En los últimos tiempos, la prevención del abuso de drogas ha ido poco a poco incorporando criterios basados en la evidencia científica disponible. Hemos ido dejando atrás épocas en que la buena intención parecía justificar toda acción autodenominada preventiva, para centrarnos cada vez más en modelos de actuación de cuya efectividad existan pruebas.
Es el caso del programa de prevención universal Unplugged, en cuyo diseño y evaluación tuvimos ocasión de participar en el marco del proyecto EU-Dap, y cuya aplicación en nuestro país gestionamos desde 2014.
Unplugged es hoy el único programa creado y/o aplicado en España que obtiene en el registro de programas de prevención basados en la evidencia promovido por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, Xchange, la máxima valoración: Beneficioso. Valoración que solo se aplica a programas que muestran resultados consistentes y sostenidos en al menos dos estudios de calidad excelente desarrollados en Europa. Un programa que cuenta con el apoyo del Plan Nacional sobre Drogas, y que recibió en 2018 el Premio a la Innovación Social que convoca cada año la Obra Social “la Caixa”.
Este mismo mes de septiembre, la Generalitat Valenciana nos ha comunicado que el Comité Técnico responsable acredita el programa para su aplicación en la comunidad autónoma. Algo que ya ocurriera en Castilla y León en 2015, por parte del Comisionado Regional para la Droga y la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado. Del mismo modo, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía lo incluye como recurso para el profesorado en su iniciativa Hábitos de vida saludable y el Gobierno de Aragón hace lo propio en su oferta de Programas de Promoción de la Salud en ESO.
A pesar de los tiempos que corren, y de las mil y una dificultades de toda índole que como sociedad debemos afrontar, la prevención del abuso de drogas sigue siendo necesaria, como señalamos en esta entrada, y deberá esmerarse, aún más si cabe, en visibilizar y reforzar todas aquellas iniciativas sobre cuya eficacia exista una razonable evidencia.
Con esta convicción lanzamos de nuevo Unplugged como una de nuestras iniciativas para abordar la prevención en este curso escolar 2020-21 plagado de incertidumbres.
“Discover” es un programa de prevención de drogodependencias y otras conductas de riesgo basado en el desarrollo de habilidades para la vida y la educación en valores. A partir de la evidencia según la cual los principales factores de riesgo para el consumo de drogas son las influencias sociales, estructura su propuesta en torno a los siguientes ejes temáticos:
Población diana
El programa dirige sus propuestas al alumnado de Educación Infantil, Primaria y Secundaria con edades comprendidas entre los 5 y los 16 años. Para cada uno de los niveles educativos de esta franja de edad presenta un material didáctico específico, adaptado al momento evolutivo del alumnado. El profesorado de cada etapa es responsable de su dinamización en el aula, asumiendo un rol clave para una perspectiva normalizadora de la prevención como la que inspira nuestro trabajo.
Materiales didácticos
Las herramientas didácticas que “Discover” pone a disposición del profesorado son las siguientes:
Un programa contrastado
Una evaluación externa del programa realizada en Estados Unidos, su país de origen (CSAP, 2001), mostró su eficacia para:
Por otra parte, “Discover” y La Aventura de la Vida fueron reconocidos en 2007 por la Agencia de Salud Pública de Barcelona, en su informe Revisió dels programes de promoció de la salut a l’escola adreçats à l’educació primària, como los programas preventivos mejor valorados en su comunidad.
El programa se aplica desde el curso escolar 1996-97 en centros educativos de Castilla y León, una comunidad que atiende en sus propuestas preventivas a la evidencia como criterio clave. Fruto de este compromiso es la aplicación de “Discover” cada año con más de 10.000 escolares.
Más información
En estos enlaces se presenta más información sobre el programa y sobre su aplicación en Castilla y León.
Tras la celebración en Portugalete el pasado 21 de abril del XI Seminario Iberoamericano La aventura de la vida, nos dispusimos a conmemorar el XXV aniversario de Osasunkume, que es el nombre que tomó dicho programa de prevención universal de las drogodependencias cuando fue creado por Fundación EDEX en el País Vasco.
Compartíamos el espacio de sobremesa 40 profesionales, miembros de organizaciones de la sociedad civil, universidades y gobiernos llegados de España y de otros 8 países de Iberoamérica, a quienes deseábamos agradecer su contribución y su compañía. Echamos en falta la presencia de otros muchos que no pudieron acompañarnos por problemas de agenda o por falta de recursos económicos.
