo en el que las personas organizan sus vidas. Recursos que, por acción o por omisión, influirán en las decisiones que toman los vecinos y las vecinas con respecto al papel que quieren que jueguen las drogas en sus vidas.
La experiencia de Barbastro
Con esta convicción, junto con la experiencia de años en la gestión de planes locales de prevención y de otros ámbitos socioculturales, el pasado 27 de junio acudimos a la invitación del ayuntamiento de Barbastro para dinamizar una sesión de trabajo en torno al modelo comunitario de prevención. Barbastro es un municipio de la provincia de Huesca de alrededor de 17.000 habitantes. Durante ese año se encuentran inmersos en el proceso de elaboración del que será su I Plan de prevención de adicciones. Un momento óptimo para elaborar un documento bien fundamentado y realista.
La sesión tuvo como título Jornada técnica – Prevenir el abuso de drogas, un compromiso comunitario. En ella participaron alrededor de 25 personas procedentes de los más diversos ámbitos sociales (política local, educación, sanidad, juventud, movimiento asociativo…). Tras una presentación general por nuestra parte, que bautizamos como “El modelo comunitario en prevención”, dinamizamos un trabajo grupal en el que todas las personas participantes tuvieron ocasión de exponer sus diferentes perspectivas y dialogar en busca de puntos de acuerdo susceptibles de enriquecer el proceso de elaboración del Plan.
Para ello propusimos trabajar en torno a seis preguntas:
Tres horas de un trabajo intenso en el que, si algo quedó claro, fue la necesidad de construir propuestas que incorporen las más diversas miradas, que activen la inteligencia colectiva, si queremos que los planes tengan alguna posibilidad de éxito. Procesos de participación comunitaria en la propia elaboración del plan, que nunca puede reducirse a un acto de redacción individual, por especialista que sea quien lo asuma. Procesos de participación también en la gestión y evaluación del plan, si queremos que las diversas agencias sociales lo hagan suyo.
Acompañando dinámicas participativas
Para nuestra organización un proceso muy satisfactorio. Al igual que la dinámica en la que tuvimos ocasión de tomar parte durante 2016 para la elaboración del IV Plan municipal sobre drogas del Ayuntamiento de Portugalete, bautizado por el equipo promotor como Personas, drogas y conductas con potencial de abuso – Cartografía abierta para una estrategia local 2017-2026. Dos exponentes de un trabajo de acompañamiento en el proceso de elaboración de planes locales en el que nos proponemos profundizar.
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha premiado el proyecto de prevención comunitaria Jóvenes y lonjas: lugares comunes. Se trata de un programa del Ayuntamiento de Portugalete (País Vasco) que cuenta para su desarrollo con el acompañamiento técnico de Fundación EDEX.
En el marco del Convenio anual que mantiene la FEMP con la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, en 2016 se lanzó la VI Convocatoria de buenas prácticas en drogodependencias. Una iniciativa que pretende identificar experiencias significativas en el campo de la intervención municipal ante las drogas en siete áreas específicas:estrategia y planes locales, prevención escolar, prevención familiar, prevención comunitaria, prevención selectiva, prevención indicadae innovación tecnológica.
En esta edición,del total de 34 iniciativas presentadas 14 ayuntamientos y 2 diputaciones han visto reconocido su trabajo. Uno de estos ayuntamientos ha sido el de Portugalete, que ha visto como el programa Jóvenes y lonjas: lugares comunes, iniciativa de su Área de Drogodependencias, ha sido beneficiario de la más elevada puntuación en la modalidad en la que concursaba: prevención comunitaria.
