Cuando leímos las diferentes evaluaciones y comentarios en los foros de despedida, quedamos con un gran desafío: ¿cómo contar lo que ha sucedido? ¿Cómo escoger entre tanto testimonio valioso de aprendizaje y transformación? La sensación era como la que queda cuando leemos un libro y lo queremos subrayar todo. Así que hemos decidido, con el permiso de las personas que conformaron este grupo, construir una colcha de retazos con sus frases más reiteradas y más significativas (especialmente, a la luz del Nuevo Modelo Educativo Mexicano y de los objetivos que nos trazamos en este proceso, desde la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida, de Fundación EDEX, junto con la Secretaría de Educación Pública y la Dirección General de Innovación y Fortalecimiento Académico (DGIFA)). Disfrútenla y arrópense con ella. Insistimos en que las colchas nos gustan mucho, aunque tengan mala fama, porque al juntar aportes individuales resulta un trabajo colectivo, único y colorido:
“Quiero decirles que me siento triste porque el curso se acaba. Al inicio me dio pereza pensar que serían ocho largas semanas”. “Yo también al principio pensé que el curso me iba a quitar tiempo, que no me iba a aportar nada como los cursos que en ocasiones nos dan, pero mira que chasco me llevé. Fue un curso muy atractivo”. “Unidad tras unidad las experiencias fueron más y más ricas y vivenciales”. “Este curso me ha ayudado a regular mis emociones ya que soy muy enojona y doy respuestas de mala manera”. “Quiero agradecerles el que me hayan permitido revalorarme, reconocerme, saber que puedo ser feliz y hacer que otros sean felices, pero todo esto no lo hubiera logrado sin ustedes”. “Ante tanta normatividad y situaciones que atender, perdemos esta sensibilidad. Me sentí muy a gusto”. “No hubo una preocupación por una calificación sino un compromiso conmigo misma por poner en marcha lo aprendido”. “A pesar del exceso de trabajo, me daba un tiempo para ingresar a la plataforma, ya no porque “tengo que”, sino porque “quiero, me gusta, me siento a gusto”. “Este curso me ha invitado a expresar en ocasiones lo que me hace sentir incómoda sin molestar a nadie, también a expresar lo que me agrada, lo que me gusta hacer y lo que no”. “Tuve la oportunidad de replicar el curso a mis compañeros y me fue muy bien, se mostraron muy motivados con el tema”. “Las conferencias estuvieron geniales”. “Estos cursos son los que nos hacen falta tomar, y los que necesitamos”. “Soy una persona bastante solitaria y por dos meses tuve una gran familia”. “Mi mente está inspirada para trabajar con los alumnos, apoyar a los docentes y ser una mejor persona”. “Este curso me encantó, fue totalmente distinto a los que he tomado”. “A pesar de la carga de trabajo en la escuela yo disfruté este curso pues fue como una relajación, era un tiempo para desprenderme de mi realidad y conectarme conmigo misma”. “No hubo palabras de más, ni de menos”. “Nos fueron llevando como la cebolla, capa por capa”. “Estoy plenamente convencida que primero tengo que desarrollar las habilidades para la vida en mi persona para ser un ejemplo para mis alumnos y mis hijas, así que sigo en mi proceso de aprendizaje”. “Me llevo nuevos recursos para mi práctica docente. Es una muestra de que sí se puede, a pesar de lo que nos bloquea el camino, llegar a una formación integral de nuestros alumnos”. “No fue un curso más, fue un regalo de vida”. “He jugado mucho más con mi hija”. “Mis compañeros de trabajo me hacen comentarios, que me ven diferente, que si algo pasó en mi casa o que si cambié de look, a lo que les respondo que solo he cambiado de actitud”. “En estos dos meses de trabajo he aprendido que así como enseñamos a leer, escribir o matemáticas, tenemos la gran responsabilidad de enseñar o compartir Habilidades para la Vida, pero, ¿cómo enseñarlas o compartirlas cuando nosotros las tenemos tan olvidadas, descuidadas o simplemente dormidas?”. “Si bien somos profesores también somos aprendices en este quehacer de vivir”. “Lo que me queda es quitar prejuicios, para mi es algo que me venía estorbando en mi vida y no lo había identificado”. “Los alumnos han bajado su nivel de respuestas agresivas ante un conflicto. Ahora, cada vez que se les presenta una situación de problema, los alumnos dicen “tenemos que resolverlo por la vía de la oportunidad y creatividad”. “Desde el primer día del curso, el presencial, me sentí con una energía renovada, regresaron a mí los deseos de superación, de ser mejor para poder impactar en mi entorno y así ayudar a las personas a ser felices”. “Me queda un sin fin de elementos que hacen un tanto más didáctica mi práctica, de hecho se vuelve lúdica, permitiendo a los alumnos estar más motivados en la clase”.