Como no sabíamos por cual orden proceder en la entrega de un sencillo recuerdo, la mascota del programa, por temor a resultar injustos a la hora de reconocer los méritos de tantas personas como han obrado el pequeño milagro de que un programa de prevención siga vivo en las aulas 25 años después, recurrimos al alfabeto. Éste se mostró generoso con nosotros al no dejar a nadie fuera y ofrecernos la letra “A” para iniciar la celebración con la persona que se encontró en el origen del programa. Y así comenzamos, en un ambiente de complicidad y emoción, entre risas y bromas, como corresponde a una fiesta entre amigos, con los compañeros Iván y Gladys en calidad de maestros de ceremonia.
a. Arrospide, Periko, quien desde la máxima responsabilidad de la entonces Secretaría de drogodependencias del Gobierno Vasco, en el pasado milenio, confió a EDEX el diseño e implementación del programa de prevención comunitaria que nos convoca.
c . Carlos, el dibujante y animador que dio a Osasunkume, La aventura de la vida no solo línea, color y movimiento, sino la pasión y el compromiso de quien no trabaja por encargo sino en complicidad.
Ch. Charo, la amiga catalana universal que primero creyó que el programa habría de ser aplicado en nuestro país por otras organizaciones de la sociedad civil, quien tan pronto como llegó de vuelta a su casa nos correspondió obsequiándonos en su blog.
d. Dirección de Salud Pública y Drogodependencias del Gobierno Vasco, de quien esperamos reanude su apuesta por la prevención universal y dote a Osasunkume de los tan necesarios apoyos que en otro tiempo tuvo.
e. EDEX, en la persona de Itxaso, en representación del equipo integrado por Eva, María, Nerea, Juan Carlos, Ohiana, Emilio, Iván, Gladys, Miguel Ángel y Roberto, y de cuantos se vinculan al mismo o lo han hecho a lo largo de todos estos años.
f. Fundesplai, representada por Isabel, una organización extraña por cuanto que desde hace 15 años no tiene reparo alguno en hacer suyo y enriquecer un programa creado por otra organización.
g. Girona y su organismo Dipsalut recién incorporado a nuestra particular aventura, en la persona de Pau Batlle, a quienes dimos la bienvenida y de quienes tanto esperamos.
h. Habilidades para la vida, en la persona de Amanda, de Fe y Alegría Colombia, de quien tanto hemos aprendido sobre un componente esencial del programa.
i. Iván y Gladys, dos de los pilares de nuestro puente con Iberoamérica, quienes incorporaron a Osasunkume, La aventura de la vida buena parte de su encanto.
j. Javier Ruiz, el profesional de la intervención social que primero “hizo las Américas” cuando en 1994 dio a conocer el programa a organizaciones andinas que trabajaban en prevención, reunidas en Guayaquil.
k. Kira, en representación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de cuya mano La aventura de la vida llegó a comunidades muy empobrecidas de Centroamérica en el marco de la iniciativa Rostros, Voces y Lugares.
m. Ministerio de Sanidad y Consumo, porque su constante apoyo en el marco del Plan Nacional sobre Drogas facilita que La aventura de la vida se aplique en diferentes Comunidades Autónomas.
n. Noé, del Ayuntamiento de Agüimes, y a tantos otros técnicos de prevención que no se cansan ni de serlo ni de incluir el programa en las políticas públicas de sus ayuntamientos o Comunidades autónomas, como Anjelo, de Canarias, Manoli, del Ayuntamiento de Cartagena y María Jesús, de la Generalitat Valenciana.
o. Organizaciones latinoamericanas hermanas, que lo recrean en sus escenarios, como Rosa María, de la peruana Cedro, primera organización latinoamericana en aplicarlo; a Pedro y Roxana, de El Abrojo, Uruguay, quienes lo hicieron suyo; Norma Edith, de Convivencia y Ciudadanía, Paraguay, que recién se suma a nuestra red; María del Rosario, de Vivir, Venezuela, que le buscó las vueltas a la financiación privada; Julia, de Cepesju, Perú, que nos sorprende con su obsequio; Victoria Eugenia, de Caminos, Colombia, con quienes nos reencontramos; Raydiris y Juan Radhamés, de Casa Abierta, República Dominicana, quienes nunca han dejado de acompañarnos; y Edda, del Ministerio de Salud de su país, “pura vida” costarricense.