Las lonjas, un espacio de socialización
Para entender esta iniciativa tendríamos que precisar algunos de los postulados de partida de un proceso que, desde su puesta en marcha a finales de 2004, ha permitido trabajar con alrededor de 900 adolescentes y jóvenes de entre 14 y 30 años:
Las lonjas se convierten así en expresión de un cúmulo de expectativas que pueden favorecer diferentes desenlaces. Para evitar que derivaran en un foco de conflicto y/o de prácticas poco saludables e inseguras, el equipo técnico responsable se propuso trabajar con la gente joven que se reúne en las lonjas del municipio para acordar unas pautas mínimas de funcionamiento.Y trabajar, así mismo, con el vecindario para reducir prejuicios y perjuicios. Se trataba de minimizar riesgos, tanto desde el punto de vista de la salud y la seguridad como desde la perspectiva de las relaciones vecinales, contribuyendo a favorecer una convivencia razonablemente armónica entre las diferentes partes, salvaguardando, hasta donde fuera posible, los intereses y derechos en juego.
Una intervención participativa
El programa pretende, en síntesis, responsabilizar a quienes disfrutan de las lonjas de la influencia que puede tener su uso sobre la convivencia vecinal, para evitar el surgimiento de conflictos. Por otra parte, se propone aprovechar la presencia juvenil en espacios acotados para compartir información sobre las drogas. Este proceso dio lugar a la creación de una guía de mínimos que garantizara el funcionamiento de las lonjas en el marco de la relación vecinal de la que forma parte.
Para terminar, algunas de las claves del éxito de esta iniciativa serían:
El fenómeno en cifras
La iniciativa, pionera en el País Vasco, viene siendo referencia obligada para aquellas administraciones públicas locales dispuestas a gobernar, también, en relación a un asunto, el de las “lonjas juveniles”, que según el estudio del Observatorio Vasco de la Juventud “Lonjas y locales juveniles en la CAPV”, involucra al 20% de la juventud vasca de entre 15 y 29 años de edad. Un fenómeno sobre el que el propio Ararteko (Defensoría del pueblo del País Vasco) realizó una serie de propuestas.
El Ayuntamiento de Cartagena es una de las instituciones públicas que en la década de los 90 optó por desarrollar una política rigurosa en el campo de la prevención de las drogodependencias. Era un tiempo en el que los consumos de drogas en nuestro país generaban todo tipo de reacciones, con una tendencia marcada al tremendismo y a la organización de un sinfín de actuaciones puntuales con las que, a pesar de la buena intención de quienes las promovían, era improbable obtener resultados positivos. Con una visión más moderna y serena, los planes impulsados desde este ayuntamiento apostaron por hacer de la educación el corazón de su política en la materia, y por abordar los consumos de drogas de un modo equilibrado que, al margen de vicisitudes legales, atendiera a criterios de salud pública. La relevancia concedida al alcohol y al tabaco apunta en esa dirección.
Su andadura en el campo de la prevención ha dado lugar a actuaciones de diverso perfil, desde la aplicación sistemática en los centros educativos del municipio de programas estructurados y continuados en el tiempo, hasta la organización de eventos festivos con los que se alentaba a la comunidad a involucrarse en iniciativas y dinámicas preventivas. Hemos tenido la suerte de que desde finales de los años 90 confiaran en algunas de nuestras propuestas para alimentar sus intervenciones. Es el caso de iniciativas como:
Programas que los propios profesionales del equipo del Plan Municipal nos han ayudado a adecuar al paso de los tiempos, compartiendo su experiencia con equipos de otras comunidades autónomas. Es el caso de los programa La aventura de la vida y ¡Órdago!, que en su día celebraron diversos Seminarios en los que pudimos contar con la profesionalidad de este equipo. Para nosotros es muy satisfactorio poder formar parte de procesos preventivos como el descrito, que, superando visiones cortoplacistas, consideran la educación como uno de los pilares básicos de una política prometedora sobre drogas.
La amplia oferta de programas que al inicio de cada curso presentan a los centros educativos, la propuesta de acompañamiento que tan buenos resultados les ha generado, la monitorización sistemática de la participación, el tiempo dedicado y la satisfacción resultante, así como el interés por conocer las propuestas de mejora a introducir en los materiales o en su gestión, son algunas de las claves que explican el éxito obtenido.
En este Informe sobre la aplicación de los programas de prevención educativa curso 2013-14 pueden verse detalles más precisos acerca del trabajo realizado. Y en estos dos enlaces la oferta que realizan durante el presente curso escolar para los centros de Primaria y para los centros de Secundaria.