“Tengo más claro que debo y quiero cambiar mi carácter, desarrollar más la empatía”. “Juzgo menos a las personas que no piensan como yo, soy más flexible cuando las cosas no me salen como las había planeado”. “He trabajado en demasía el manejo del estrés y emociones”. “Mi meta fue dejar de ser una persona indecisa y preocupona”. “En este curso nos trataron con respeto, le dieron valor a nuestras ideas, conocimientos y experiencias”. “Al principio comentar las tareas de los demás me costaba trabajo pero como avanzaba el curso me fue dando más confianza”. “Me quedan bonitas experiencias de haber trabajado con varios grupos actividades del Programa Nacional de Convivencia Escolar en relación a la empatía, al auto-respeto, al cumplimiento de la palabra”. “En estas semanas he aprendido a decir no y a valorarme mucho más”. “Traigo mi pulsera en la mano y cada que voy a decir algo desagradable o hacer algo que afecte a los demás, como por arte de magia la veo, la cambio de mano y ya en ese tiempo razono lo que iba a decir y ya no lo hago”.“Estoy completamente seguro que todos tuvimos un antes y un después del taller. Yo me quedo super agradecido y satisfecho de lo que viví en esta plataforma”. “A pesar de que no tuvimos sesiones presenciales se sentía tan cálido y personal, en ocasiones es más sencillo abrirse cuando nadie nos observa”. “Considero que es importante dar acompañamiento en la forma como deben trabarse los libros del Programa Nacional de Convivencia Escolar. También es conveniente dar seguimiento al impacto de las actividades de PNCE en las habilidades para la vida de los educandos”. “Los materiales proporcionados realmente permiten materializar en el aula el trabajo con las habilidades para la vida”. “Cada sesión fue una reflexión introspectiva que en ocasiones no era muy grata porque me tenía que autocriticar”. “Como sugerencia sólo considero que la moderación en foros debe ser más constante y cercana”. “Mis respuestas ante un conflicto son totalmente diferentes a las anteriores al curso, he podido constatar que manejar una comunicación asertiva me ha dado tranquilidad en mi entorno laboral”. “Ahora puedo decir plenamente hay cursos que valen la pena y que transforman nuestra vida. Gracias por ayudarme a descubrir “mi materia estelar” y ayudarme a brillar con luz propia”. “Me gustó porque hubo de todo en los documentos base: ligas para reflexionar, reír, cantar”. “Este curso fue un oasis en mi vida”. “Logré en este curso transformaciones que nunca me imaginé, como tomar decisiones sin miedo”. “Es el primer curso que tomo para mí, no para mis alumnos o la escuela, pero siendo mejor yo, se pueden establecer mejores relaciones en la escuela y formar así mejores alumnos y mejores ambientes de trabajo. No quiero que termine. Me hizo sentir viva”. “Considero que este enfoque “humano” es lo que hace falta. Conozco una supervisora que dice “maestros felices, alumnos felices” aunque lo dice mucho en broma, es una realidad, si nosotros estamos bien daremos el máximo”. “Estos dos meses, que se han pasado como agua”. “Y en esta estación nos bajaremos. Todos hemos llegamos a la terminal y emprenderemos nuevos caminos”. “El material es muy padre, atractivo y divertido para los alumnos, además de que es muy manejable e interesante! gracias por todo, no quisiera que terminara, pero en fin…”. “Confieso que he crecido como persona. Incluso en ocasiones me siento como si fuera otra persona”. “Creo que ya me había acostumbrado a esta interacción entre los del otro lado de la pantalla y yo… los extrañaré, en serio… y ni yo misma me la creo estar escribiendo esto, fue grato”.“Sugiero que la SEP realice los convenios necesarios para que también los docentes puedan tener acceso a este curso porque no hay como vivirlo para apreciarlo como se debe. Gracias por todo. Creo que aquí sí se hizo una buena inversión de los recursos destinados a la educación”. “¡Híjole, la despedida!”.
Iniciativa de la Secretaría de Educación Pública
En noviembre del año anterior, en Ciudad de México, convocados por la Secretaría de Educación Pública y la Dirección General de Innovación y Fortalecimiento Académico (DGIFA), se realizaron 18 talleres con docentes representantes de 626 escuelas priorizadas por el Programa Nacional de Convivencia Escolar. El objetivo: aprender en la práctica las Habilidades Psicosociales para la Vida y explorar colectivamente cómo le aportan a la convivencia escolar. La formación ha sido desarrollada por el equipo docente de la Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida de Fundación EDEX, en alianza con Seguridad Humana.
Además de la formación presencial, cada escuela recibió un kit de materiales didácticos correspondientes al programa La Aventura de la Vida: la Guía para el profesorado, Cuentos para Conversar y los Encuentros para la convivencia. Estas herramientas facilitarán llevar al aula lo aprendido.