p. Portugalete, representado por su alcalde Mikel, por su contribución continuada al programa desde el ámbito de la Cooperación internacional y por la acogida dispensada al Seminario.
s. Salud Pública de Aragón, en la persona de Javier, quienes han integrado el programa en la estrategia Escuelas promotoras de salud, y a quien agradecimos el premio que hace unos días nos otorgaron en el marco de su espléndido programa Cine y Salud.
t. Técnicos municipales de prevención del País Vasco, representados por Marta y Rai, de Portugalete, municipio en el que por vez primera se plasmó la iniciativa y donde 25 años después algunas de sus escuelas siguen aplicando el programa.
u. Universidades, que continúan aportando conocimiento, como Proinapsa-UIS, en la persona de Blanca Patricia, y Unisangil, representada por Carlos H., ambas de Colombia; Universidad Autónoma del Yucatán, UADY, en México, de la mano de Jorge Carlos; la Universidad de Girona y la Universidad de Puerto Rico, que desplazaron a Dolors e Hiram, respectivamente.
x. Las personas educadoras anónimas que encuentran en Osasunkume, La aventura de la vida un recurso valioso para realizar su labor, y que con sus aportaciones contribuyen a que el programa se mantenga vivo y en continuo desarrollo después de tantos años.
El acto concluyó con un abrazo fraterno entre los directores de dos organizaciones que recientemente cumplieron 40 años de trabajo, quince de ellos compartidos: Fundación EDEX y Casa Abierta, que la organización dominicana plasmó en una placa conmemorativa.
A todas las personas y organizaciones, ¡gracias!
Como comentamos en una anterior entrada, Unplugged es el programa de prevención escolar del abuso de drogas nacido del proyecto europeo EU-Dap. Un proyecto liderado por el Osservatorio Epidemiologico delle Dipendenze del Piemonte, en el que participamos instituciones públicas, organizaciones sociales y universidades de 7 países: Alemania, Austria, Bélgica, España, Grecia, Italia, y Suecia. Crear el programa y evaluarlo fueron los componentes de una iniciativa que contó con la supervisión técnica del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Los resultados positivos mostrados por la evaluación europea respaldan su implementación en nuestro país. Actuación que nos proponemos desarrollar este curso escolar, gracias al apoyo recibido de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Unplugged se basa en el modelo de educación en habilidades para la vida como estrategia para compensar las influencias grupales y sociales hacia el consumo de drogas.
Promover conocimientos, actitudes, valores y habilidades que permitan contener las influencias sociales hacia el consumo de drogas, y decidir de manera razonada y autónoma ante la oferta de sustancias.
Los ejes centrales del programa son los siguientes: empatía, asertividad, dinámicas grupales durante la adolescencia, relaciones sociales, superación de dificultades, solución de problemas y toma de decisiones, marcarse objetivos, percepción normativa, información sobre drogas, alcohol y tabaco.
Unplugged propone 12 sesiones didácticas de 1 hora lectiva. Todas ellas basadas en metodologías interactivas que, como ha mostrado la metaevaluación de programas preventivos, son las que permiten obtener resultados positivos
Unplugged pone a disposición del profesorado y alumnado participantes tres herramientas didácticas:
Unplugged fue sometido a una evaluación experimental cuyos principales hitos fueron los siguientes:
Los detalles de este proceso pueden seguirse a través de este enlace que recoge las publicaciones realizadas en revistas especializadas. Como resultado, Unplugged obtuvo la máxima puntuación en el sistema de registro de buenas prácticas, EDDRA.
Unplugged ha mostrado resultados positivos en los siguientes indicadores:
A las personas y equipos responsables de definir políticas en la materia que nos ocupa y/o dinamizar programas escolares de prevención del abuso de drogas y promoción de la salud, ya sea a escala local o autonómica. Dado el carácter práctico del Seminario, el número máximo de participantes será de 25.
Una metodología participativa basada en el uso de dinámicas que nos permitan construir contenidos y sentidos educativos a partir de la experiencia de las personas que participen en el Seminario. Así mismo, las personas que participen recibirán un ejemplar de los materiales didácticos del programa, que servirá como base para el trabajo a realizar en el Seminario.
Juan Carlos Melero, psicólogo, máster en adicciones, responsable de programas de prevención de EDEX.
Para participar en el Seminario, rellena este Boletín de inscripción y háznoslo llegar por la vía que te resulte más cómoda, antes del 20 de enero:
Juan Carlos Melero – jcmelero@edex.es – 944.425.784 – www.eudap.net
¿Nos vemos en Madrid?
El pasado jueves participamos en el XXI Symposium sobre Avances en Drogodependencias: “Consumo de alcohol entre adolescentes y jóvenes”, organizado por el Instituto Deusto de Drogodependencias (IDD). Un espacio de reflexión e intercambio en el que se pudieron escuchar presentaciones relevantes en torno a las diversas aristas de este fenómeno: desde lo que dicen las neurociencias en la actualidad hasta lo que funciona en prevención, pasando por la más amplia gama de investigaciones y experiencias, como puede verse en el programa.
Nuestra intervención formó parte de la mesa “Buenas prácticas en prevención: programas que funcionan”, y la titulamos: “Del foco en la sustancia al desarrollo personal: la experiencia de EDEX”, abordando los siguientes contenidos:
La buena respuesta obtenida por esta convocatoria del IDD habla a favor de la necesidad de contar con espacios de debate en torno a un asunto, los abusos de drogas, que siguen ocupando un espacio relevante entre los riesgos para la salud pública.
A continuación, la presentación utilizada.
Cinco lustros después de que pusiéramos en marcha los primeros programas de prevención escolar de las drogodependencias, la prevalencia de los consumos de alcohol y otras drogas en niñas y niños resulta inaceptable. Para no cansar con datos, recogidos en múltiples encuestas en las que se pone de manifiesto la elevada prevalencia de los consumos, confiamos resulte elocuente traer algunos referidos al alcohol para el caso vasco: la mitad de la población escolar entre 14 y 15 años consume alcohol; entre 1992 y 2012, la población de 15-18 años abstemia durante los fines de semana se redujo de un 81,3% a un 47,6%; y alrededor de 1/3 de la población adolescente de 15-18 años consume alcohol en exceso los fines de semana.
En efecto, a las puertas de la conmemoración del XXV Aniversario de la aprobación por NN.UU. de la Convención de los Derechos del Niño, es notable el grado de incumplimiento de su artículo 33, donde se recoge que los menores de 18 años han de ser protegidos del uso de estupefacientes y sustancias psicotrópicas. Las todopoderosas industrias del alcohol, del tabaco y del narcotráfico se suman con agrado a la celebración.
La escuela: espacio para la prevención
Mientras las encuestas señalan, de manera reiterada desde hace veinte años, a la educación en la escuela como la acción más valorada entre las diversas acciones para resolver el problema de las drogas, sufrimos una apreciable desinversión en materia de prevención escolar, acompañada de cierta desafección hacia la misma por parte de algunos profesionales, al decir de los cuales “la prevención universal no ha funcionado”.
¿Qué será lo que no ha funcionado? ¿Cuál es la calidad de la prevención escolar que desarrollamos? ¿Cuántas educadores y educadores comprometidos son dejados en la estacada? ¿Cuánto invertimos en prevención? ¿Cuántas administraciones públicas pueden hacer gala de implementar con rigor y continuidad políticas de reducción de la demanda de drogas dirigidas a los menores? ¿Cuántas de las organizaciones que estamos por la labor protagonizamos actuaciones carentes de evidencia acerca de su efectividad potencial, a pesar de que la Academia cada vez nos ilumina más al respecto? Son éstas algunas de las preguntas que habremos de hacernos.
Porque, en efecto, es en la aplicación de programas escolares, también en el caso de aquellos provistos de un adecuado enfoque, donde no hemos hilado fino, con notables excepciones, naturalmente. Bien es cierto que la Escuela no ha estado en las mejores condiciones para acoger nuestras propuestas, zarandeada de manera continuada por el vaivén de caducas leyes educativas, y asaeteada por los apóstoles de tan variadas transversales que competimos por atravesar las cubiertas/fortaleza de los libros de texto de las asignaturas evaluables o por forzar el corsé de las sesiones de 50 minutos.
Una Escuela desde cuyas instancias superiores de responsabilidad se nos señala la puerta de servicio, la reservada a los extraños que llaman, con frecuencia a deshoras, enviados por departamentos de Drogodependencias, Sanidad, Juventud, Acción social, o cualquiera sabe. Una Escuela en cuya base encontramos, a pesar de todo, un apreciable colectivo de educadores sensibles a la problemática asociada al abuso de drogas que aplican programas de prevención, a quienes no siempre capacitamos adecuadamente, acompañamos con la continuidad necesaria, ni reconocemos suficientemente.