Esto es sólo el inicio
En seis horas, por muy buenas que sean, y con tres materiales de apoyo a la labor docente, por excelentes que resulten, no se logra el objetivo de aprender habilidades y aplicarlas a la convivencia escolar. Estos aprendizajes se afianzan con tiempo, estudio y mucho entrenamiento. Son procesos. La gran mayoría de estas personas docentes ya han iniciado ese proceso en sus aulas y en el marco del Programa Nacional de Convivencia Escolar.
Con la intención de seguirles fortaleciendo, esta semana iniciamos el Curso digital “Habilidades para la Vida y Convivencia Escolar” con participación de las 626 personas representantes del mismo número de escuelas de la Ciudad de México. Durante 8 semanas estaremos aprendiendo más sobre estos temas, en colectivo, desde la propia piel, con alegría. Esperamos que al finalizar estos dos meses se vuelvan a escuchar testimonios como los que escuchamos al concluir la formación presencial: “Me regresaron las ganas de ser mejor”; “Me propongo solucionar problemas sin regaño”; “Me propongo llevar esta alegría que siento a mis colegiados”. “Quiero entablar más diálogo, crear clases activas que les motiven y les hagan asistir contentos a clase”.
“Una persona sola, da lástima”, dijo Gloria Esperanza Garavito cuando le preguntamos un día por qué insistía tanto en la importancia de la organización social. Como directora de Agrosolidaria, ella sabe que la mejor manera de crecer es buscando compañía, socias y socios que, con sus distintos aportes, echen a volar los sueños. Y eso tan elemental y profundo a la vez, lo sabe también la gente del Distrito Federal en México que coordina el “Proyecto para la Incorporación de la Perspectiva de Género en Escuelas Secundarias y el Impulso de la política de Igualdad Sustantiva de género en el quehacer institucional”.
Por eso, lo primero en lo que pensaron fue en conformar los Núcleos Transformadores, que como su nombre lo indica, tienen la difícil más no imposible tarea de transformar la cultura escolar. Dichos núcleos están integrados por personas docentes, directivas y representantes de las familias porque, como lo dice la Dra. Sofialeticia Morales Garza, asesora técnica de la Administración Federal, responsable de este proyecto, “no podemos descoser en la escuela lo que se cose en la casa o viceversa, sino que tenemos que llevar la puntada juntos. Y esa puntada, ese tejido de igualdad entendida como diversidad, como respeto, empieza en la casa pero se consolida en el trabajo entre pares, en la escuela y en el papel y modelo que las personas docentes representan”.
En un segundo momento, pensaron en formar a esos Núcleos Transformadores, e invitaron a Fundación EDEX para acompañar el proceso. Fue así como estuvimos en Ciudad de México del 17 al 28 de febrero de 2014 para dinamizar sendos talleres sobre Habilidades para la Vida, enfocados a aprenderlas y a enseñarlas. El resultado: 186 personas formadas que integran hoy la Red de Núcleos Transformadores ligados a 37 Escuelas Secundarias del Distrito Federal de 3 direcciones generales diferentes: la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST), la Dirección General de Servicios Educativos de Iztapalapa (DGSEI) y la Dirección Generalde Operación de Servicios Educativos (DGOSE).
Una de las personas participantes narra, de manera anónima y breve, la experiencia vivida en esos días de taller:
“Aprendí la diferencia entre la cantaleta y el encanto, cuál de estas me sirve más para el trabajo con adolescentes. También pasé por la parte de la sensibilización en que a veces no queremos observar nuestro entorno y nos centramos en nuestra persona, en nuestro punto de vista y perspectiva aferrándonos a cómo veo yo las cosas, sin aceptar la visión de la otra persona. Así mismo, se analizaron las habilidades psicosociales y cómo se interrelacionan entre sí. Cantamos, actuamos, hablamos, escuchamos, conversamos”.
Para acompañar su trabajo, cada uno de los planteles educativos participantes recibió materiales didácticos para trabajar las Habilidades para la Vida con adolescentes de primero, segundo y tercero de secundaria. Esta formación continuará con un acompañamiento virtual a lo largo de seis meses más, a través de un espacio privado creado para tal fin en nuestra Escuela Iberoamericana de Habilidades para la Vida. Además, una persona de cada plantel educativo, que ha sido elegida por los respectivos núcleos, participará en la VI edición del TransCURSO, un espacio on line para formarnos en HpV.
Si quiere conocer más sobre lo aprendido y realizado en estos días de talleres presenciales, se ha creado “Personas Educadas”, un espacio público en Facebook que será alimentado gradualmente con los frutos del trabajo de las personas que conforman estos núcleos transformadores que ya empiezan a poner en práctica lo aprendido, tanto en sus escuelas como en sus casas. A la Dirección General Adjunta de Género, de la Subsecretaria de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México, agradecemos la confianza que han tenido en nuestro trabajo al invitarnos a trabajar en este Proyecto.