Programas éstos que para alcanzar su mayor efectividad potencial probablemente hubiesen requerido más cuidadosa aplicación de la mano, entre otras medidas, de una más adecuada articulación institucional, financiación, continuidad y compromiso por parte de las comunidades.
¿Del todo vale al nada sirve?
De unos años a esta parte, cuando el dinero invertido en prevenir el abuso de alcohol, tabaco y las demás drogas entre escolares merma en paralelo con el desinterés social por el tema que las encuestas señalan, mientras la disponibilidad es alta y la percepción del riesgo baja, pudiera suceder que con el agua sucia del todo vale “contra” las drogas de los años 90 y siguientes, arrojemos por el desagüe del fregadero programas que conceptual y metodológicamente están bien diseñados y cuentan con favorable respuesta.
Seguramente, no podemos sentirnos orgullosos de nuestra escasa incidencia a favor de políticas públicas de prevención escolar, incapaces de forjar alianzas eficaces con otras organizaciones con las que compartimos misión – acaso porque competimos por los escasos recursos o en razón de la pertenencia a redes clientelares-, ni con las comunidades, asociaciones de padres/madres o con los profesionales más directamente concernidos en materia de salud y bienestar de niños, niñas y adolescentes. Atentos tal vez, a no morder la mano de quien nos da de comer, desprovistas muchas de las organizaciones del sector de fuentes alternativas de financiación que nos permitan dejar de comportamos con frecuencia como siervos o como cortesanos.
25 años después
Se iniciaba el curso escolar 1989-90 cuando se hizo un hueco en las aulas de educación primaria en el País Vasco el primero de nuestros programas para la prevención escolar del abuso de drogas: Osasunkume/La Aventura de la vida. Lo creamos, implementamos y evaluamos a instancias y en estrecha colaboración con la Secretaría de Drogodependencias del Gobierno Vasco, en respuesta al mandato de la Ley sobre prevención, asistencia y reinserción en materia de drogodependencias, apenas un año después de que fuera aprobada por unanimidad. Trascurridos 25 años, cada curso escolar continúa presente en las vidas de miles de niñas y niños vascos, gracias al deseo expreso del profesorado, la aceptación de los escolares y el apoyo, menguante, del Gobierno Vasco.
Le siguieron otras propuestas educativas con igual propósito de promover la toma de decisiones autónomas e informadas sobre la salud, en esta ocasión dirigidas al alumnado de secundaria obligatoria y post-obligatoria. Las más celebradas de ellas, ¡Órdago! y Retomemos, también se aplican en nuestro país en estrecha colaboración con gobiernos locales, autonómicos y central, así como en diversos países de Latinoamérica.
Algunos de los citados programas han recibido premios y reconocimientos, logrado altos impactos, notable continuidad, han sido acreditados por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y se encuentran entre las intervenciones destacadas como buenas prácticas en prevención por el Exchange on Drug Demand Reduction Action (EDDRA), del Observatorio Europeo sobre Drogas y Toxicomanías. A ello no es ajeno el empeño que en todo momento hemos puesto, con mayor o menor acierto, en fundamentar su diseño según la evidencia nos iba desvelando, con énfasis en el modelo de influencia social y la apuesta por el desarrollo de Habilidades para la vida.
Revisar nuestro trabajo
Y todo esto, ¿A cuento de qué viene? Ah, sí, al hilo de la necesidad que sentimos de revisar lo realizado, y de hacerlo acompañados de quienes trabajan por una prevención escolar de más calidad. En esta dirección se dirige nuestra apuesta por profundizar en enfoques prometedores como el de las Habilidades para la vida; promover el diálogo de saberes mediante iniciativas como Hackeando la prevención; actualizar y ampliar el abanico de programas contrastados que ponemos a disposición de la comunidad educativa, como es el caso de Unplugged o de Boys&Girls Plus; establecer complicidades por medio de la plataforma eDucare con el sector del profesorado que utiliza el potencial pedagógico de las TICs.
Esfuerzo continuado, igualmente, por servirnos del conocimiento disponible en la materia, como el proporcionado en la publicación Guidelines and Benuchmarks for Prevention Programming.
Desarrollada por Department of Health and Human Services. Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA), Center for Sustance Abuse Prevention (CSAP) y National Center for the Advancement of Prevention (NCAP), la citada publicación adquiere la forma de completa, sencilla y práctica guía para planificar y desarrollar adecuadamente programas de prevención. Varada sobre nuestro escritorio tras su traducción hace algunos años, la ponemos a disposición de quienes no la conocen, con el título de 10 pautas para el diseño y aplicación de programas eficaces de prevención del abuso de drogas, en entregas semanales desde este lugar.
La organización de las XLI Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol nos invitó a participar el pasado día 4 en una mesa de experiencias denominada: Nuevos problemas y nuevas soluciones en prevención. Una mesa que compartimos con el Servicio de Prevención de Drogodependencias del Gobierno de La Rioja, que presentó la ponencia “Evaluación de la intervención familiar a través de plataformas de colaboración en internet” y con PDS – Promoció i desenvolupament social, que presentó la iniciativa “Paso@Paso: Una herramienta interactiva de apoyo a la planificación y evaluación de programas de Reducción de la Demanda de Drogas”.
Por nuestra parte nos centramos en la plataforma eDucare – Contenidos didácticos sobre valores y habilidades. Presentamos en esta entrada los componentes básicos de esta propuesta.
En 2009, el Ministerio de Educación puso en marcha la iniciativa Escuela 2.0. Pretendía impulsar la digitalización de la educación, entendiendo que el sistema educativo no podía permanecer ajeno a los cambios que la generalización de internet estaba provocando en todos los sectores sociales. Cambios que hacían que el alumnado utilizara ciertos dispositivos y contenidos en “la vida real”, mientras que en la escuela recuperaba los medios tradicionales: pupitre, pizarra, libros de texto, profesorado omnisciente, contenidos prefijados, metodologías unidireccionales, etc.
La pretensión de este plan no era solo sustituir los recursos convencionales (libros, cuadernos, bolígrafos, etc.) por otros más actualizados (tableta, pizarra digital, internet, etc.) Esta transformación se daba por hecha, sin que por sí misma supusiera cambios pedagógicos significativos. No se trataba de una mera modernización tecnológica, sino de aprovechar el potencial disruptivo de las TIC para motivar al alumnado (“nativos digitales”, según Prensky) por otra experiencia educativa. Lo cierto es que, aun habiéndose ralentizado el proceso como consecuencia de la crisis, aun siendo objeto de críticas por parte de sectores educativos que consideran que se ha limitado a llenar las aulas de “cacharrería”, cada vez hay más experiencias que muestran que otra educación es posible si se usa internet para abrir los muros de la escuela a la realidad social.
¿Cómo interpela este proceso a la prevención escolar de las drogodependencias? Si hacemos un catálogo de los programas dirigidos a nuestro sistema educativo, encontraremos que, en gran medid,a siguen facilitando a profesorado y alumnado materiales didácticos convencionales: guías y cuadernos de trabajo impresos, folletos diversos, etc. Entretanto, los llamados contenidos troncales empiezan a beneficiarse de los recursos digitales que diversas instituciones han ido creando.
Para evitar el riesgo de desconexión entre la escuela y la prevención escolar, hemos creado la plataforma eDucare. Un espacio digital que incluye contenidos que acostumbran a quedar en los márgenes de la escuela: educación para la salud, prevención de drogodependencias y cultura ciudadana. Contenidos basados en la educación en habilidades para la vida, el modelo conceptual que inspira todas nuestras propuestas educativas.
En relación con la prevención de las drogodependencias, eDucare incorpora la digitalización de los contenidos que, a lo largo de los años, hemos ofrecido al sistema educativo a través de iniciativas como Cuentos para Conversar, La Aventura de la Vida y ¡Órdago! Y lo hace, además, basando sus propuestas en los principios básicos de esa escuela en proceso de transformación digital: aprendizaje significativo, trabajo colaborativo, construcción personal y grupal de aprendizajes, interacción con contenidos e iguales (peer-to-peer learning), etc.
En relación específica con la prevención de las drogodependencias, eDucare ofrece, en síntesis, los siguientes contenidos:
Con esta estructura básica, eDucare está a disposición de todos aquellos profesionales de la prevención que, trabajando con la escuela, consideran necesario dotar a sus centros educativos de herramientas digitales.